Un amor prohibido

Las siguientes semanas

En las siguientes semanas, mi papa pensó que tomas era un compañero de estudios así que el no tenía problema en que fuera a mi casa y saliéramos a la "biblioteca".
Sebastián y yo estábamos mejor cada vez. Liz, caro Mia, y yo éramos inseparables en el mundo real. Liz y Casper eran "perfectos juntos" (sarcásticamente) eran como agua y aceite, pero pues que haremos. Mia y Diego derramaban miel. Isabel habían conseguido a un "amigo" muy especial, Chris Cowel el tipo no estaba nada mal, y la había invitado al baile de invierno. Mia era la única que no tenía aun pareja, pero no es por que nadie le hubiera preguntado sino por que ella no quería. Las noticias corrían demasiado rápido, la mayoría sabia que tomas y yo andábamos, lo cual me preocupaba un poco por que estaba contra las reglas, pero tomas era el típico chico malo, a el mas bien le emocionaba que nos atraparan. En la academia éramos el "temido séquito" así nos llamaba mi tía, éramos tomas, yo, Isabel, Chris, Mia y Evan Hathaway, el era un amigo de tomas el cual necesitaba un plato para la baba cuando veía a Mia, a kilómetros se veía que el moría por ella pero el sentimiento no era mutuo. Finalmente Mia y Evan iría juntos al baile, esto seria genial. Las chicas fuimos por nuestros vestidos y los chicos por sus trajes. En mi cuarto mi tía fue a ayudarnos a maquillarnos y peinarnos, bueno de hecho a ensayarlos, digamos que terminamos viéndonos como pordioseras, pero fue extremadamente divertido, algo que un hombre nunca podrá hacer o si??. Bueno volviendo al tema, los chicos nos pidieron varias veces ver los vestidos pero nos negamos, seria genial ver su cara cuando nos vieran, aunque al final aceptamos claro que nos les enseñamos los verdaderos cada una tomo una camisa de su papa ( que nos quedaban de vestido) y le puso un cinturón, unas chanclas y un chongo mal hecho, se veían aterrados con la idea de ser vistos en público con nosotras así, pero claro que nosotras tampoco nos vestiríamos tal vez un hombre lo consideraría pero una dama NUNCA.