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Había empezado a llover cuando Akaashi termino su turno, tomo su paraguas y cuando salió vio a Bokuto mojado, del otro lado de la calle, enseguida corrió a cubrirlo.

No deberías estar acá afuera con este clima -lo cubrió con la sombrilla-

El bicolor tenía los ojos llenos de lágrimas y se pegó al azabache

AKAASHEEEEE ESTA MOLESTO CONMIGO -lloraba a moco tendido-

Claro que no estoy molesto, no quiero que te enfermes -le acaricio los cabellos-

Akaashee -se limpiaba los mocos- ¿Quieres dormir conmigo?

Mmmmm debería avisarle a suga que no llegaré -lo miró-

Yo le digo a Daichi, él le avisa, anda di que sí -hizo un puchero-

Esta bien -sonrió levemente-

Ambos se dirigieron al departamento del bicolor, era pequeño, pero acogedor. Apenas entraron Bokuto corrió a la habitación y luego salió con una pila de ropa que lo más probable es que estuviera sucia.

Bienvenido a mi dulce hogar -sonrió-

Es muy acogedor -sonrió-el azabache

Ambos se sentaron en el sofá y encendieron la televisión, pero no estaban viendo nada, comenzaron a darse besos. Bokuto se sentó a orcadas en el regazo de Akaashi, contoneaba su cuerpo de manera sugerente, el azabache masajeaba los glúteos del bicolor y vaya que disfrutaba poder tocar ese trasero con tanta libertad.

En el beso sus lenguas se enredaban y todo se sentía húmedo y cálido, Akaashi disfrutaba de esa sensación prohibida que estaba disfrutando, no le importaría ir al infierno, si ese era su castigo.

Bokuto -dijo en un jadeo-

Vamos a mi Habitación -se iba a levantar, pero Akaashi lo cargó y él enredo sus piernas en la cadera del azabache-

Al llegar a la habitación Akaashi se puso sobre él y comenzó a besar su cuello, dejando pequeñas marcas desde el cuello hasta las clavículas.

Le quitó la playera y observo ese pecho que lo volvía loco, el siempre sonriente y en ocasiones infantil Bokuto, ahora mismo se veía como la cosa más lasciva y sexualmente sugerente en el mundo.

A... Akaashee -dijo un poco nervioso- jamás he estado con nadie-

Aunque no lo crean, nuestro querido Bokuto es virgen y eso para el azabache era un plus, o sea él también lo era, pero saber que sería la primera persona en tener ese vínculo con el chico que lo hizo pecar, eso era maravilloso.

Yo te cuidó -le dió un suave beso y se comenzó a quitar su camisa-

El bicolor no se quería quedar atrás y desabrochó el pantalón del contrario, se encontró con la tela del boxer bastante humedecida, suponía que por el pre semen. Bajo los boxer y la erección de Akaashi se libero, no era de un tamaño descomunal, pero tampoco era pequeña, en ese momento se pregunto cómo eso iba a entrar en él, pero ya había escuchado a otros chicos decir que les gustaba que se parejas se la chuparan, sin avisó se lanzo por el miembro del contrario y comenzó a chuparlo.

Realmente lo que estaba haciendo ni era completamente placentero, de vez en cuando sus dientes sin querer rozaban con esa frágil zona, pero Akaashi no iba a decir nada, quería disfrutar como lo hacían los humanos y sabía que eso no era perfecto.

Con su mano el azabache comenzó a masturbar al contrario y ambos se corrieron luego de unos minutos.

Ya cuando ambos recuperaron el aliento, Bokuto se levantó dejando un poco desconcertado al azabache, de su closet saco un pequeño tarrito de color azul y sonrió.

Con esto será más sencillo -lo miró y lo unto en el pene del contrario-

Luego de eso Akaashi se acomodó en la entrada del bicolor, poco a poco trataba de introducirse, pero conforme avanzaba sentía las uñas del contrario clavarse en su espalda, en ese punto jamás pensó que él dolor fuera tan placentero.

Por su parte el bicolor sentía como algo se iba abriendo paso en su interior, tenía una tormenta de sensaciones en su cuerpo, pero las que más destacaban era el dolor y el placer.

Cuando Akaashi entro por completo, un agudo gemido llamando a su nombre salió de la boca de Bokuto.

El de ojos dorados, movió sus caderas en señal de que comenzará el movimiento, las penetradas eran lentas y profundas, con cada movimiento, se escuchaban los gemidos de Bokuto, unos pequeños gruñidos de parte de Akaashi y el choque de las pieles de ambos amantes.

De esa manera no duraron mucho tiempo, la persona que dijo que el sexi era largo, mentía, era placentero, pero para sus inexpertos cuerpos fue cuestión de minutos, duraron más en los juegos previos.

Akaashi se corrió ensuciando todo el trasero de Bokuto con su escencia y el contrario ensucio las sábanas.

Luego de eso se fueron a dar una ducha y cambiaron las cobijas, ambos cayeron dormidos rápidamente, pero se acomodaron en un cálido abrazo, lleno de amor y de nuevas experiencias.

A Akaashi Keiji ya nada le preocupaba, había cruzado una linea que no tenía retorno, pero lo que ignoraba era que había conseguido la libertad para estar con su amado protegido.

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El primero ha caído en el pecado de la lujuria.

Lo hice realista, la primera vez no duran nada jajaja

Espero les guste y pues leeré sus sugerencias

Nos vemos

Un beso y hasta pronto

ANGELES (HAIKYUU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora