Busco el origen del sonido que ha interrumpido mis sueños, y resulta que es la maldita alarma que suena como gallo desquiciado al que me dan ganas de degollar, pero mejor solo la apago. Sé que no es el momento para ideas suicidas pero tengo tanto sueño que creo que podría pasar todo el día en la cama, lo sé porque lo he hecho algunas veces, en especial cuando me encuentro triste, como por ejemplo, el día en el que mi querido perro murió, se llamaba bombón, le puse ese nombre porque era tan suave y esponjosito que me recordaba a los bombones, lamentablemente murió.
Salgo de la cama a regañadientes, anoche dormí tan tarde que ahora no me apetece levantarme, pero admito que valió la pena el desvelo, pude hablar con Tyler y él me contó parte de su vida, sé que fue difícil pero lo hizo y eso significa que confía en mi ¿no? bueno al menos eso es lo que creo.
Bueno, hoy es el cumpleaños de la pequeña Megan, así que tengo que estar lista a las 8, que es cundo nos tenemos que ir a preparar lo que haga falta, y si les soy sincera, me hace ilusión ir a la fiesta. Me planto frente al espejo de cuerpo completo que tengo en mi habitación, y me espanto al ver el aspecto que tengo, Santísima Virgen y todos sus santos, estoy peor que la chica del aro, mi pelo está completamente desordenado y seguramente enredado, también tengo una ojeras por dormir tarde, no creo que el maquillaje pueda ocultarlo.
Entro al cuarto de baño e inmediatamente me despojo de todas mis prendas para tomar una ducha y poder despertar completamente, espero a que salga el agua tibia y entro a la ducha, siento como el agua baja por mi cuerpo, y es tan relajante que paso un buen rato disfrutando de esa sensación, pero cierro la ducha antes de que la piel se me arrugue y parezca a una pasa.
Salgo de la ducha y envuelvo mi cuerpo en una toalla y uso otra para cubrir mi pelo, después me cepillo los dientes y vuelvo a mi habitación. Me acerco al armario y del cajón tomo ropa interior, rebusco algo que vaya con la ocasión, pero al final me decido por algo sencillo; unos jeans negros ajustados, una blusa blanca ajustada al cuerpo, y claro no pueden faltar mis conbers blancas. Me plantó frente al espejo y estoy satisfecha con mí atuendo. Ahora viene lo complicado, mí pelo, que por cierto sigue enrollado con la toalla.
Para empezar mí pelo sigue mojado y algo enredado, por lo que primero me ocupo de secarlo con la secadora y después cepillarlo, pero es que santo cielo, mí cabello está tan enredado que pienso que mientras dormía usaron mí cabello de trapeador y en el proceso se enredo, cepillarlo es un infierno.
Minutos después de la gran tortura cepillando mí cabello, por fin logro desenredarme el pelo, anteriormente mí pelo era castaño, pero para ser sincera, jamás me gustó, por eso cuando cumplí los 13 años me lo puente de color escarlata, que hace resaltar mí piel pálida.
Mí primera opción es llevar el pelo suelto, pero como que hoy me siento un poco animada por lo que me hago una media cola. Me pongo algo de brillo labial y un poco de rimer. Listo, se que no soy una modelo de Hollywood, pero no me quejo, me siento lo suficientemente guapa y eso es todo lo que necesito. Al final no tuve que usar quilos de maquillaje para verme presentable.
Tomo el móvil y lo meto en mí pequeño bolso, no se cuánto tiempo me he tardado pero se que aún no es tarde, sino, ya tendría a mí madre echándome bronca por ser tan lenta, mí madre es un pan de Dios, pero cuando se trata de algún compromiso, se vuelve algo dramática.
— Cariño, desayuna lo más rápido que puedas, no quiero que lleguemos tarde – me dice mi madre nada mas entrar a la cocina. Ven de lo que hablo, siempre quiere ser una de las primeras en llegar, y no digo que este mal es solo que a veces exagera.
─ Pero si apenas son las 7:30 – digo al ver el reloj que tenemos en la pared de la cocina.
─ Lo se cariño, pero no podemos llegar tarde – creo que lo mejor será hacer lo que dice, no quiero ponerla de malas.
─ Está bien – respondo. Hoy tenía ganas de desayunar panqueques, supongo que un bol de cereales tampoco esta tan mal – por cierto, ¿Dónde está papá? – pregunto al no notar su presencia, es raro que se despierte tarde.
─ Hace un rato que se fue, le llamaron en la mañana – con razón no está por aquí, solo espero que no haya pasado nada malo en su trabajo – ya sabes no pueden vivir sin tu padre – bromea mamá y me guiña un ojo, trato de devolverle un guiño, pero más bien parece que tuviera una basura en el ojo, nunca me sale.
Y como me lo pidió mamá, desayuno lo más rápido que puedo, y salimos de la casa, el trayecto a la casa de Karla no es tan lejos de la nuestra, solo son 15 minutos en auto, por lo que llegamos incluso antes de las ocho.
Al entrar vamos directo al enorme patio, y lo primero que pienso es que por aquí paso un huracán, las mesas están desordenadas, aún no están cubiertas por los manteles, los inflables aún no están inflados y hay personas de aquí por allá, tratando de hacer su mejor trabajo para que todo esto esté listo a las 3, que es cuando comenzaran a llegar los invitados.
De pronto veo a Karla hablando con las personas, supongo que dándoles indicaciones, y luego sale Alex, que parece a punto de volverse loco, y no puedo evitar que una sonrisa parecida a la del Grinch inunde mi rostro, es raro verlo tan atareado como ahora, y su aspecto no le favorece demasiado, porque para empezar sigue en pijama, su pelo esta desordenado y no de una manera sexy, además se ve un poco molesto, lo más probable es que Karla lo haya despertado temprano.
Y como sí sintiera mi mirada clavada en él, levanta la vista y nuestras miradas se encuentran, solo que esta vez no me molesto en apartar la mirada, quizás tal vez soy un poco mala, pero estoy disfrutando verlo a punto de volverse loco. Solo que él no parece importarle o tal vez ni lo nota, porque igual sonríe y mueve las cejas de forma picara.
─ Hola pequeño piojo – me saluda nada mas llegar junto a mí. Y así es como termina mi día feliz, con Alex y sus apodos ridículos.
─ Hola idiota descerebrado – le respondo yo, tengo que buscar un buen apodo para este idiota, y tiene que ser rápido.
─ Pero si te mueres por mí – responde el muy descarado, en cambio yo pongo cara de asco. Cada día me convenzo de que a este se les cayó de la cuna cuando bebé, si no, no me explico la falta de neuronas en su cerebro.
─ Ni en tus mejores sueños orangután – respondo, pero estoy convencida de que un orangután es incluso más soportable que el mismísimo Alex.
─ ¿sabes? No puedo evitar pensar que nos parecemos mucho a la bella y la bestia – dice y no entiendo a qué viene su comentario, creo que ahora sí que se está volviendo loco – solo que yo soy el bello y tú la bestia – claro, era de esperar algún comentario como ese, después de todo, es de Alex de quien hablamos – incluso con estas fachas soy irresistible – mi madre debe de estar algo ciega, porque simplemente yo no veo ningún cambio en este Alex, sigue siendo el mismo arrogante, solo que ya no me hace bromas pesadas.
─ Si claro, irresistible – digo sarcástica – para las chicas que por desgracia sufren de un problema visual – digo y choco los cinco mentalmente.
─ Lo que pasa es que estas celosa, porque yo no sería capaz de fijarme en ti ni aun que estuviera ciego – Auch, eso sí que fue un golpe bajo, ya que no soy tan bonita como atrás chicas, pero que un chico te diga algo así logra herir tu ego.
─ querrás decir agradecida por no tener que lidiar con un patán que se mete con la primera que se le pone en frente – espeto tratando de no perder la calma, pero es que no es sencillo.
─ Al menos ella tienen la suerte de pasar por este cuerpecito – no puedo evitar poner la cara de asco.
─ Eres repugnante – me alejo de él antes de que pierda la poca paciencia que me queda, está claro que ya no podemos tener una conversación civilizada, porque el disfruta asiéndome cabrear.
Ya casi es hora de que los invitados comiencen a llegar, no hay más de que preocuparnos por que todo está listo. Admito que cuando llegamos el patio era un desastre, paro ahora todo se ve muy bien, las mesas están perfectamente ordenadas y con los manteles puestos, hay una mesa especial para los obsequios, los inflables están en una esquina del patio, y la mesa de golosinas, tiene todo lo que podría hacer feliz a los niños, incluyendo una fuente de chocolate, que aquí entre nos, a mí también me hizo feliz.
Mientas Karla y Alex están preparándose, mamá se está encargando de vestir a Megan, después de todo nosotras ya veníamos listas desde la mañana.
─ ¿Qué tal todo por acá? – pregunto al asomar la cabeza a la recamara de Megan.
─ Todo bien cariño – me responde mamá y entro completamente al cuarto – Megan quedo como una princesa – añade, lo que me da a entender que por fin ha terminado de vestirla.
Entro completamente al cuarto y efectivamente, la pequeña podría parecerse a una princesa, con su hermoso pelo negro rizado, sus lindos ojos marrones, y esas pecas que la hacen ver tan adorable, y que decir del vestido que no cabe duda, fue hecho para esa hermosura, de color lila pegado a su pequeño cuerpo y suelto hasta por encima del tobillo, algo parecido al estilo cenicienta, solo que con dos coletas.
─ Te vez hermosa Megan – capto la atención de la pequeña que al mirarme sus ojos brillan de emoción y alegría, y yo que pensaba que no podría ser más adorable.
─ Tu también te ves muy linda Helen – sonríe de oreja a oreja, se ve tan feliz y me doy cuenta que todo esto vale la pena, por lo que yo le devuelvo el gesto – serias buena novia para mi hermano – dice y por poco no se me salen los ojos. El comentario me ha cogido por sorpresa, no me lo esperaba, pero no me puedo molestar porque ella no sabe que su hermano y yo somos como el agua y el aceite, no nos toleramos.
─ No creo que tu hermano y yo seamos buena pareja – mi madre solo mira la escena sin decir nada, pero puedo notar que está conteniendo una carcajada, ella sabe que Alex y yo no nos llevamos tan bien.
─ ¿Por qué? – pregunta Megan confundida.
─ Por que tu hermano y yo no tenemos somos compatibles, y para que una pareja pueda funcionar tienen que serlo cariño – creo que no me ha entendido del todo, pero aun así asiente y vuelve a tener una gran sonrisa dibujada en su adorable rostro.
Hace más de una hora que la fiesta comenzó, mis amigos también han llegado, incluso Adriana que por poco se echa para atrás, sin embargo Esther termino por convencerla a venir, como regalo de cumpleaños le han traído un oso enorme que podría tener su tamaño.
Nosotros nos encontramos en una mesa aparte, incluso Alex está sentado con nosotros, porque según él y cito textualmente <Estar con una bola de mocosos molestos no es lo suyo> claro que a Adri no le agrado mucho la idea de compartir mesa con él, por lo que ha pasado de ignorar su presencia, en cambio Peter, se la ha pasado la mayor parte del tiempo charlando animadamente con él, incluso se ríen juntos, así que Esther, Adri y yo conversamos.
─ La fiesta ha quedado muy bien Hely – dice Esther admirando por completo el lugar.
─ Si – le apoya Adri – todo quedo hermoso – añade, y en ese preciso momento mi teléfono suena y sé que se trata de una notificación, pero aun así lo saco de mi pequeño bolso, desde la mañana no he tenido tiempo de revisar mi teléfono.
Lo enciendo y efectivamente es una notificación de Facebook, es un mensaje, y creo que todos sabemos de quien se trata, es de Tyler y no puedo evitar que una sonrisa aparezca en mis labios.
Gamer One: Hola hermosa.
Gamer One: Sé que estás en la fiesta pero me moría de ganas por saber de ti y no me pude resistir a escribirte.
¡Hay por Dios! ¿Por qué siempre sale con cosas como esas? Sé que no es gran cosa, pero aun así mi pobre corazón late aceleradamente, y mis mejillas están tan calientes que sé que me he ruborizado, es lindo saber que alguien se acuerda de ti, pero sigo sin entender por qué es que me pasa esto, es solo un chico, uno que jamás he visto en persona.
Scarlet Love: Hola Tyler
Scarlet Love: No te preocupes.
Gamer One: Solo quiero saber cómo te encuentras ¿Qué tal la fiesta?
Scarlet Love: Yo estoy perfectamente bien. Y la fiesta ha quedado estupenda, todo es perfecto, y la pequeña Megan está muy feliz con todo esto.
Gamer One: Me alegro que todo haya salido bien, ha valido la pena.
Scarlet Love: Ni que lo digas.
Scarlet Love: ¿Y tú cómo estás? No hemos hablado prácticamente en todo el día.
Gamer One: Si ya lo sé, y por lo visto me has extrañado.
Gamer One: Bueno yo también he hecho eso, no he dejado de pensar en ti. Pero tranquila estoy bien.
Y ahí está de nuevo, y como no, mi corazón vuelve a tener un ritmo acelerado y el rubor también hace acto de presencia, ¿Cómo es que logra ese efecto en mi sin estar presente? Es todo un misterio.
Scarlet Love: Por lo menos estas bien y eso es lo más importante.
Gamer One: Así que mi bienestar es importante. Es bueno saberlo.
Gamer One: Bueno, lo único que quería saber es como estabas, y como ya lo se te dejo disfrutar de la fiesta.
Gamer One: Adiós preciosa.
Scarlet Love: Adiós Tyler
Gamer One: Hablamos más tarde, linda sirenita.
Me pregunto si Tyler es consciente de cuan lindo es, tal vez esa sea su forma de hablarle a todas las chicas, no es que haya algo especial en mi después de todo, pero aun así no logro evitar el rubor en las mejillas y el mi ritmo cardiaco acelerado.
Levanto la vista del teléfono y como no, mis dos mejores amigas están mirándome, ambas con las ceja enarcada y una sonrisa pícara, puedo jurar que sus sonrisas son incluso más perversa que la del Guasón, y eso ya es mucho decir, a veces dan miedo.
─ Tu novio ¿he? – Adri no puede disimular su enorme sonrisa.
─ No es mi novio...es solo un amigo – repito nuevamente, sí, me gusta, pero solo eso, tampoco es gran cosa.
─ ¿Qué te dijo para que te pusieras como un tomate? – pregunta Esther igual de curiosa.
─ No sabía que tuvieras novio –comenta Peter, la verdad es que no recordaba que estaba con nosotras, y por supuesto que me había olvidado completamente de que Alex también está aquí.
─ Claro que no tengo novio ─ respondo y pongo los ojos en blanco, creo sería un completo milagro que yo por fin tuviera novio, bueno tampoco es que necesite uno ─ es solo un amigo ─ aclaro. Miro a Alex que parece molesto por algo, tiene la mandíbula tan apretada que incluso debe de dolerle, y sus ojos parecen estar echando chispas.
─ No por mucho cariño ─ dice Adri y vuelvo la mirada hacia ella ─ yo creo que le gustas ─ culmina la frase y en cuento las palabras salen de su boca, Alex se levanta de su asiento y se aleja de nosotros sin decir ni una sola palabra, todos nos quedamos atónitos ante su reacción, por que claramente está enfadado, la pregunta es ¿Por qué?
─ De verdad que es un completo idiota ─ refunfuña Adri, debería alegrarse, pero parece molesta de que él se haya ido.
─ A mí me parece que la ha molestado la idea de que tengas novio ─ explica Peter, ¿es que acaso piensa que Alex esta celoso? Porque eso es realmente ridículo, claro que él no sabe que no llegamos ni siquiera a una relación amistosa.
─ ¿Crees que esta celoso? ─ pregunta Esther con incredulidad.
─ Eso es lo que me pareció ─ responde Peter encogiéndose de hombros ─ no lo conozco así que no puedo estar seguro.
─ No es nada agradable, de eso puedes estar seguro ─ espeta Adri, sigo creyendo que parece molesta por algo, ¿será que ella aun siente algo por Alex? Sé que ella dice que lo odia, pero entonces, ¿Por qué parece molesta?
El resto de la fiesta fue muy agradable, me divertí muchísimo con mis amigos, Adri y yo enloquecimos con la fuente de chocolate obviamente, Esther casi se arroja a la mesa de dulces al ver que había bombones; y Peter, tenía una sonrisa tan perversa como la del guasón al ver una máquina de algodón de azúcar. Me pregunto cómo es que ninguno de nosotros tiene diabetes.
Regresamos a casa después de las seis, ya no volví a ver a Alex después de que se alejara de nosotros molesto.
Estaba tan cansada después del día tan agitado que tuve, que me fui directamente a mi habitación y tome una ducha para relajarme. Cuando me recosté mi teléfono sonó. Sonreí porque ya sabía de quien se trataba, no era necesario que encendiera el móvil para saber que era Tyler._____________________________
¡Hola queridísimos lectores! Espero que todos se encuentren bien y mando a todos un saludo.Quiero agradecerles por seguir está historia, y me gustaría que me den sus opiniones ya que soy nueva en ésto.
Sin más que decidir me despido...😘
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La distancia nos separa
Подростковая литература¿Se puede amar a alguien a quien no puedes ver? ¿Alguien que se encuentra a miles de kilómetros de ti? ¿Alguien a quien no puedes tocar? Helen es una chica de 17 años que jamás en su vida se a enamorado, sin embargo, ella cree en el amor de verdad y...