(#1) Never Be - Luke Hemmings

Capítulo 20 ~ {"Ash Mood"}

"La verdad me golpeó como un balde de agua fría". Era la frase que podía describirme perfectamente en ese preciso momento donde conducía de vuelta a casa de Irwin, con la chica de piel pálida y cabello cobrizo que me acompañaba en el asiento de copiloto a quien nuevamente creía no conocer, y no tenía idea de qué pensar al respecto sobre las palabras que la misma Ashley puso en mi cabeza sobre Liliana siendo parte de su familia.

—¡Ashley ven aquí! —Llamé a la pelirroja una vez que llegamos a casa y la vi entrar corriendo evadiendo mis preguntas— ¡Ashley!

—¡He dicho que no quiero hablar de eso! —Respondió girando sobre sus talones cerca de las escaleras para enfrentarme—

—Si bueno, creo que ya no estás en condiciones de seguir con la misma excusa, así que te sentarás en ese sillón y me dirás la verdad de una maldita vez —Señalé el sofá tras nosotros y sus labios se juntaron en una línea evitando gritar como lo había hecho desde que salimos de la clínica— Ashley

—No

—Ash

—¡No lo haré Luke!

—No me obligues a llevarte por mi cuenta

—No eres capaz

—¿Eso crees? —Di un paso al frente pero no la tomaría por la fuerza, solo quería mostrarle que podía estar o no jugando—

—No lo hagas

—Entonces ve al sofá ahora

—¿Por qué me llevaste ahí?, ¿qué pensabas hacer con Lily, ah?

—Yo solo quería resolver las cosas

—¿Y qué te hizo creer el que ella había sido la culpable de lo que pasó conmigo?

—¡Parecía bastante obvio!

—¿Obvio?

—Ella estaba en el supermercado cuando saliste con Ashton, él dijo verla ahí así que... creímos que era la responsable de todo

—Pero no fue así

—Tal vez si en lugar de guardar silencio decidieras confesar, eso no hubiera sucedido

—Te dije que lo contaría cuando estuviera lista —Sus ojos me miraron con furia por lo que le había hecho pasar y la manera en que traté a la rubia—

—¿Y cuándo será eso? —Con la misma expresión acerqué mi rostro al suyo buscando una respuesta— porque me estoy cansando de discutir el mismo problema día tras día

—Pues eres el único que parece querer traerlo de vuelta día tras día tras día

—¿Y me culpas?, ¿quieres culparme por intentar hacer las cosas bien?

—No te he pedido que arregles nada

—¡Por amor de Dios Ashley!, ¡escucha lo que dices! —Abrí mis brazos exaltado, provocando que se encogiera en su lugar por el miedo a mi reacción— tranquila no voy a golpearte, aunque si lo hago seguramente nadie lo sabrá porque te quedarías callada ¿cierto?

Mi comentario fue de mal gusto y lo supe en cuanto salió de mi boca, pero estaba molesto, muy molesto, con ella, conmigo, con todo el mundo por no saber qué hacer. Ash rodó sus ojos y se burló un poco de mi antes de subir un par de escalones y de que yo tirara de su camisa haciéndola tropezar, apenas dándole la oportunidad de colocar sus manos sobre el barandal para no golpearse el rostro, sin embargo una de sus rodillas no corrió con tanta suerte.

—Mierda Ashley —Me acerqué para ayudarla a ponerse de pie, sintiéndome más que culpable, una basura— lo lamento

—Aléjate de mí —Apartó mis manos de ella y sin voltear a verme subió directo a su recámara mientras la llamaba y la ojiverde volvía a ignorarme—