¿Qué pasa cuando se abrazan el amor y la muerte?
¿Se muere el amor? ¿O se enamora la muerte?
Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte.
❁━━━━━━✧❁✧━━━━━━❁
● ꜰᴀɴꜰɪᴄᴛɪᴏɴ
● ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ x ᴏᴄ
● ᴛᴏᴅᴏꜱ ʟᴏꜱ ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏ...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había sido un día largo y agotador. Myeong-Suk se encontraba en la puerta de su casa mientras sacaba las llaves para poder abrirla. Una vez abierta, entró y la volvió a cerrar nuevamente dejando la llave colgada en el porta llaves de pared que había en la entrada de su casa.
La azabache miró el panorama viendo todo igual a como lo dejó en la mañana. El silencio y la tranquilidad inundaban el lugar, su madre aún no llegaba del trabajo, por lo que decidió irse a su habitación.
Al llegar, prendió la luz y cerró la puerta detrás de ella. Por la ventana del dormitorio, se podían ver cómo en el cielo nocturno un par de nubes opacas y suaves tapaban la brillante luz ténue de la luna.
Myeong-Suk se detuvo frente al espejo que tenía colgado en una de las paredes del cuarto. De repente, se dió cuenta que tenía las ojeras muy pronunciadas y las mejillas inflamadas, así que creyó que lo mejor era descansar un poco.
Se sacó aquella vestimenta que llevaba reemplazandola por un pijama de satén, hizo sus necesidades y se fue a dormir en su hanok. Estaba agotada por lo que no demoró en conciliar el sueño.
●●●●●●
La joven muchacha se encontraba paseando por el bosque. Vestía un lindo hanbok lila con estampados de flores. Realmente muy hermoso.
El cielo estaba despejado y era celeste y luminoso. El suelo estaba cubierto por un verde césped con flores. No había nadie en aquel lugar salvo ella misma, por lo que un silencio muy profundo reinaba el enorme bosque.
De pronto, la azabache tuvo la sensación de que alguien la perseguía, y una brisa recorrió todo su cuerpo haciendo que su piel se erizará.
El sonido de unas herraduras chocando contra el suelo empezó a inundar el lugar, se escuchaba como si un caballo se acercase galopando rápidamente hacia ella.
El miedo comenzó a invadir la mente de aquella chica mientras algunos escalofríos recorrían su cuerpo. Estaba aterrada. Aquel ruido se oía cada vez más cercano de donde estaba ella.
Corrió con rapidez en dirección opuesta adentrándose más aún en el bosque mientras gritaba pidiendo ayuda. Un intento de escape fallido. El jinete se estaba acercando a ella a una velocidad vertiginosa. La azabache se dispuso a intentar escaparse por segunda vez pero su cuerpo no respondía, era incapaz de hacer algún movimiento. Ya no tenía escapatoria.
La muchacha sentía que su corazón estaba al borde del colapso puesto que éste latía frenéticamente. Se agachó con las rodillas dobladas mientras aferraba sus brazos sobre su cabeza esperando sentir el impacto. Tenía los ojos cerrados y no los pensaba abrir por nada en el mundo, sentía que la presión en su pecho la asfixiaba.
Inesperadamente, la chica sintió que algo le golpeó provocando que todo el aire que contenía en sus pulmones saliera y su cuerpo cayera en un abismo.
