Steve y Bucky se abrazaron durante cinco minutos, y cuando el ambiente se volvió incómodo, se separaron. Ambos sentían que habían cerrado un ciclo, y que uno nuevo había sido abierto. Un nuevo ciclo que con esfuerzo y, posiblemente, dolor podría florecer como una nueva y fuerte amistad. El tiempo se encargaría de decidirlo.
Bucky suspiró un poco menos incómodo, y se debatió entre sí era o no temprano para hablar con su amigo sobre Tony. Decidió que no era conveniente, después de todo, ese había sido el motivo de la pelea semanas atrás.
- ¿Vas a merendar o no, maldita sea? - dijo el pelilargo en broma.
- Claro, no me apures- se quejó el rubio- Oye...
- ¿Qué? - preguntó el Soldado.
- ¿Quieres que le diga a Tony que venga, así merendamos los tres juntos? - el rubio tenía las orejas rojas, pero la mirada fija en su amigo.
Bucky enmudeció. Creía que esa situación podría llevar mucho tiempo, definitivamente, el Capitán no dejaba de sorprenderlo.
- Si a ti no te molesta... Si, me agradaría. No ha pasado un día en que no haya merendado, o desayunado, con él- el Soldado tosió- se siente raro no tenerlo aquí.
-Bien, saldré a llamarlo ¿Sí? - el rubio se levantó rápidamente, y se dirigió hacia la puerta.
- Claro...
Diez minutos después, Tony y Steve entraron por la puerta, ambos sonriendo con incomodidad, pero decididos a intentar merendar en paz, sin discutir ni tocar el tema del beso de hace días, había sido un acuerdo tácito entre ambos.
- ¿Bizcochos y té? Wow, me recuerda mucho a mí abuela- comentó Tony con los ojos brillosos.
- ¿Sí? Son los favoritos de Steve- respondió Bucky en tono de burla- siempre supe que tenía gustos de anciana.
El millonario rió animadamente, mientras el rubio se sonrojaba sonriendo tímidamente.
- Tranquilo, Cap, nos reímos contigo, no de ti- agregó Stark.
-Si, claro, por supuesto- respondió Steve sarcástico.
- Vamos, Stevie, no te enojes- trató de suavizar el pelilargo- pareces una ancianita gruñona. Te faltan los lentes. Tejer ya sabes.
- ¿Sabe tejer? - preguntó el millonario, riendo.
- Veo que tu sentido del humor sigue intacto- murmuró el rubio.
- Obvio, nadie puede borrar mí esencia de esta tierra- se burló Bucky.
- ¿Esencia? Aún estamos hablando de burlarnos del Cap ¿Verdad? - preguntó Tony con tono picaresco.
El pelilargo rió de manera burlona, y Steve no pudo evitar soltar una risa relajada y natural. El millonario los miró a ambos, tratando de disimular el orgullo que le producía el haberlos hecho reír.
- ¿Saben? Yo recuerdo cuando aprendí a cocinar bizcochos- cambió de tema Bucky- ¿Tu recuerdas eso, Stevie?
- Si, cállate, por favor- contestó el rubio con rapidez.
-Oh, por dios, ¿Es una historia vergonzosa? - inquirió Tony.
-Algo así- contestó Bucky.
-No- contestó Steve.
- Ahora quiero saber- exigió el millonario.
-No- se negó el rubio.
-Si- Rio el pelilargo- cuando estábamos en la secundaria, Stevie solía enfrentarse a cualquier matón que se le pusiera en frente. Nunca ganaba, era tan pequeñito, parecía un pollito- Bucky estaba sonriendo, al igual que Tony, mientras Steve se miraba las manos, completamente colorado- un día, en una de nuestras tantas visitas al médico, Steve vio un afiche sobre cómo ganar masa muscular. Entre las tantas sugerencias que decía, estaba consumir muchos carbohidratos. Y esa se convirtió en su única dieta... Pan, fideos, galletas... No quería consumir nada más que cosas con alto contenido de carbohidratos- el Soldado miró al Capitán con ternura- tuve que aprender a hacer bizcochos y cosas con harina porque el maldito no quería comer otra cosa... Naturalmente, menos de dos semanas después, tuvo una reacción alérgica.
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El Objetivo
Fanfiction¿Cuál es el punto de luchar cuando has sido vencido?¿Cuál es el objetivo de aquellos que han sido quebrados por la vida misma? ¿Cuál es el objetivo de quién ha llevado una vida llena de mentiras?¿Cuál es el objetivo de quién ha perdido su identidad...