Cap. 142

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Narra Troy

Me encontraba dando vueltas en el patio de la casa de los Phoenix. No era capaz de ordenar mis ideas de manera adecuada. Había tomado una decisión muy importante y no sabía cómo iba a decírselo a mi mejor amigo. Debo decir que las oportunidades para hacerlo me había sobrado. Incluso el día de ayer, que había estado lloviendo como si fuera el fin del mundo, estuvimos juntos con su hermana y "su amigo" jugando UNO.

—Debí decírselo en ese momento—me quejé despeinándome el cabello.

— ¿Decirle que estás haciendo un agujero en su patio?—la voz de cierta persona me erizo la piel. Admito que estaba tan metido en mi idea de que no había nadie en casa, que me había asustado.

—Yo no...—me callé cuando mire hacia abajo. Realmente la tierra empezaba a notarse más que el pasto verde.

—No quise asustarte—se encogió de hombros y lo vi girarse. Hablar con el amigo de Zeina podía ser mejor que nada.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— ¿Es sobre mi posible relación con Zeina?—cerró el libro que tenía entre sus manos y suspiro.

— ¿Qué? No, claro que no. A mí no me interesa la relación que puedan tener.

—Entonces está bien—creo que el que se la pasara leyendo cuando Zeina no rondaba por ahí debía ser un poco cansado.

Además vivir en una casa medianamente de incognito debía ser agotador. Jaden era el único idiota en el mundo que podía creerse que Taylor nada más estaba ahí cuando Zeina estaba. Si supiera que el pelinegro vivía aquí. Al igual que yo que quería estar a mil metros de distancia de mi madre, seguro se llevaba una gran sorpresa. Decidí hacer a un lado mis divagues mentales para concentrarme en lo que me interesaba de verdad.

— ¿Cómo puedo decirle a Jaden que quiero irme a Estados Unidos?—odiaba con toda mi alma darle vueltas a las cosas. Si me podía ayudar, bien. Si no, también.

—Jaden, me voy a estados unidos—me miró enarcando una ceja.

—No, eso no sirve con él, se pondría todo explosivo.

—Ammm...—pareció pensarlo un poco más— ¿Por qué quieres ir a Estados Unidos?

—Quiero estudiar Derecho en alguna universidad de Estados Unidos.

— ¿Derecho?...—creo que era la primera vez que veía a ese callado individuo tener una expresión como esa. Era como si le hubiera dicho algo increíble.

—Pensé que amabas el basquetbol...aunque no es algo que me incumba realmente—frunció ligeramente el ceño y luego regreso a su misma expresión.

—Amo el Basquetbol.... —mascullé aunque no era necesario—Pero decidí ser una persona digna de algo en particular—no tenía ganas de mencionar a Arien—y quiero tener una carrera respetable. Las leyes es algo que me interesa de alguna manera—tal vez así podría recuperar mi casa de las garras de mi madre.

Tenía pensado que eso era algo que no quería dejar atrás. Quería tener mi casa de vuelta y tener el dinero suficiente para poder ir por Arien a Japón. Tal vez si me convertía en alguien de buen nombre podría escalar por encima de la idea que era mayor que él y que era un hombre. Entonces lo tendría de vuelta.

El problema era que tendría que irme de Londres.

Tendría que dejar a Jaden.

—Pienso que aunque Jaden es un completo idiota, también es bueno comprendiendo cosas como estas aunque no lo parezca. Si es lo que haz decidió es justo que se lo cuentes—lo miré fijamente. Debo decir que sus ojos negros me hacían sentir raro—Si es tu mejor amigo, tiene que comprender que tienes un lugar a donde ir—parecían serenos pero algo me decía que guardaban una profunda tristeza interior. Igual o peor que la mía.

¡Bendito Whatsapp! (EDITANDO Primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora