Mi familia tendía a adorar mis reuniones de cumpleaños porque si ya amaban las fiestas desde que podía recordarlo, las que Liz Hemmings organizaba, eran las favoritas de todos.
Mamá entró a mi recámara a temprana hora del jueves, pidiendo que me levantara para discutir los planes de mi cumpleaños 21 el fin de semana, golpeándome con la almohada de manera ''cariñosa'' al protestar, solamente haciéndome desear volver a dormir.
—¡Luke!, aún debes ir a comprar las cosas y llevarlas a casa, así que más vale que no me hagas tirarte del colchón porque sabes que no me tocaré el corazón
—Son las 6 de la mañana —Gruñí luego de mirar el reloj. Mi cerebro no trabajaba hasta después de las 7 y eso solo por el lugar en el que me encontraba—
—No te he preguntado la hora
—Vuelve más tarde mamá, estudio medicina, ¿lo recuerdas?, cada hora de sueño debe aprovecharse, además tengo cosas que hacer hoy
—Puedes hacerlas más tarde
—Mhum...
Apenas comenzaba a sentir mis ojos cerrarse bajo la cobija y mi cabeza bajando sobre la almohada, cuando otro golpe fue directo contra mi trasero y decidí sentarme para que terminara con la ''agresividad" hacia mí.
—¡Ya estoy despierto! —Me quejé llevando mis cortos mechones de cabello atrás, encontrándome con una expresión divertida por parte de la entusiasmada mujer, quien tomó asiento frente a mí—
—Excelente —Dio un par de brincos en su lugar. Ella podía ser tan infantil cuando se lo proponía y aunque eso podría ser molesto para muchos, para mí resultaba agradable. A excepción de esa mañana— sabes que la familia estará ahí como siempre, así que, piensa en cómo quieres arreglar el jardín
—Mamá, tú y yo estamos conscientes de que eres quien termina ideando todo porque te encanta lucirte
—¡Hey!, pasas la mayor parte del año fuera del país, perdona por querer hacer tus cumpleaños memorables
Tuve que reír por su comentario y moviéndome para llegar a su lado, la abracé recostando mi cabeza en su hombro.
—Sé que te importa —Asentí— de eso no hay duda... y también sé que seguramente ya has hecho una lista con todo lo que quieres, así que, ¿por qué no mejor esperas a que me dé un baño y después hablamos sobre ello para que pueda ir a comprar las cosas?
—Yo solo intentaba involucrarte un poco en los preparativos —Murmuró abrazándome también, recargando su mejilla en la parte alta de mi cabeza— pero me conoces muy bien, ve a tomar esa ducha
Nuevamente reí al momento que mi madre daba un beso en mi frente y se ponía de pie haciéndome caer sobre el colchón, tres segundos antes de que la almohada en su mano me golpeara por tercera ocasión.
—¡Mamá!
—¡No quiero que te quedes dormido otra vez! —Anunció saliendo de la habitación, cerrando la puerta—
Definitivamente los golpes de ella eran más fuertes que los de Ashley y a mi madre no podía cobrárselos de la misma manera.
Media hora más tarde, bajé a la cocina para tomar el desayuno, con la voz de Liz Hemmings inundando mis oídos hablando de cientos de ideas para la fiesta y los nombres de quienes asistirían.
—Tendremos que hacerla el sábado porque en domingo es cuando más visitas vienen a la clínica y me necesitan aquí —Dejó en claro— entonces, espero que eso no sea un inconveniente
—Para nada —Negué estando de acuerdo— es perfecto, así podré...
La frase quedó a la mitad, ya que tenía en mente pasar mi cumpleaños con Ashley o tal vez los chicos, pero ahora todos nos encontrábamos en un momento donde no podía asegurar el que ellos quisieran ir ahí o salir conmigo.
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(#1) Never Be - Luke Hemmings
Teen FictionNo hay peor dolor como aquel que no se puede sentir...