Tang Feng desapareció. Chen Ming Xu inicialmente pensó que el actor simplemente había salido y volvería en poco tiempo. Después de todo, la billetera y el teléfono de Tang Feng todavía estaban sobre la mesa. Sin embargo, después de esperar cinco minutos, Chen Ming Xu no pudo quedarse quieto y esperar más. Rápidamente dio la vuelta y preguntó a los camareros y a los otros clientes de la cafetería si habían visto a dónde había ido Tang Feng. La única respuesta que recibió fue que un hombre vestido con un traje había agarrado a Tang Feng por el brazo y había dejado la cafetería con él.
Chen Ming Xu de repente sintió como si alguien le hubiera vertido un cubo de agua helada; un escalofrío viajó desde la parte superior de su cabeza hasta la punta de sus dedos.
Inmediatamente sacó su teléfono y llamó a Lu Tian Chen.
El presidente se dirigió rápidamente a la cafetería y recogió las cosas que Tang Feng había dejado atrás. Le dijo a Chen Ming Xu que no se preocupara, lo más probable es que Tang Feng hubiera elegido irse con alguien que conociese. Después de advertir a Chen Ming Xu que mantuviera silencio sobre el asunto, Lu Tian Chen salió de la cafetería.
— ¿Quién crees que se llevó a Tang Feng? —Mientras conducía, Lu Tian Chen llamó a Charles. —No creo que sea Albert. La escena parecía demasiado limpia para que hubiera sido él. También había otros clientes dentro de la cafetería. Tang Feng es inteligente. Si hubiera sido un extraño, habría ofrecido cierta resistencia, pero no lo hizo.
— ¿Entonces estás pensando que es alguien que él conoce?
—Correcto.
— ¿No dirás que crees que soy yo quien lo hizo?
—No creo que estés desesperado hasta el punto de que recurrirías al secuestro. Charles, ¿no se supone que eres un caballero? — Lu Tian Chen se rió entre dientes.
—No tengo uso para tu alabanza. De acuerdo, ya he enviado personas para rastrear el paradero de Tang Feng. Por el tono de tu voz, no pareces muy preocupado por él. —Charles resopló en respuesta.
Lu Tian Chen apretó con fuerza el volante y entrecerró los ojos ligeramente. Se burló y dijo, —No hay nadie alrededor de Tang Feng que quiera hacerle daño. Si el dinero es su objetivo, nos contactaran.
—¡Maldición! ¿Qué pasa si están detrás del cuerpo de Tang Feng? — Charles estaba furioso. No había puesto un dedo en Tang Feng en mucho tiempo. Si apareciera una tercera o una cuarta persona mientras hacía todo lo posible por controlar sus impulsos, entonces no podría resistirse a matarlos.
La pregunta que Charles planteó era algo que Lu Tian Chen no había considerado. Frunció el ceño ante la idea, cada vez más irritado solo de reflexionar acerca de esa posibilidad. Si alguien se atreviera a tocar lo que era suyo, les haría pagar un precio tan alto que incluso sus vidas no serían suficientes.
—Entonces, deberíamos encontrarlo antes de que oscurezca. —Lu Tian Chen terminó abruptamente la llamada y arrancó su auricular Bluetooth.
****
Tang Feng se sintió mareado y aturdido, como si un elefante hubiera pisado su cabeza mientras estaba inconsciente. Toda su persona estaba atrapada en el delicado estado entre la desorientación y la vigilia.
Ligeramente incómodo, respiró hondo y trató de obligar a su mente a aclararse antes de abrir los ojos. Recordó que había estado tomando café con Chen Ming Xu. Habían estado conversando sobre los eventos actuales, y luego
Chen Ming Xu había ido al baño. Se había puesto a escuchar música mientras esperaba que Chen Ming Xu regresara, y cuando levantó la cabeza, vio…
—Parece que he usado demasiado. Aquí, toma un trago. Te sentirás mejor pronto.
Una voz familiar sonó junto a la oreja de Tang Feng. Sintió que alguien lo levantaba y lo apoyaba contra la cabecera de la cama. Pronto, sintió el toque de agua fría humedeciendo sus labios secos. Instintivamente, abrió la boca y tragó el agua.
Después de tomar un poco de agua, Tang Feng se sintió mucho mejor. A pesar de que tenía un fuerte dolor de cabeza, al menos se encontraba fuera del país de los sueños y podía pensar con mayor claridad.
Sus gruesas pestañas revolotearon cuando abrió sus ojos oscuros. Había un indicio de cansancio y confusión en sus ojos, pero reflejaban claramente el retrato de un hombre vestido con un traje a cuadros blanco y negro.
El hombre sostenía un vaso de agua en su mano y mostraba una sonrisa en su rostro mientras veía al actor abrir los ojos.
El hombre miró al Tang Feng de ojos nebulosos y no pudo resistirse a estirarse y tocar la mejilla del otro. — ¿Despierto?
—Su Qi Cheng.
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El Rey De La Pantalla De Cine (Vol 1)
AcakTan Feng llegará a la cima como verdadera estrella