—Ya he decidido tu castigo, saldrás con Junho —dijo Seungyoun mientras reía maléficamente. No es que Seungyoun sea malo. No. Solo que Hangyul le debía varias—
—¿Junho? —dijo Hangyul, mientras gruñía— ¿Cha Junho? ¿ChaBot? —Seungyoun asintió, la sonrisa no se la iba a quitar nadie— ¿Por qué él? Sabes que me odia
Junho era relativamente nuevo en la escuela, se había transferido a mitad de año y la única persona con la que cruzaba más de una palabra era Eunsang. Hangyul y Eunsang eran hermanos así que el mayor lo había visto unas cuantas veces por su casa. Había tratado de bromear con él pero Junho lo había ignorado olímpicamente cada vez.
Hangyul notó que Junho nunca reía aun cuando Hangyul contaba los mejores de sus chistes, también notó que cada vez que su madre le ofrecía algún alimento él se negaba, aun cuando estuvo durante horas en su casa jamás lo vio ir al baño o quejarse de algo, incluso a veces le preguntaba cosas a Eunsang que cualquier humano normal debería conocer.
Luego de unas semanas Hangyul llegó a la conclusión de que Junho era un robot y termino apodándolo ChaBot. Junho lo escuchó una vez y si las miradas mataran Hangyul ya estaría bien enterrado.
—Él no te odia —dijo Seungyoun mientras seguía riendo, está era en definitiva la mejor idea que pudo tener—
—Claro que sí
—Vamos Hangyul no seas exagerado. Junho no te odia, solo quiere poner una almohada en tu cara mientras duermes —Seungyoun se rio escandalosamente haciendo que toda la clase girará a verlo— Lo siento —dijo mientras hacía una reverencia, si el profesor volvía a sacarlo de la clase perdería el curso. El profesor solo negó y continuó con su clase— Hablaremos cuando termine la clase —le dijo a un Hangyul que se arrepentía de haber apostado y perdido contra Seungyoun—
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—No voy a hacerlo —sentencio Hangyul—
—Bueno —dijo Seungyoun— es eso o corres desnudo por la escuela
—¡QUE MIERDA! —grito Hangyul— Cho Seungyoun soy tu mejor amigo!!! Por qué eres tan malo conmigo —Hangyul observó alrededor para ver en qué esquina se iría a llorar—
—Los negocios y lo personal son asuntos separados mi querido Lee Hangyul. Hicimos una apuesta y tú perdiste. Decide, ¿Conquistaras a Cha Junho o correrás desnudo por toda la escuela? —Hangyul suspiró—
—Lo más razonable... es correr desnudo —dijo Hangyul—
—¿Seguro? —pregunto Seungyoun— Deberás correr como Dios te trajo al mundo y todos verán a tu amiguito —Seungyoun reía mientras Hangyul se tiraba al suelo llorando—
—Ahora sé que me odias —dijo Hangyul—
—Vamos, no va a ser tan difícil que enamores a Junho. Mírame a mí, enamore a Wooseok aun cuando la primera cosa que me dijo fue que esperaba que un tren me arrollara —Seungyoun sonreía mientras recordaba a un pequeño Wooseok maldiciéndolo cada 5 segundos—
—Seungyoun, yo no soy un sádico como tú, aprecio mi vida ¿Sabes? —Hangyul por fin se levantó y salieron del salón— Voy a intentarlo, pero si muero en el intento tendrás que vivir con la culpa —Seungyoun solo río mientras ambos iban al comedor en busca del pequeño satánico de Seungyoun—
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Wooseok comenzó a reír con ganas cuando Seungyoun le dió las buenas nuevas.
—Olvídalo, Junho no aceptaría salir contigo ni aunque le pagaran —dijo Wooseok—
—Gracias por el apoyo moral —se quejó Hangyul, levantó la mirada y se encontró con su hermano riendo mientras Junho iba a su lado—
—¡Hey Eunsang! —grito Seungyoun mientras agitaba su mano, Eunsang sonrio y arrastró a Junho hacia ellos—
