𝟓- 𝐍𝐢𝐜𝐤

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Louis estaba oficialmente desesperado por hacerlo bien.

Había pasado una semana en total desde que el intento en el restaurante de Lauren fracasó. Afortunadamente, el accidente de Victoria había sido solamente un golpe contra el mostrador de la cocina, donde se rompió un poco la frente y tuvo que recibir tres puntos. Era algo que los tuvo preocupados y al borde del llanto durante toda la noche que decidieron tener a Victoria en el hospital, pero después de que la dieran de alta, y comenzaron a cuidarla y pasar tiempo con ella, se dieron cuenta que no había sido grave, que Victoria estaba completamente bien.

Louis no lo intentó durante toda la semana porque los tres, Harry, Oliver y él mismo, utilizaron toda la semana para turnarse en el cuidado de Victoria, ya que Harry decidió no enviarla al jardín de niños hasta que le quitaran los puntos del corte. Harry era sobreprotector, pero maldita sea si Louis no había estado de acuerdo en esto y había hecho todo lo posible para mantener a Victoria vigilada todo el tiempo para que no se hiriera.

Solo de pensar en el llanto de Victoria, el dolor que debió haber tenido, e incluso el mismo llanto y preocupación de Oliver, Louis sabía que no podía manejarlo. Él amaba con su vida a la familia Styles, y tenía que estar ahí para cuidar de ellos.

Hoy era sábado, y aunque Louis había dejado atrás su vida de trago, mujeres y bares, esta vez había decidido volver a pisar un bar solo. Necesitaba pensar, un trago para olvidar su mala suerte y un pequeño momento para recuperarse de todo el estrés que tenía.

El bar que había elegido era uno donde sabía que nadie lo encontraría, así podía pensar por horas hasta que decidiera que era suficiente. No estaba escapando, solo estaba tomándose un respiro.

Lo único que salió mal fue que llevaba media hora en el bar cuando escucho una voz familiar, y después vio a dos rostros familiares entrando, escupiendo y mirando mal a todos los que estaban en las mesas y los miraron. Los malditos hermanos Grimshaw.

Louis nunca se había llevado particularmente bien con ninguno. Él podría apostar uno de sus testículos a que Nick, el más joven, estaba enamorado de Harry pero era una mariquita tímida. Y Luke, el mayor, detestaba a Harry porque Harry tuvo que esposarlo a un barandal la primera vez que lo conoció.

Así que, uno quería mucho a Harry y el otro lo odiaba con su maldita vida. Ninguno podía gustarle a Louis.

Pero, de nuevo, estaba oficialmente desesperado, y aunque odiara admitirlo, Nick sabía cosas de Harry que ni Louis ni ningún otro sabía. Nick tenía que tener un maldito consejo para él, ser una perra resignada sobre que Harry nunca tendría nada con él y ayudar a Louis para que hiciera a Harry feliz.

No le iba a decir eso, después de todo, los Grimshaw eran animales salvajes, luchaban cuando algo los ofendía. Al menos así era Luke y Nick tendía a seguir su ejemplo cuando se juntaban.

Nick llegó a la barra, pidió una cerveza grande, y solo cuando la camarera se dio la vuelta para servirle la cerveza, vio a Louis.

Louis pudo ver el momento exacto en que Nick rodó los ojos y resopló de fastidio. Pero Nick era bueno para ocultar sus sentimientos, así que se apoyó en la barra y miró a Louis, mientras Luke hacía lo que fuera que estuviera haciendo en el baño del bar. Si Louis sabía, Luke estaba inhalando cocaína, para poder estar derecho después de tanto licor que probablemente ya había tenido esta noche.

–¿Problemas en el paraíso? –Nick preguntó, tomando un trago grande cuando recibió su cerveza.

–Ya quisieras ¿verdad? –Louis desafió. Era gracioso como sus conversaciones se basaban en ambos lanzándose comentarios hostiles, algunas veces evolucionado hasta que estaba por pelear, antes de que Harry interviniera –. Todo está malditamente bien con mi paraíso.

𝐌𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐲𝐨𝐮 [𝐥𝐚𝐫𝐫𝐲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora