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Al otro día, Chaeyoung entró a su clase con la cabeza abajo. Se sentía extraña y no quería que nadie le hablara, ni sus amigas y muchos menos Mina, no quería verla.
Incluso había dejado su mensaje en Wattpad sin contestar.
– ¿Por qué tan callada? – preguntó Lia sentándose a un lado de la pequeña – ¿Es por lo de LovelyMinguin?
– ¿Ya lo sabes?
– Bueno, fue muy obvia la verdad... Aún no puedo creer que sea Mina – intervino Dahyun sentándose en el puesto de adelante – No me esperaba que fuera ella.
– Chicas, eso es complicado...
– ¿Complicado por qué? Tú no sientes nada por ella, ¿verdad? – Lia miró a su amiga y entonces abrió los ojos sorprendida – ¿¡Te gusta Mina!?
– Baja la voz, estúpida – regañó la coreana – No quiero que nadie se entere.
– ¿Pero por qué no nos dijiste nada? – criticó Dahyun golpeando a la menor.
– Porque ustedes la odian, Mina es...
– Mina no es como nosotras pensamos, es agradable – admitió Lia – La verdad, no nos molestaría que intentes algo con ella... Pero ese no es el punto, ¿qué ocurrirá con Sana? Debes hablar con ella.
– ¿De qué hablan? No voy a dejar a Sana por Mina – aseguró la pelinegra frunciendo el ceño – Sí, puede ser que me guste y aprecio mucho que se haya dado el tiempo de escribir una historia en mi honor, pero las cosas no son así de simples.
– Pero ella... A ver – Dahyun lo pensó un poco – Mina últimamente te mira mucho, intenta acercarse a ti, te escribió una historia, ¿no crees que es algo bastante lindo de su parte? Deberías...
– No, no le voy a dar una oportunidad – dijo con firmeza – Estoy bien con mi relación, quizás Mina es un capricho y ya.
– No creo que sea un capricho – Lia comentó – Chae, no debes cerrarte... No te decimos que vayas a darle un beso y que sean novias, pero al menos déjala entrar en tu vida, Mina no se ve mala.
– Hablando del rey de Roma – dijo Dahyun y las tres miradas se dirigieron a la puerta, donde una hermosa rubia venía entrando con la mirada apagada y ojeras bajo sus ojos – Se ve devastada.
– ¿Le dijiste algo?
– Anoche me mandó un mensaje en Wattpad y lo ignoré – suspiró Chaeyoung apartando la mirada.
– Eres una idiota – regañó la pálida.
La japonesa comenzó a acercarse a su mesa y Chaeyoung sintió nervios, realmente no quería hablar con ella porque sabía que su plan por alejarse se iría en picada.
– C-Chaeyoung, ¿podemos hablar? – pidió Mina tímidamente.
– Yo no...
– Ve – interrumpió Lia dándole un empujón a su amiga – No seas mala con ella – le susurró y la pelinegra respiró profundamente asintiendo antes de ponerse de pie.
