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Antes de que comiencen a leer, quiero decir que me costó horrores terminar de escribir este One Shot 😢
Como algunas saben, mi cuenta anterior fue borrada y todos mis borradores se perdieron, así que estaba completamente en blanco.
Esta historia comenzó con una idea pero al final se distorsionó, así que me disculpo de antemano, pero quería actualizar y es la única que estaba avanzada 😅
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Yohan suspiró y tocó el timbre.
Una semana atrás, cuando su mamá le dijo que ya había encontrado el lugar para que se mudara no se le ocurrió preguntar con quién y ahora se estaba arrepintiendo.
—¿Si? —preguntaron a través del intercomunicador.
—¿Hangyul? Hola, soy... ¿Yohan?
Yohan escuchó una pequeña risa desde el otro lado.
—No lo sé, ¿Eres Yohan?
Yohan suspiró.
—Quise decir que soy Yohan —Yohan hizo un pequeño puchero y Hangyul volvió a reír— No sé si tu mamá te aviso que llegaría hoy.
—Lo hizo —dijo Hangyul— Pasa, es el departamento 402.
La puerta de la entrada se abrió y Yohan arrastró su gran maleta.
Quizás aún podía arrepentirse y regresar a su casa...
Yohan suspiró y negó, había luchado mucho por conseguir ese trabajo y convivir con su crush de la adolescencia no debería de ser tan malo ¿Verdad?
Cuando Yohan llegó al departamento, Hangyul estaba esperándolo en la entrada con una gran sonrisa.
—Bienvenido, Yohanie —dijo Hangyul y Yohan se sonrojo solo un poquito.
Hangyul siempre había tenido la mala manía de llamar a las personas con diminutivos y aunque Yohan lo sabía, no pudo evitar que su corazón hiciera un salto mortal.
Genial, pensó Yohan.
Se suponía que su crush por Hangyul ya había pasado.
Ellos habían crecido, básicamente juntos, hasta los 17 cuando Hangyul se mudó permanente a Seúl y Yohan se quedó en Busan. Sus madres habían sido mejores amigas desde antes de que ellos nacieron y aunque Hangyul era unos meses menor que Yohan, Hangyul siempre lo había protegido y cuidado, y en algún punto Yohan comenzó a enamorarse de él.
Pero sabía que era imposible, Lee Hangyul era el mayor casanova de Busan y Yohan no quería su corazón roto así que desechó la idea.
Claro que decirlo era más fácil que ponerlo en práctica.
Habían pasado 8 años desde la última vez que había hablado cara a cara con Hangyul y para la consternación de Yohan, seguía sintiéndose todo nervioso y sonrojado.
—Vamos no te quedes ahí —dijo Hangyul haciéndose a un lado— Pasa, debes de estar cansado por el viaje.
—Gracias —dijo Yohan mientras entraba y evitaba hacer contacto visual con Hangyul.
Hangyul cerró la puerta y comenzó a caminar por un pasillo.
—Es realmente genial que necesitaras a dónde mudarte, mi compañero de departamento básicamente tomó sus cosas y se fue. Si no conseguía un compañero pronto, tendría que dejar este lugar y es realmente difícil encontrar un buen departamento por aquí.
