Vol. 1. Capítulo 23. Fiesta (5)

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—Usted ha cambiado mucho en comparación de antes. En realidad, siempre y cuando no tengas como objetivo a Ge Chen, Lu Tian no será duro con usted—Dijo Su Qi Cheng.

Después de todo eso, ¿fue a causa de Ge Chen, que él decidió hablar con Tang Feng?. Parecía como si el “Tang Feng” de antes, realmente había acosado a Ge Chen en numerosas ocasiones. Sin embargo, en el círculo de entretenimiento, hay pocas estrellas que pueden subir a una alta posición y dejarse intimidar fácilmente por una estrella olvidada. En palabras de Su Cheng Qi, Tang Feng lo único que tenía que hacer, era mantener una actitud calmada.

—Parece que hubo algunos malentendidos en el pasado entre Ge Chen y yo. Él es un buen actor y persona. En este momento, no guardo ningún tipo de rencor hacia él. Espero que el presidente Su pueda entender. Como una desconocida estrella del pasado, mi vida no es muy fácil. Por lo tanto, espero que el presidente Su y Ge Chen puedan perdonarme por mis errores anteriores—Cualquiera que sea el caso, lo mejor era parecer dócil y disculparse.

El tono de Tang Feng era sincero; y la insinuación de impotencia en sus palabras le hacía parecer verdaderamente lamentable.

Su Qi Cheng estaba un poco sorprendido. Suavizó su voz y dijo—El pasado quedo en el pasado. Estoy seguro de que a Ge Cheng no le importará. En realidad, no lo ha culpado en absoluto. Es un tipo encantador y una buena persona.
Al escuchar esas palabras, en verdad, Tang Feng pensó, “la belleza estaba en los ojos del espectador”. Para los ojos de Su Qi Cheng y los de Lu Tian, Chen Ge era un ángel. Por lo tanto, el ángel tenía que vestirse completamente de blanco, ser de buen corazón y no parecer nada cruel.

Tang Feng no tenía opinión sobre Ge Chen; Sin embargo, se sintió disgustado por las palabras de Su Qi Cheng.

Siempre había pensado que ese tipo diálogos sólo aparecían en las películas.

Y hablando del diablo, un rostro pálido con un traje blanco, y una postura que hablaba de su belleza enfermiza sin importar el lugar, el muy querido Ge Chen, inesperadamente salió al balcón. Llevaba una sonrisa tenue y suave en su rostro. Si la luz blanca se proyectara detrás de él, entonces se vería como un ángel que descendía desde el cielo.

—Su Qi, ¿qué haces aquí solo?—Ge Chen sonrió mientras se acercaba y abrazó a Su Qi Cheng delante de Tang Feng.

Tang Feng se quedó en silencio por un lado y bebió su champán. ¿Por qué Ge Chen asume que Su Qi Cheng estaba “aquí solo”? Bien podría ser Tang Feng una pieza de decoración, ya que al parecer él no era una parte de la humanidad.

—Lu Tian te estaba buscando. Ve adentro rápidamente—Su sonrisa era como la de un ángel.

Su Qi Cheng aceptó felizmente, y después de darle Tang Feng una señal con la mano se dirigió de nuevo a la habitación. Ge Chen y Tang Feng se quedaron solos en el balcón. Al parecer, Ge Chen no tenía planes de volver a la habitación después de Su Qi Cheng.

Ge Chen mantuvo una suave y leve sonrisa mientras caminaba al lado de Tang Feng. Tang Feng era alto y Ge Chen sólo alcanzaba a llegarle alrededor de su hombro. De repente pensó, tal vez a Su Qi Cheng y a los demás le gusta el tipo lindo e indefenso.

—Tang Feng, pensé que habías cambiado, pero mirándote ahora, parece que era sólo otro de tus absurdos y patético juegos tuyos. No tengo más remedio que admitir que tus habilidades de actuación han mejorado, pero todo esto es inútil frente a mí. Lu Tian y Su Qi pueden no haberlo notado, pero puedo ver a través de tu torpe acto. Voy a pedirte que por favor te mantengas alejado de Su Qi. Si deseas pedir prestado o atraer a los hombres para captar la atención de Lu Tian, entonces debo decirte que, si Lu Tian siquiera se preocupara por ti, entonces ¿cómo podría enviarte a la cama Charles?—El “ángel” de Su Qi Cheng le sonrió Tang Feng luego cada palabra de su consejo—No importa lo que hagas, a él nunca le gustaras, por no hablar de lo sucio que estás en este momento.

Mira sus palabras, el realmente es un ángel.

—Si Charles y yo durmiendo juntos es sucio, entonces, estar durmiendo con Su Qi Cheng en un lado y en secreto estar en contacto con Lu Tian por el otro, sin lugar a dudas eso muy limpio—Tang Feng cortésmente le recordó—Hueles a la colonia de Lu Tian. Lo mejor sería que vayas a cambiarte.

El rostro de Ge Chen se puso aún más pálido. Sin decir una palabra, se giró para golpear a Tang Feng y como los dos estaban de pie demasiado cerca, Tang Feng no pudo evitarlo a tiempo, derramando el champán en ambos.

Ge Chen se fue sin decir una palabra, y Tang Feng suspiró por dentro. Ahora no sólo Ge Chen tiene una excusa para cambiarse de ropa, sino que incluso podría ir donde Su Cheng Qi o donde Lu Tian Chen y hablar mal de él.

El Rey De La Pantalla De Cine (Vol 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora