—Que bien te ves, muñequito. —dijo Seungyoun mirando a Minhee desde el marco de la puerta de su habitación—
—Llegas tarde, Cho. —se quejó Minhee—
—Lo siento, muñequito. —dijo Seungyoun mientras terminaba de entrar a la habitación—
Minhee hizo un puchero y Seungyoun sonrió. Se quitó la corbata y la aventó junto a su saco sobre una silla.
Cuando estuvo frente a Minhee pasó sus brazos alrededor de él y comenzó a besar su cuello.
—No hagas eso. —se quejó Minhee— Estoy enojado.
—Vamos, bebé. —se quejó Seungyoun— He tenido un día horrible en la oficina y solo quiere un poquito de cariño.
Seungyoun besó a Minhee y se separó para desabrochar su camisa.
—Mi papá quiere que vayamos a almorzar con él el fin de semana. —dijo Minhee—
Seungyoun se detuvo y mal miro al menor.
—Si que sabes cómo hacer que se me vayan las ganas. —dijo Seungyoun y se alejó de Minhee—
—¿Por qué eres así con mi papá? —preguntó Minhee—
—Déjame pensar... —dijo Seungyoun— Quizás sea porque me disparó y trato de entregarme al FBI.
—Vamos Seungyoun... Él solo estaba tratando de protegerme. —dijo Minhee y Seungyoun lo mal miro—
—No es como si yo te hubiera tenido secuestrado o algo así. Tú estabas saliendo conmigo por tu propia voluntad.
—Sí, pero trabajabas con mafiosos peligrosos.
—Yo estaba tratando de desligarme de ellos cuando nos conocimos. Además, tú lo sabías. —dijo Seungyoun y Minhee suspiró—
—Sé que papá se equivocó pero ya pasaron varios años, Seungyoun. Somos esposos ahora y mi papá está tratando de llevarse bien contigo. Ya supéralo.
—¿Ves esta cicatriz? —preguntó Seungyoun señalando a la altura de su hombro. Minhee puso los ojos en blanco— La hizo la bala que me disparó tu padre. Cuando esta cicatriz se borre entonces yo voy a "superarlo".
Minhee se acercó y besó la cicatriz de Seungyoun.
—Eso te hace ver más sexy. —dijo Minhee coquetamente y Seungyoun sonrió—
—Acabas de decir que estás enojado. —dijo Seungyoun—
—Podemos llegar a un acuerdo. —dijo Minhee mientras le guiñaba un ojo—
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5 años atrás
—Para el auto frente a esa cafetería. —le dijo Seungyoun a Yohan—
—¿Por qué? —preguntó Yohan—
—Porque necesito comprar un café.
—Ya tomaste tu ración diaria de café. —le dijo Hangyul quien estaba de copiloto—
—Pero necesito tomar más. —se quejó Seungyoun—
—No. —dijeron Yohan y Hangyul a la vez—
—El jefe aquí soy yo. —dijo Seungyoun mal mirándolos—
Seungyoun no solía sacar la carta del 'Jefe soy yo' muy seguido. Si, bien, Yohan y Hangyul eran sus guardaespaldas y trabajaban para él. Los tres habían crecido juntos, así que Seungyoun los trataba como si fueran sus hermanos. Hasta los quería más que a su propio hermano.
