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—¿Avergonzado por la pintura? —le miró incrédulo. —¿Por qué? Es la pintura más hermosa que he visto, los trazos, las flores, los colores, ¡y estaba en ella mi rostro!

Rápidamente, al escucharlo, un sonrojo se esparció en sus mejillas y llegó a sus orejas, dejando su cara bastante roja; para este momento, Izuku no podía creer la actitud que tenía Tomura.

Él parecía ser tranquilo y bastante agradable, pero a la vez parecía calentar su alma con cada palabra y darle vida con cada sonrisa que le brindaba. Simplemente extraño, y algo completamente nuevo para el pequeño pecoso.

—Nunca había pintado el rostro de alguien más... Solo es eso.

Tomura sonrió un poco ante eso.

—Yo nunca había sido pintado por alguien, así que estamos a mano, —y extendió más su sonrisa.

Y el silencio se adueñó del momento, Izuku ni hablaba porque no sabía con exactitud qué decir y también quería apreciar la sonrisa del peli celeste un poco más, y sin quererlo también había comenzado a sonreír como tonto. Tomura parecía sereno, pero un brillo en sus ojos hacia destacar más su color escarlata y la sonrisa que tenía se negaba a abandonar su cara.

Por unos minutos todo fue inmensamente tranquilo.

Tan tranquilo, que Izuku comenzó a sentir que en cualquier momento todo se convertiría en un desastre. Pero no sucedió.

Lo único que pasó, fue que Tomura volvió a hablar.

—Ahora, ¿si me dirás que sucedió? —preguntó alzando una de sus cejas, y haciendo una mueca graciosa.

—Solo un castigo por el supervisor —explicó —Pero los odio porque no puedo saltarlos.

Tomura rio un poco ante lo último.

—No es demasiado entonces, no deberías dejar de sonreír por tonterías como esa —dijo.

E Izuku pensó que alguien debió de haberle advertido al inicio del día lo vergonzoso que sería todo, le gustaba escuchar cosas como esa, pero odiaba no poder controlar sus reacciones y siempre terminar tan rojo como un tomate, lo que lo hacía avergonzar más y todo empeoraba. De igual manera, debido a lo sonrojado que estaba, pensó que sería buena idea esconderse, pero como no podía, se refugió en sus brazos, colocando la cabeza entre estos y dejando de mirar a Tomura fijamente.

—Supongo que eso haré —murmuró Izuku entre sus brazos, estaba deseando que el sonrojo se le pasara lo más rápido posible para poder seguir hablando con el otro chico.

El peli celeste lo miraba encantado, todavía con una sonrisa en su rostro pero era debido a las diversas reacciones de Izuku, siempre eran exageradas naturalmente y eso era bastante curioso, además de que era gracioso y lindo, también.

—Cuéntame algo vergonzoso de ti, quizás así me de menos pena, ya sabes —habló Izuku sacando la cabeza de entre sus brazos, para suspirar al final de la frase.

Seguía avergonzado, sí, pero no perdería la oportunidad de oro que tenía para saber más del peli celeste, teniendo en cuenta que eran pocas las cosas que sabía de él.

—¿Algo vergonzoso? —preguntó Tomura, había escuchado bien pero le había tomado desprevenido, el otro chico parecía interesado en él y simplemente era algo que no se lo esperaba.

Ante su pregunta, Izuku asintió, y Tomura comenzó a pensar en algo para decirle.

—Mmm, no lo sé —rascó su cabeza, pensativo —Creo que tengo una.

Los ojos de Izuku brillaron de emoción, sabría más cosas de quién le interesaba.

—Solo tengo ropa negra —dijo, y pudo ver como Izuku hacia una mueca que demostraba lo descontento que estaba con la respuesta. —¿Qué? Para mí eso es vergonzoso.

Y entonces Izuku comenzó a reírse a carcajadas, la respuesta de Tomura era bastante absurda y muy alejada de lo que esperaba, pero luego de escuchar sus últimas palabras sintió que igualmente cumplió con su cometido, pues había descubierto una nueva cosa acerca del pelo celeste, y es que este se interesaba en cosas tontas, algo que lo hacía verse más tierno para la vista del pecoso.

Justo en ese momento, sonó el horroroso timbre para darle fin a la primera clase, Izuku no sabía ni en qué clase estaba su grupo, pero lo que sí es que en esta hora el supervisor podría ir a hablar acerca del castigo, y necesitaba enterarse de ello porque no tenía detalles, así que se levantó y sacudió el polvo que podía tener su ropa, luego miró hacia la reja, viendo a Tomura mirándolo fijamente.

A este paso, esa mirada lo seguiría hasta en sus sueños; o bueno, eso fue lo que pensó Izuku por un segundo antes de hablar.

—Me tengo que ir —dijo en un suspiro triste.

—Eso es una desgracia, pero nos veremos de nuevo, Izuku.

Y antes de que Izuku pudiera decir algo más, Tomura ya se había levantado e ido a pasos rápidos.

Ahora que lo pensaba, comenzaba a ser extraño que se lo encontrara tanto ahora, ¿sería alguna tontería como el destino o nada más coincidencia?

Con ese pensamiento, Izuku se dirigió corriendo a buscar a su grupo entre los salones de clases.
















































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aquí hay otro capítulo yei

quería subirlo antes pero ¡oh sorpresa! Tengo un montón de tarea para esta semanaaaaaaaaaaaa, igual a esta hora es la única en la que me puedo dar un tiempo para escribir gracias al señor insomnio ajajjajajja

y acerca de los tatuajes y piercings, pensaré más en ello, pueden seguir comentando sobre ello si se les ocurre algo más; y me encantaría hacer algún tipo de bosquejo o algo así de Izuku con tatuajes en los lugares que ustedes dijeron que les gustaría, o los piercings que también dijeron que eran de su agrado pero el tiempo no está de mi lado, si se puede intentaría hacerlos para el fin de semana o algo así... Estaré viendo si estoy libre.

espero que podamos leernos pronto, ¡hasta la próxima! ♥

;;15042020

ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora