ANGELES (HAIKYUU)

29

Hinata observaba como Kageyama hablaba con su entrenador y por lo visto sí le darían el trabajo, estaba feliz por el azabache, pero su mente le estaba jugando una mala pasada y veían pequeños recuerdos de la manera en la que lo había visto en la mañana. Luego de una charla ambos chicos salieron y fue Kageyama quién rompió el silencio.

Gracias por ayudarme a conseguir el trabajo -sonrió de una manera extraña-

No hay problema, pero por fa no sonrías fas miedito -trato de reír-

Oh bueno -lo miro-

¿Oye Lev se quedó anoche en tu casa? -pregunto curioso, tenía que saber la verdad-

Oh sí, llegó y nos dejó fuera de la habitación -rasco su nuca- se encerró con Yaku y durmieron juntos

No pensé que Lev fuera de esos -dijo algo apenado-

Tranquilo y ¿Hoy tienes clases? -lo miró, ya que habían caminado bastante lejos de la universidad-

Si -en ese momento en la mente de Hinata algo hizo click, tenía clases y había salido de la universidad- lo lamento pero tengo que irme -salio corriendo en dirección a la institución-

Kageyama solo podía reír, el pequeño era bastante idiota, pero eso siempre le había gustado, aunque en su labor de ángel, esa idiotez le daba más trabajo.

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Gracias por quedarte conmigo -le dió un abrazo-

No hay nada que agradecer -le dió un beso-

Iwazumi y Kenma veían la escena y sentían que sobraban, pero no sé iban ya que no tenían nada mejor que hacer.

Kenma sabía que Kuroo estaba en sus clases, quizás debería salir a buscar un trabajo.

Por su parte a Iwazumi aún le faltaba una hora para comenzar su turno, pero decidió que lo mejor era salir y de esa manera lo hizo.

Al llegar a su trabajo se encontró solo en el lugar, pero escuchaba unos ruidos raros provenientes de la oficina de su jefe, llamo y nadie le respondió, pero el sonido de algo cayendo lo alerto, fue corriendo a la cocina y tomo el rodillo y una tapa de una olla como escudo.

Minutos antes.

Todavía falta bastante tiempo para que los chicos lleguen, aprovechemos que mi abuelo se fue temprano -decia Ukai sobre Takeda en el escritorio-

Está bien -lo beso y mordió su labio-

El rubio metió sus manos por dentro de la camisa de Takeda y sabía que por esa zona su novio era bastante sensible, comenzó a darle caricias.

El de lentes soltaba pequeños jadeos y no se quedó atrás, desabrochó el pantalón del contrario y metió su mano sacando su miembro, que ya estaba bastante despierto.

Se movió de su posición y se puso de rodillas frente al más alto, tomo el miembro con cuidado y lo acaricio, dió un pequeño besó y prosiguió a comenzar a mamarlo, lo recorría con su lengua y succionaba con cuidado, los jadeos de su pareja eran la señal de que lo estaba disfrutando.

Ukai se corrió en la boca del contrario y luego le acarició su mejilla

Vamos a hacerlo -sonrió pícaro-

El de lentes obedeció y se dejó cargar y recostar en el escritorio, abrió sus piernas dejando expuesta su entrada.

El rubio se relamio los labios y le dió un beso, luego acomodó su miembro en la entrada y se introdujo de una sola vez, su vida sexual era tan activa que no tenía que preparar demasiado a su pareja.

Comenzó a embestirlo con fuerza, los gemidos y el rechinar del escrito era lo que se escuchaba, ambos estaban perdidos en su éxtasis.

Takeda se estremecía que sin darse cuenta tiro algunas de las cosas del escritorio.

Ukai se aferraba con fuerza a las caderas de su novio, podía ver como dejaba sus dedos marcados en él.

Ambos estaban sonrojados y perdidos en su mundo, no escuchaba nada más

Tiempo actual

Iwazumi dudoso abrió la puerta y se encontró con su jefe y la pareja d este teniendo sexo en el escritorio, quiso cerrar la puerta ya que por lo visto estos no le habían prestado atención, pero dejo caer la tapa.

Tres pares de ojos se miraban con vergüenza, Iwazumi no podía pronunciar palabra. Takeda se cubrió y Ukai también, el menor lo único que hizo fue cerrar la puerta de un golpe y no decir nada

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Pobre iwa-chan

Nos vemos

Un beso y hasta pronto