El chico detrás del intercomunicador (Yohan × Junho)

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A Yohan no le gustaban los cambios, pero no tuvo otra opción que aceptar que cada fin de semana debía viajar si quería obtener su título.

Su Universidad había tenido una sede en Busan pero por diferentes problemas tuvo que cerrar y ahora todos los estudiantes habían sido transferidos a la sede central que quedaba en el centro de Seúl.

Tendría que viajar a Seúl los viernes por las noches y regresar a Busan los domingos luego de que sus clases terminaran.

A Yohan le gustaba vivir en Busan no había bullicio y el lugar era muy acogedor, nunca le gustó ir a Seúl, odiaba el tráfico y todo quedaba lejos de todo. Además de que el viaje era de más de 6 horas desde su casa.

—Lamento mucho ser una molestia Seungyoun hyung —dijo Yohan mientras Seungyoun le abría la puerta del edificio de departamentos en dónde vivía—

—No hay problema Yohannie, la familia esta para ayudarse —dijo Seungyoun—

—Solo serán 10 semanas —dijo Yohan y Seungyoun sonrió—

—Esta bien. Vamos pasa

Seungyoun era primo de Yohan y vivía en un departamento con otras personas.

Su departamento solo quedaba a media hora de la Universidad de Yohan, así que tragándose la vergüenza, Yohan tuvo que pedirle a Seungyoun que lo acogiera por los fines de semana que durara su curso de titulación.

Ese día conoció a todos y luego pasaron a la habitación de Seungyoun. No se habían visto en unos años y Yohan se disculpó una vez más por ser una molestia. Seungyoun sonrió mientras negaba y ambos pasaron algunas horas poniéndose al día.

Al otro día tanto Yohan como Seungyoun madrugaron, Yohan no conocía mucho de la cuidad y Seungyoun se ofreció a llevarlo.

Al llegar a la Universidad, Seungyoun le entrego sus llaves a Yohan. Seungyoun se quedaría todo el día en el hospital donde trabajaba de enfermero así que le dio todas las indicaciones a Yohan y luego se marchó.

Las clases no estuvieron tan mal, Yohan conocía al profesor y para su suerte conocía a algunas de las personas que llevarían el curso con él.

El problema fue cuando Yohan regreso al edificio en dónde vivía Seungyoun.

Yohan metió la llave de la puerta externa del edificio y la puerta no se abrió. Yohan intento e intento pero no pudo abrirla. Llevaba media hora ahí cuando la puerta se abrió automáticamente.

Alguien hablo por el intercomunicador.

—¿Esta todo bien? —pregunto—

—Si gracias —fue lo único que pudo decir Yohan mientras entraba—

Yohan estaba muy agradecido de que Seungyoun le permitiera quedarse con él así que no le comento nada y se dio una merecida ducha antes de caer en los brazos de Morfeo.

Pero, al siguiente día fue el mismo martirio.

Yohan nunca había sido bueno con las llaves pero esto era demasiado.

Yohan estaba al borde de las lágrimas, había pasado casi media hora tratando de que la puerta abriera pero no se podía. Si tardaba más llegaría tarde a clases y los profesores ya habían advertido que no habría tiempo de espera, para nadie.

Entonces una pequeña idea cruzo la mente de Yohan, alguien desde dentro del edificio había abierto la puerta el día anterior. Justo a su derecha estaban todos los timbres de los departamentos y toco todos hasta que alguien le contesto.

—¿Hola? —preguntaron desde el otro lado del intercomunicador—

—Buenos días, lamento la molestia —dijo Yohan— Quiero salir pero parece que algo anda mal con mi llave. ¿Podrías ayudarme? —pregunto y casi al instante la puerta se abrió—

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