Él

ix

Izuku caminaba lentamente por los pasillos, casi arrastrando sus pies, queriendo que el día acabase ya y al siguiente día que se despertara estuviera fuera de ese estúpido reformatorio junto a Tomura tomados de las manos.

Bueno, quizás estaba queriendo algo inalcanzable.

Mientras pensaba y evadía a los demás que caminaban por los pasillos para llegar hasta el patio, Izuku llegó hasta su lugar favorito, mentalmente deseaba que el pelo celeste se apareciera de nuevo para alegrar más su día, sentía que cada segundo en el que podía ver al peli celeste se convertía en un segundo valioso.

Cuando llegó a su destino, deslizó su espalda por la pared hasta quedar sentado, sin ganas, recordando que no había comido nada desde que se había despertado y además dejó el cuadro de Tomura en un lugar que podría ser encontrado por cualquiera, no tenía ni idea de qué iba a hacer con el cuadro, pensaba que para deshacerse de él podría romperlo pero eso le partiría el corazón y luego de ver la reacción del peli celeste ante él, era como si también rompiera el corazón de Tomura, lo cual hacía diez veces más difícil su decisión.

Era cuestión de tiempo que alguien la viera y quisiera molestarlo con ella, a Izuku lentamente se le acababa el tiempo entre más pasaban los días, el día siguiente ya sería sábado y aunque muchos no estarían en el reformatorio, era el día de limpieza de esa semana y si no se deshacía del cuadro, lo encontrarían debajo de su cama.

Mientras pensaba en qué hacer con la pintura, mantenía sus ojos cerrados y estaba demasiado metido en su mente, tanto que ni siquiera se fijó en la presencia de alguien frente a él, al otro lado de la reja.

—Parece que sigues preocupado por algo, ¿No? —dijo casi riendo Tomura.

Pero ni siquiera entonces Izuku abrió los ojos porque estaba seguro de que estaba divagando y en realidad no había escuchado nada, su mente solo intentaba distraerlo, era una broma que él mismo se hacía porque si no ¿Qué razón tendría el peli celeste para hablar de nuevo con él?

Y por un momento pensó que era sospechoso, quizás Tomura se había enterado de su extraña aflicción hacia él y tan solo estás jugando a ser amigos para luego dejarlo tirado con su ser lleno de ilusiones y fantasías. Sí, necesitaba pensar en eso porque su corazón comenzaba a palpitar rápidamente con tan solo tener la imagen del peli celeste en mente, pensar en su voz, en sus ojos, en su risa... Simplemente podía sentir como sus sentimientos se desbordaban.

Entonces, de nuevo escucho la tan ansiada voz.

—¡Hey, ¿Acaso vas a hacer como si no existiera, Izuku?! —exclamó un poco sorprendido y molesto, pero aún con esa pizca de burla entre sus palabras.

Solo ahí, cuando imagino cómo los agrietados y pálidos labios de Tomura se abrían para decir su nombre, abrió los ojos porque pensó que su fantasía podría llegar muy lejos. Y cuando abrió los ojos, lo vio, no era una fantasía, estaba allí sentado y él sí le había hablado, no había sido una broma por parte de su mente.

—Pensé que estaba soñando —dijo una excusa rápida sin pensar, riendo nervioso al final eu extendiendo sus labios lo más posible para hacer una mueca parecida a una sonrisa.

—¿Acaso sueñas conmigo? —alzó una ceja al terminar su frase.

Mala elección de palabras, se reprendió internamente Izuku, pero luego pensó que eso había sido mejor que decir que pensaba que era una fantasía porque en esa situación habría cavado su propio hoyo, o quizás ya lo había hecho pero quería sentirse reconfortado por al menos no haberse equivocado tanto.

—Claro que no, olvídalo, más bien ¿Por qué estás aquí? —preguntó intentando demostrar desinterés aunque le carcomía la curiosidad.

—Quería que me hicieras un favor —sonrió de lado para luego continuar hablando. —Tengo entendido que la bolsa que te di sí se la entregaste a Dabi, entonces, ¿Qué tal si me haces ese favor de nuevo?

Izuku lo pensó durante cinco segundos, cinco porque rápidamente le dio una mirada a la bolsa que el otro mantenía en sus manos y los segundos restantes lo miró directamente a los ojos, obviamente diría que no, él odiaba hacer favores y también odiaba a Dabi, no por ser Tomura le haría un favor, no de nuevo.

—No —intentó decir con seriedad, pero inmediatamente desvió su mirada a un lado de la reja en la que no tenía necesidad de ver a Tomura. —De todos modos puedes dársela tú...

"Igual que antes" iba a añadir, pero pudo cerrar su boca antes de delatarse a sí mismo.

—Tienes razón, pero es más divertido mandárselo contigo ya que se llevan de maravilla —rio.

Ante sus palabras Izuku tan solo bufó para dirigir nuevamente su mirada a Tomura, queriendo internamente decirle que sí, pero ya que no quería ceder fácil se negaría un rato más.

—Vamos, es a penas el segundo favor que te pido —dijo y procedió a mirarle cerrando un poco sus ojos y sonriendo sin mostrar sus dientes, intentando que el pecoso aceptara.

Izuku se quedó nuevamente callado.

—... Si me haces el favor te dejaría dibujarme y podrías mejorar haciendo retratos —habló intentando sonar convincente.

—Mmmm, ¿Por qué aceptaría? —espetó con falsa indiferencia mientras apretaba sus puños intentando contener su emoción, luego de unos segundos volvió a hablar, —Está bien, te haré el favor.

Entonces el peli celeste sonrió mostrando incluso sus encías y cerrando completamente los ojos, había obtenido lo que quería y tan solo deseaba expresar su felicidad ante eso, tiró la bolsa negra por encima de la reja y se levantó del suelo, sacudiendo su pantalón.

—Cinco, cuatro, tres... —comenzó a contar, e Izuku tan solo lo miraba confundido y un poco asustado mientras apretaba lo qué sea que fuera que estaba en la bolsa negra. —dos, uno-

Y entonces sonó el timbre de nuevo, Tomura le miró por una última vez e Izuku quiso pensar que el brillo que había visto en sus ojos carmín no había sido una ilusión, el mayor se despidió moviendo su mano y rápidamente se fue, sin darle tiempo a Izuku de responder.

Lentamente el pecoso se levantaba del suelo y pensó en cuánto tiempo había estado divagando y cuánto habría demorado en llegar allí, también en lo misterioso y realmente extraño que era Tomura.

Y podría pensar en más cosas, pero escuchó un ruido que provenía de su estómago y olvidó todo pensamiento diferente a comer.

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sin palabras

espero como siempre que estén cuidando de ustedes mismos y no se hayan aburrido de esperar por la actualización.

sinceramente se me olvidó actualizar y siempre lo posponía además a veces me daban ganas de cambiar toda la trama pero ya está todo bien ajjajaja

intenté que fuera más largo el capítulo también, una razón por la cual no quería actualizar esta que no tengo los dibujos que quería hacer de mis diseños de tatuajes, literal me encantaría que los vieran porque tengo unas ideas que en lo personal me gustan muchísimo pero es díficil plasmarlas en papel

porfis si quieren que actualice rápido recuérdemenlo porque se me olvida.

iba actualizar ayer y me quitaron el internet ajsjajjajajja

;;28092020