Capítulo N°19

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Capítulo 19

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Capítulo 19

Cruz medina.


Todo sucedió días después de nuestra salida al campo.

Su habitación estaba llena de luz, no había rincón alguno que no estuviera lleno de flores y de color. A su lado se encontraban de forma perfecta las fotografías qué mostraban pequeños fragmentos de los momentos que más atesoraba, su rostro estaba levemente girado, miraba con determinación hacia la ventana donde se encontraban las rosas qué le había obsequiado como ofrenda de mi amor.

Podía notar su rostro cansado y la palidez de su piel me indicaba que necesitaba descansar. Durante todo el tiempo que tuve la oportunidad de estar con ella trate de observar hasta el más diminuto movimiento, necesitaba recordar con detalle cada parte de ella, las arrugas que se le formaban bajo los ojos cuando los cerraba con fuerza, los hoyuelos que se le formaban al sonreír, lo brillantes qué se volvían sus pecas cuando el sol le pegaba en el rostro, sus delicadas manos, su suave piel y su hermoso rostro, tan perfecto para mi.

La sostuve en mis brazos con tanta necesidad en abrazos qué no deseaba cortar. Cada instante sintiendo su calidez, su aroma, su tan brillante alma.

A pesar de todo, ella seguía sonriendo, no hubo instante en el que no lo hiciera, su mirada seguía teniendo aquel brillo que por mucho la caracterizaba, que me indicaba qué se sentía afortunada, amada.

Todos nos encontrábamos ahí, observándola sonreír a pesar de su enfermedad y sabiendo que pronto se iría y que no abría marcha atrás, no volvería jamás.

Extendió la mano hacia mí, me acerque a ella y le besé la frente, vaya que se veía hermosa -Hola linda. -Dije acariciándole la mejilla, cerro los ojos y suspiro sin borrar la sonrisa de sus labios.

-Hola amor -Contestó con una voz apenas audible. Ella me acaricio la mejilla y luego me acerque a ella para besarle los labios. -Te amo Cruz.

-Yo también te amo linda. -Dije mientras los ojos se me cristalizaban, trate de contener las sensaciones que se presentaban en mi, no me permitiría verle irse triste viéndome llorar.

-Sabes, las lágrimas son esenciales para no ahogarnos y aprender a ser fuertes. -Su voz se cortaba en cada palabra, le costaba respirar, me costaba verla así.

-Lo se amor, pero no hay que llorar, tú te iras al paraíso, eso hay que celebrarlo. -Dije con la voz temblorosa. -Te convertirás en un ángel... En el ángel mas hermoso.

Ella sonrió y cerro los ojos suspirando con pesar, le sostuve la mano temeroso de que se fuera ya, abrió los ojos nuevamente, me miró y luego sonrió, era tan hermosa, era perfecta.

-Seré tu ángel... Recuerda que siempre te Cuidaré donde sea que este. -Dijo a la vez que soltaba mi mano, luego miro a Malcom y él se acercó a nosotros, llevaba en mano una pequeña caja de madera, se la entregó a Adamary y ella lo tomo con ambas manos temblorosas, esforzándose por que no se le cayeran. -Esto, es un obsequió, quiero que en cuanto yo me haya ido lo abras.

ROSAS DE PAPELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora