Capítulo 10: Chico Bestia y Amor

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Una mañana con un arcoíris inició en la Torre T. El chico verde fue el primero en levantarse, pues tenía una cita. No precisamente era una cita, era una importante y Tenía que acompañar a su amigo metálico a dejarlo hacia un restaurante, donde se encontraría Abeja. Pues estaban saliendo hace más de casi seis meses.

Cyborg era tímido en cuanto a citas, pues Abeja era una chica que solía ser exigente. Para pedir consejos de citas, era Chico Bestia el que los daba, increíblemente. Así que el chico vede tenía que ser como su "Gurú de citas", y no le gustaba serlo. Quería ser el que invitara a salir a una chica a una cita, y esa chica era Raven.

Resignado, tuvo que cambiarse. Sabía que iba a ser un largo día.

Pero eso estaba por cambiar por completo.

Amor era una de las emoticlones más pacientes de la mente de Raven, por decisión propia, había decidido ser muy callada y esperar pacientemente su momento. Ella se había hecho muy fuerte en dos ocasiones: cuando Raven abrazó a Chico Bestia, cuando Malchior la traicionó y cuando él la abrazó, cuando venció a Trigón. Además, con las salidas de las emoticlones, estaba demasiado fuerte, de ese modo, al fin Raven podía ser libre, sonreír, llorar y hacer muchas cosas.

Al entrar Raven en su mente, sabía que la última que quedaba, y la chica de capa morada ya estaba lista para explorar por primera vez lo que era el mundo real. Simplemente, la chica de capa azul meditó, esperanzada en traer buenas nuevas con chico Bestia, ya no era necesario lanzar la advertencia por que estaba enamorada. Mientras Amor salió al portal, deseosa de encontrarse a su fuente de fuerza.

— Viejo, ¿Es enserio? ¿Por qué debo darte consejos y acompañarte en tus citas? ¡Es la décima vez que me llevas!

— Porque eres mi mejor amigo y ¡los mejores amigos jamás se abandonan!

— Sí, claro. Con razón no parabas de reír acerca de yo y Raven desde que ella venció a su padre. — Chico Bestia lo decía de tono sarcástico.

— Eso es diferente. No pude emocionarme, es que se ven bien juntos. Yo sé que te gusta Raven.

— ¿Qué? — El chico verde se sonroja ante el comentario del hombre metálico. — ¿yo? ¡Noo! ¡A mí no me gusta Raven! ¡Ella me odia!

— Ajá. Y si tanto la odias, pues ¿por qué siempre la tratas de serla feliz?

— Aahh… bueno… yo… — Bestita tenía que rendirse y avisar a Cyborg. — Está bien, me gusta. Sí, me gusta Raven, a pesar de que me haga trizas por lo último que dije.

— No te hará trizas, si no me acompañas. Entonces, ¿Qué dices?

— Está bien. — Lo dijo en tono resignado. — ¿Me dejas conducir?

— ¡Por supuesto que no!

Los dos chicos caminaron al coche a recoger a Abeja en el garaje, justo donde se encontraba Amor, esperando al chico verde. Sin dudarlo, se metió al coche no sin antes, ocultarse en el capó. De allí, los dos jóvenes caminaron hacia el auto y condujeron hacia un restaurante a orillas del mar, donde se encontraría Abeja. Era el atardecer.

Al llegar, Cyborg se bajó del auto y minutos después, el Chico Bestia. Dos minutos pasaron y Amor salió del capó. Como un radar, pudo localizar al chico verde, donde se encontraba solo en una mesa al fondo del lugar. Agarró unas rosas y voló hasta estar cerca del muchachito. Oliò su perfume de cedro salvaje, algo que la hacía alocar de emoción. Solo tuvo que esperar hace dos munutos, hasta tocar suavemente su cabeza y acariciarlo suavemente.

El muchacho tenía un radio, y le decía los pasos para decir a Cyborg sus frases, pero al sentir el contacto de alguien desconocido, se asustó. Por suerte apagó el radio y se quedó tieso al ver a su chica de frente. Pero notó lógicamente algo diferente y era su capa de color morado.

— ¿Hola? ¿Y tú quién eres?

— Hola, soy Amor. Una de las emoticlones de Raven. — El chico verde se atragantó al escuchar ese nombre, ya que durante su recorrido, hablaba mucho de sus fracasos amorosos que lo dejaban soltero e infeliz.

— bb… bbuee… eenoo… ¿yy…. Que hac…ccess aa…quí..? — Estaba más nervioso que temblaba como gallina.

— Quería buscar a la personita que me hizo fuerte y esa personita está frente a mí, observándome nerviosamente. — La chica se ríe.

— Quu… que yo… — Se puso a compostura y dijo, nerviosamente sin tartamudear. — Yo no soy nervioso. Es que me asustaste… ¿Y por qué yo?

— me hiciste fuerte Chico Bestia, y debo agradecerte con lo que te contaré.

— ¿Cuál noticia?

— Bueno, hay algo que debes saber. A Raven le gustas.

— Que… ¿Cómo? Raven… gustarme… a mí? — Estaba más nervioso, pero trataba de alegrarse por escuchar eso.

— Sí, le gustas Chico Bestia, por eso siempre te ignoraba, en realidad la haces sentir más querida, más alagada, tratando de hacerla feliz.

— Wow… No me lo esperaba.

— así que hagamos una prueba. Debo decirle lo que siento y no soporto más mi ignorancia. ¡Quiero que sea mi novia! — Y se tapó la boca por lo último que dijo.

— Ven, vámonos a un lugar más silencioso. — Amor se rió ante ese comentario, y se sonrojó. Agarró la mano del chico y caminaron hacia las orillas de la ciudad. Dejando a un Cyborg que lo necesitaba más ahora. Iba a matar al chico verde por dejarlo en esas situaciones.

Ya allí, bestita estaba nervioso, pero debía decirle eso a Raven sí o si, tarde o temprano por eso haría como un pequeño dramatizado para declarar sin errores a la chica oscura. Amor andaba atenta.

— Bueno Amor, ya que eres "Raven" quería decirle algo importante.

— Dime. — Amor se preparaba para escuchar.

—Ok. Aquí va: Raven: De ti he aprendido muchas cosas valiosas de la vida, y una de esas, es el que el amor existe. Me sentí ignorado y confieso que fui celoso cuando Robin te salvó contra Trigón. Pero aprendí dos cosas: que desde que ya eres libre de esa influencia, tengo más posibilidades de verte sonreír más. — Amor estaba por llorar, y lo segundo, la haría muy fuerte. — y que quisiera ser su alma gemela, su media naranja, su mitad de vida, por que ando muy enamorado de ti. Está bien, puedo ser idiota y tonto por decir eso y quizás me mandes a la peor dimensión que haya en este mundo, pero no puedo dejar de pensar en ti, y haré todo lo que sea, para verla feliz y sentir su amor fluyéndome. Te amo Raven y asì será hasta el día en que la muerte haga su trabajo.

Amor no pudo evitar llorar de alegría inmensa, pues aunque fuera cursi, fue la declaración más bonita que bestita haya hecho. Sus impulsos y su costumbre, además de su rol, la obligaron a que lo besara al chico verde, rápidamente se notó la reacción de los labios verdes y así duraron hasta separarse por causa del oxígeno. Amor por primera vez, sintió como eran los besos.

Caminaron juntos durante la casi noche, y regresaron felices a la Torre además de agarrarse "amistosamente" las manos, al llegar a la habitación, Amor le robó un beso y con una felicidad encaminó hacia Nevermore, en donde les contaría a todas, incluso a Raven acerca de su posible nuevo novio, Chico Bestia. Después de escuchar, le daría al chico verde una sorpresa al día siguiente.

El chico verde estaba nervioso, que no podría dormir, ya alistaba sus cosas para un posible viaje dimensional por parte de Raven.

Cyborg solo se puso feliz, estando con Abeja, aunque enojado un poco con Chico Bestia porque se había ido del restaurante

corazon caleidoscopicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora