Capítulo 24

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El silbido del viento surcaba el aire, las ramas de los árboles se mecían con gracia, generando la ilusión de ser decenas de manos huesudas saludándolo. Todo parecía estar siendo iluminado por una luz violácea, que con una extraña presencia, impedía dilucidar si era de día o de noche. Winter se halló de pie en medio de un parque tanto familiar como desconocido, y, aunque había un sentimiento raro en su pecho, no temió. Comenzó a caminar analizando cada rincón, cada árbol, cada planta, y sintió paz, una paz que nunca había experimentado. Podía sentir, también, que no estaba solo. Una voz femenina interrumpió sus sentimientos.

- Tranquilos, ¡Chicos, vayan despacio! - la voz se oía lejana. De repente, dos niños pasaron corriendo por su lado, uno de ellos rubio y muy flaco, era Steve de pequeño, y el otro más alto y rellenito, Bucky de niño. Winter los observó con curiosidad, mientras los dos pequeños corrían a su alrededor, riendo sin darle la menor importancia. No pudo evitar preguntarse acerca del significado de la vida. En los pensamientos de Barnes no había respuestas a esa pregunta, y él, definitivamente, tampoco las tenía. De un momento a otro, ambos niños desaparecieron, así como también lo hicieron los árboles y arbustos. Poco a poco, comenzaron a aparecer edificios altos y grises. Todo parecía irreal, y, probablemente, lo era. No podía asegurar que fueran recuerdos reales de Bucky, pero tampoco podía asegurar que no lo fueran. Un aura de confusión lo rodeaba, haciendo que comenzara a frustrarse.

- ¡Es solo que hay cosas que puedes hacer sin tener que ir a la guerra! ¡Hay otros trabajos! - el que hablaba era un Bucky joven, al que el Soldado reconoció como una versión preguerra... La versión inmediatamente anterior al primer atisbo de su existencia.

- ¿Crees que todo habría sido diferente si hubiera decidido quedarme con Steve aquí, en Brooklyn? - una voz resonó a sus espaldas, y no necesitó voltearse para saber quién era.

- Es una pregunta estúpida, Barnes- contestó Winter, negando con la cabeza.

- No me refería a tu existencia, o a mí estancia en Hydra- aclaró Bucky - hablaba de la guerra. Si no hubiéramos ido, probablemente Steve tampoco lo habría hecho... Y si él no hubiera ido, el Capitán América no habría existido... Y si no hubiera existido...

- Entiendo el punto- murmuró en respuesta- pero siendo sinceros.... Ambos sabemos que Steve habría ido igual... ¿No lo crees?... Habría esperado a que te durmieras y habría intentado enlistarse una y otra y otra vez... Hasta que lo aceptaran, o lo encarcelaran... Y luego... tú habrías ido a buscarlo.

- Probablemente tienes razón... Siempre fue un cabeza dura.

- ¿Esta es la despedida?

- ¡¿Por qué continúas con esa actitud?!- Bucky sonó impaciente y molesto- ¿Tienes tantos deseos de desaparecer? ¿Todo lo que hablamos solo sirvió para eso?

- Iba a decir que no podría mentirte, pero me doy cuenta de que aún no sabes cómo se maneja todo por aquí- comentó Winter- He pensado que tal vez es lo mejor para todos. Podrías ser libre, y Tony podría ser feliz a tu lado... Yo... No creo que merezca vivir. He dicho esto varias veces el día de hoy... No deseo que me malentiendas. Soy nuevo en esto de pensar y de desear... Pero...

- Si tú no mereces vivir, entonces yo tampoco. Ambos hemos cometido miles de crímenes- Bucky lo interrumpió con solemnidad- Yo también he estado pensando... He estado pensando en que... No me desagrada del todo tu presencia...

- No quiero que me dejes vivir por lástima, y tampoco quiero vivir siendo una tarea de rehabilitación. No me debes nada. Y además, lo sabría.

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