La Reina estaba enferma cuando quedó embarazada y ella deseaba tener una niña.
Desde el inicio dijo que lo que esperaba era una niña y aun cuando le dijeron que era un niño ella insistió en que era una niña.
En esa época en dónde contradecir a la Reina te podía llevar a la muerte nadie lo negó.
El Rey tampoco lo hizo, amaba a su esposa y ella estaba realmente enferma, así que registro y anuncio el nacimiento de una niña.
La Reina vistió y educó a Wooseok como una Princesa.
Cuando ella falleció las cosas siguieron igual. El Rey ya no podía retractarse así que Wooseok creció y se educó como una Princesa.
Cuando Wooseok cumplió 18 años el Rey comenzó a preocuparse. Los Reinos vecinos le comenzaron a enviar cartas en dónde daban a entender que querían pedir la mano de Wooseok en matrimonio.
Si el secreto se sabía sería un gran problema, podrían tratar de derribar su Reino y la vida de Wooseok estaría en peligro.
—Rey Lee no esperaba su visita tan pronto —dijo el Rey Kim—
—Hangyul estaba un poco ansioso de conocer a la Princesa Wooseok... Espero que nuestra visita no sea inoportuna
—En lo absoluto. La Princesa se encuentra estudiando pero una vez termine su clase pediré que se una a nosotros
El Rey Lee asintió y el Príncipe Hangyul sonrió radiantemente.
La belleza de la Princesa Wooseok era bien conocida en el Reino y sus alrededores.
Hangyul la había visto una vez en una reunión entre los diferentes Reinos y había quedado prendado de ella.
—¿Qué se supone que haré? —le pregunto Wooseok a su nana— No estoy listo para esto
—Claro que lo estas Wooseok —dijo la señora de avanzada edad mientras le sonreía tratando de tranquilizarlo— Has hecho esto desde muy pequeño, todos en el Palacio piensan que eres una Princesa... Lo harás bien Seokie no te preocupes
Las personas en el Palacio que sabían sobre el secreto de Wooseok eran solo las necesarias así que Wooseok tenía que aparentar ser una chica la mayor parte del tiempo.
Wooseok inhalaba y exhalaba tratando de tranquilizarse. Una vez entró al gran salón saludo a su padre y a los invitados.
Hangyul pidió que dieran un paseo por el Palacio y Wooseok no pudo negarse.
—Eres aún más hermosa de lo que recordaba —dijo Hangyul y Wooseok solo sonrió— Espero que puedas tomar en consideración mi propuesta para desposarte. Nuestros Reinos han sido buenos socios mercantiles desde hace mucho tiempo. Unirlos, traería mucho bienestar a nuestros pueblos
Wooseok realmente odiaba pertenecer a la realeza. Habían tantas reglas y protocolos, además de que los matrimonios se hacían por beneficio lucrativo más que por amor. En la condición en la que estaba Wooseok en dónde debía esconder su género todo se volvía aún más complicado.
Wooseok se sintió muy agradecido cuando el paseo terminó y pudo regresar a su habitación.
Wooseok le pidió a uno de los sirvientes que buscara a su padre y luego de unos minutos el Rey llegó a su habitación.
—Él dijo que quiere desposarme —dijo Wooseok alterado— ¿Qué haremos? No lo aceptaras ¿Verdad?
—Relájate Wooseok —dijo el Rey— No debes estresarte, recuerda que tu salud empeora cuando te preocupas demasiado
