—¿A dónde vamos? —preguntó Seungyoun mirando curioso a través de la ventana en el asiento trasero del auto.
—¡Vamos a celebrar tu despedida de soltero! —dijo Hangyul desde el asiento del copiloto.
—Eso ya lo sé —dijo Seungyoun sonriendo. Mañana, a esa hora, sería un hombre casado—. Pero ¿A dónde vamos? Pensé que solo iríamos a un bar y Yohan ya lleva conduciendo más de una hora —Seungyoun miró sospechosamente a sus dos mejores amigos y ambos sonrieron.
—Prometemos que te va a gustar —dijo Yohan.
—Estamos saliendo de la ciudad —Se quejó Seungyoun—. Si Sihyeon se entera que me llevaron a algún antro con strippers me va a dejar plantado en el altar.
—No te preocupes —dijo Hangyul poniendo los ojos en blanco—. Tu querida prometida no se va a enterar de nada.
—¿Quieres decir que de verdad están llevándome a un antro? —preguntó Seungyoun exaltado. Sihyeon, su futura esposa, era bastante conservadora.
—Te dije que debíamos dormirlo para traerlo —se quejó Hangyul con Yohan.
—Gyul~ —se quejó Yohan suspirando—. A veces eres aterrador, cariño.
Hangyul le sonrió brillantemente y luego giró a ver a Seungyoun.
—El "antro" al que vamos a ir realmente te va a gustar. Y dudo mucho que a tu prometida le interese, no le vas a ser infiel o algo así.
—Aun no te agrada Sihyeon ¿Verdad? —preguntó Seungyoun y Hangyul asintió.
—Se hace la muy puritana y aún nos ve con desprecio a Yohan y a mí.
Seungyoun suspiro.
—Deja de tomártelo personal, Gyul. Sus padres son muy religiosos y la criaron así.
Hangyul puso los ojos en blanco.
—Esa no es excusa. Tus padres también eran religiosos y aun así tus dos mejores amigos son gays. Así que no trates de defenderla.
—Hangyul... No le arruines la noche a Seungyoun —dijo Yohan.
—Ambos saben mi opinión sobre este matrimonio... Pero claro, no le hagan caso al loco de Hangyul —Hangyul se cruzó de brazos y miró al frente.
—La amo —dijo Seungyoun suspirando.
—Sí, claro —dijo Hangyul poniendo los ojos en blanco—. "La amas". Deberías aceptar que solo te estás casando con ella para satisfacer los deseos de tus padres. Ellos ya están muertos, no es como si pudieran hacer algo.
Hangyul se arrepintió de lo que dijo casi al instante, Yohan lo mal miro y Hangyul giró a ver a Seungyoun. Seungyoun se veía bastante serio.
—Lo siento —dijo Hangyul realmente apenado, sabía que el accidente de los padres de Seungyoun aún era un tema delicado para él.
—Está bien —dijo Seungyoun aclarándose la garganta—. No importa.
Los tres se quedaron callados por el resto del viaje. Cuando Yohan estacionó el auto, Hangyul se apresuró en bajar y se puso frente a Seungyoun.
—Lo siento mucho, Seungyoun —dijo Hangyul bajando la mirada.
—Esta bien, Gyul —dijo Seungyoun y revolvió el cabello de Hangyul—. Sé que no lo mencionaste adrede.
—Ya sabes que siempre me voy de boca cuando estoy enojado —dijo Hangyul y Seungyoun asintió.
—Agradece que Yohan te soporta. Sino vivirías solo con cientos de gatos.