Capítulo 22

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Pocos minutos antes.

~Natasha todavía no llegó...~

- Pero Tony si, mira a toda esa gente en el techo... De seguro fue él quien los derribó.

~Entonces... ¿Dónde está? ~

- JARVIS dijo que había movimiento en el último piso.

~ Si no está aquí, y no lo vimos de regreso... Probablemente fue capturado~

El Soldado se encontraba agazapado en el techo del edificio colindante al que había sido atacado, analizando cada sector y cada detalle que hubiese. La tensión atravesaba los nervios de ambas consciencias, la calma del lugar solo predecía el advenimiento de una tormenta.

- ¿Qué hacemos? ¿Nos metemos al edificio?

~ No. Primero vamos a asegurarnos de que no haya nadie, y en caso de que si, ver si es enemigo o aliado... Si Tony está luchando, entonces no tardaremos en notarlo. Pero...si fue capturado... no nos quedará otra que ingresar a la suerte, utilizando todas nuestras habilidades... Gente morirá... Lo sabes ¿Verdad? ~

- Siempre que Hydra está en el tablero, hay muerte en la mesa... No nos queda de otra.

~ Vamos a movernos. Trata de no ser tan obvio. Acuérdate de que nuestro cuerpo es grande~

- Bien.

El Soldado se puso de pie, y comenzó a moverse con sigilo, midiendo sus pasos y caminando por zonas estratégicas en donde no sería visto desde el otro edificio. Gritos desgarradores comenzaron a escucharse por todo el lugar, retumbando en los vidrios y atravesando las paredes chamuscadas y sucias. Gritos de desesperación, gritos de auxilio, gritos de miedo. El Soldado y el Activo se estremecieron de horror y cólera al reconocer tanto la naturaleza de aquellos gritos como el autor de los mismos.

~ ¡Barnes! ¡Tienen a Tony!¡Lo están atacando! ~

- No, no, dios, se suponía que tenía el traje. Oh, dios, está del otro lado... Lo están...- la desesperación invadió su cuerpo, cayendo de rodillas, con el pánico obstruyendo sus pensamientos.

~ ¡No es momento! ¡Nos necesita! ¡Cálmate, concéntrate! Los gritos se escuchan cerca, esa ventana nos llevará directo hacia él. Pero tienes que focalizar. NOS NECESITA~

El Soldado asintió, recobrando la compostura. Nuevamente, se puso de pie y tomó impulso. Si, iba a saltar. Nada le importaba más que llegar al lado de Tony cuanto antes. Sacudió todo su cuerpo y comenzó a correr, ya en el borde del edificio, no dudó, simplemente usó toda la fuerza en sus piernas y saltó, impactando y atravesando la ventana de vidrio del último piso.

La ira y odio los invadió. El general, como tantas veces lo había visto, estaba sometiendo a alguien, a alguien que gritaba y lloraba con desesperación: estaba sometiendo a su pareja, estaba atacando a Tony. Al notar su presencia, abandonó su intención de abuso, y se acercó al pelilargo, con claras intenciones de iniciar un combate cuerpo a cuerpo.

~ Maldito hijo de puta. Barnes, patea su trasero, ¡arráncale la puta yugular con los dientes! ~

El Soldado se acercó con rapidez al atacante, y sin mediar palabra, le encestó un golpe con su brazo metálico, luego, un golpe con su brazo de carne, y otro, nuevamente, con su brazo metálico. El General cayó de espaldas, quedándose sin aire. Sin perder tiempo, Bucky tomó al hombre por los hombros y lo arrojó al otro lado de la habitación. Tenía ventaja y la utilizaría.

- Luego de tantos años... ¿Quién es el que está de rodillas? ¿Eh? - las palabras eran escupidas con odio, mientras los golpes salían despedidos unos tras otros. La sangre escapaba a borbotones del rostro del General.

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