CAPÍTULO 7: BETH

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-Bien, ahora es el turno de Shanne.


Beth se quedó helada, apenas se volvió a mirar a Shanne a la cara. No sabía que era lo que le estaba pasando con él, pero una parte de ella quería saber porque Shanne estaba ahí, pero la otra tenía miedo de saberlo, o quizá miedo de él.


Shanne se sentó en la silla de mala gana, visiblemente disgustado, aunque no era para menos, ya era mala suerte haber tenido que hablar después de Caleb y de lo que acababa de soltar por su boca.


-Hola Shanne. Hemos elegido que salgas detrás de Caleb porque tu historia y la de él se parecen mucho, ¿Puedes explicarle a la gente que nos está viendo el por qué?


Esas palabras rebotaron en la cabeza de Beth como si fuese la primera vez que se paraba a escuchar a alguien de verdad. ¿La historia de Caleb y la de Shanne eran parecidas? Porque eso solo podría significar que Caleb y Shanne se parecían, y Beth se negaba a pensarlo.


-Bueno, parecidas son, pero no tienen nada que ver a la vez. Yo iba paseando por la calle, hace apenas 10 días, eran las 4 de la madrugada y había salido. Cuando estaba a dos manzanas de mi casa, hoy a alguien chillar, una mujer. Giré la esquina y la vi, tenía un tío encima, y no hacía falta ser muy espabilado para saber que estaba intentando hacer. Ella gritaba, pedía ayuda, pero nadie parecía oirla o más bien nadie quería hacerlo, así que fui y le quité al tío de encima. Le di un golpe, y otro, y otro... y no paré. Lo siguiente que recuerdo es estar rodeado de policías, lo había matado a golpes. ¿Sabes, Susan? es muy curioso lo rápido que la gente llamó a la policía cuando me cargué a ese cabrón a golpes, pero nadie llamó cuando la chica pedía ayuda.


-¿Crees que es justo que ahora estés en el mismo sitio que personas como Caleb?


-Al fin y al cabo, todos estamos aquí por algo, somos asesinos, hemos matado a alguien. Pero esto no es más que un reflejo de lo que hay fuera.


-En eso tienes razón, y dinos, ¿Tienes alguien a quién le quieras decir algo fuera?-Bueno... la verdad que no quiero decirlo por aquí, pero no se si podré volver a dirigirme a ella. Mamá, si me estás viendo que espero que no, quiero que sepas que haré todo lo posible por volver a casa contigo, aquí entré solo, y saldré solo. Nos volveremos a ver.


A Beth se le encogió el corazón, pero tampoco podía ignorar las palabras de Shanne. "He entrado aquí solo y saldré solo", ¿Que quería decir eso, que solo iba a pensar en él? Eso la asustaba, pero tampoco podía culparle por ello, era evidente que cuidar de Rox ahí era ponerse piedras en tu propio camino, pero tampoco podía evitarlo, la miraba y veía a su hermana, y le hubiese gustado que si su hermana hubiese entrado en un sitio así, alguien la hubiese protegido, o lo hubiese intentado al menos.


-Gracias por tu sinceridad Shanne.


-Gracias a ti.


Shanne volvió a su asiento y Beth le miró esperando una señal, una mirada tranquilizadora o quizá una sonrisa, pero nada.


-Bien, ya vamos casi por el final. Tristan, tu turno.


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