¿Qué pasa cuando se abrazan el amor y la muerte?
¿Se muere el amor? ¿O se enamora la muerte?
Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte.
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● ꜰᴀɴꜰɪᴄᴛɪᴏɴ
● ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ x ᴏᴄ
● ᴛᴏᴅᴏꜱ ʟᴏꜱ ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏ...
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La primavera trae muchas cosas consigo: Colores, aromas, calor y alegría.
La primavera por alguna razón trae emociones buenas y agradables, según mucha gente brinda amor y nuevas sensaciones.
Es esa época del año en que las alegrías del corazón humano se reponen todas las noches, cuando la fresca brisa acaricia tu cara y el corazón solo sabe que algo grande está por suceder.
La primavera llega para recordarnos que se puede florecer y comenzar de nuevo después de haber soportado muchas tormentas.
Era una mañana tranquila, los cerezos florecían, los pájaros cantaban, el cielo estaba despejado.
Una azabache se encontraba sentada en su escritorio estudiando.
Se acercaba la temporada de exámenes y debía de entregar un trabajo de investigación excesivamente largo que trataba sobre Creutzfeldt-Jakob, una enfermedad degenerativa y mortal que afecta gravemente al sistema nervioso.
Es su sexto y último año de la carrera de Medicina. Si aprueba el curso con notas sobresalientes, podrá por fin sacar su Doctorado y poder finalmente buscar trabajo.
Miró el reloj que había en su habitación, marcaba las ocho de la mañana. Se había desvelado casi toda la noche.
De repente, unos toques en la puerta interrumpieron su escritura.
Una mujer de piel trigueña y cabello negro y largo se asomó por la puerta de su habitación. Era una persona alta y de contextura mediana.
Se trataba de su progenitora, Park Seong-Jin.
─ Buenos días, cariño ─ saludó la recién nombrada sonriendo.
─ Buenos días, mamá ─ respondió la joven de la misma manera mientras giraba su silla para poder verla mejor.
─ Hija, ¿Cómo amaneciste?
─ Bien, como siempre ─ contestó encogiendo sus hombros sin darle mucha importancia.
─ Cielo, te ves cansada, ¿Segura que dormiste bien? Si te sientes mal podemos ir a algún médico que te re─
─ Tranquila, mamá ─ interrumpió con voz tranquila tratando de calmar a su pobre madre, la cual a veces exagera un poco las cosas en situaciones como estas, ya que se preocupa demasiado. Y esto para Myeong-Suk era ciertas veces estresante ─ Estoy bien, es solo que no he podido dormir mucho.
─ ¿Y eso porqué, cielo? ¿Cuántas horas has dormido?
─ Tengo que entregar un trabajo de investigación muy importante, así que creo que unas cuatro o cinco horas ─ explicó la contraria restándole importancia al asunto mientras hacía estiramientos con sus brazos.
─ Pues cariño, no sé qué decirte ─ pausó Seong-Jin dando un ligero suspiro ─ Sé que tus estudios son importantes, pero más importante es tu salud, y tú lo sabes mejor que yo, porque desde lejos se puede ver tu cara llena de cansancio y tus ojos soñolientos.
