El Rey De La Pantalla De Cine (Vol 1)

Vol. 1. Capítulo 48. Comerte (1)

Lo que más le gustaba a Tang Feng en la casa de Charles era el baño de lujo en el dormitorio principal. Aunque la habitación de huéspedes era preciosa, todavía había una gran diferencia entre el dormitorio principal y ella. Una semana después de que Tang Feng comenzará a vivir con Charles.Él le había dado la contraseña a la puerta del dormitorio principal.

Conociendo el tiempo y la forma apropiados de hacer las cosas, Tang Feng disfrutaba especialmente descansando en la bañera durante un máximo de dos horas, mientras que Charles no estaba en casa. Mientras se remojaba en el agua tibia, se recostaba, bebía un vaso de jugo y veía películas en la televisión colgada en la pared opuesta.

La película que había visto hoy fue un romance que había sido muy popular en Francia hace un tiempo. La historia siguió un aristócrata que había perdido sus piernas en un accidente de paracaidismo. Incapaz de cuidar de sí mismo, el aristócrata contrata a un joven africano como su ayudante. Las dos personas de mundos muy diferentes estaban ahora conectadas entre sí. La película no trató con argumentos convencionales sobre la división en las clases sociales o el tema odioso de la discriminación racial. En cambio, fue un romance reconfortante que superó todo eso y dejó al espectador con una sensación de calor.

Un argumento más realista y trágico podría resonar más con la audiencia, y dejar una impresión más grande, pero a Tang Feng personalmente le gustaban las películas conmovedoras. Sin importar qué dificultades o situaciones difíciles uno pudiera encontrar en la vida, uno simplemente tenía que superarla, no por ninguna razón especial, sino simplemente para ver un mañana mejor.

Después de terminar la película y su jugo, Tang Feng salió del baño envuelto en una bata de baño. Para su sorpresa, Charles ya lo estaba esperando. A partir de las experiencias pasadas, sabía que Charles por lo general no volvería a casa tan temprano.

—Mi amor— Con los brazos abiertos, Charles caminó hacia él —Hueles bien— Envolviendo sus brazos alrededor de Tang Feng, Charles felizmente respiró el débil aroma de jabón en el cuello del otro, y también aterrizó unos besos suaves allí.

—Hoy volviste muy temprano.

Agarrando ambas manos de Charles, Tang Feng escapó del abrazo del otro hombre. Tang Feng no estaba seguro de si Charles había contraído algún tipo de enfermedad extraña o algún otro problema, pero últimamente, cada vez que Charles lo veía, lo abrazaba o lo besaba como si no se hubieran visto durante años. ¡Tanto que Tang Feng a veces quería patearlo en la cara!

Charles sonrió mientras ponía un brazo alrededor de los hombros de Tang Feng y enfundaba el otro debajo de sus rodillas. Sin advertencia, levantó a Tang Feng.

—¡Charles!

Conmocionado, Tang Feng rápidamente agarró el cuello de Charles.
Era la primera vez en su vida que alguien lo había llevado así.

—Soy muy fuerte, así que no te preocupes que no te dejare caer.

Con una risa rápida, Charles lo llevó a la cama y moviendo su cabeza, comenzó a besarlo. Besó a Tang Feng desde su frente hasta el puente de su nariz, sus mejillas, sus labios, su barbilla y su cuello ... Gradualmente, se dirigió hacia abajo, con suavidad y persistencia. Se sentía como si fueran una verdadera pareja.

—Lo hicimos ayer.

Dijo Tang Feng cuando Charles abrió su bata, revelando un pecho desnudo que brillaba suavemente en la suave luz. Charles movió su boca estratégicamente a través del cuerpo de Tang Feng en una caricia tierna. Involuntariamente, la respiración de Tang Feng comenzó a acelerarse.

—Quiero hacerlo contigo hasta el amanecer. Quiero abrazarte fuerte en mis brazos.

Dijo Charles mientras levantaba los ojos. Luego miró hacia abajo y continuó besando el estómago de Tang Feng, los muslos, las rodillas y, finalmente, el empeine de los pies de éste.

—Eres tan encantador. Incluso tus uñas de los pies son hermosas— Charles besó los dedos redondos y hermosos del otro hombre mientras hablaba.

—Hey…

Un poco cosquilloso, Tang Feng movió su pie lejos. Charles no lo dejó marchar, y le agarró de nuevo el pie.

—¿Estás avergonzado? Jaja, estoy simplemente diciendo la verdad— Los dedos de Charles acariciaron el tobillo pálido de Tang Feng. Miró las débiles venas azules que corrían bajo la pálida piel de los pies de Tang Feng. Se inclinó y las besó de nuevo —En este momento, realmente quiero comerte.

Tang Feng levantó una ceja. Cuando había estado en la cama con Charles antes, siempre había dejado que Charles tomara la iniciativa, ya que la técnica de este último no era mala. Pero ahora mismo, podría ser una buena idea probar algo nuevo.

—Entonces solo tendremos que ver si puedes—Tang Feng sonrió.
Levantó una de sus piernas y pisó el pecho firme de Charles.