Amarte En Mil Colores

Capítulo Dos

 Déjenme decirles algo, la secundaria Light of Knowledge, es una de las más prestigiosas del país, es decir cualquiera puede darse cuenta tan solo con ver el nombre, todos saben que cuando una institución tiene su título en inglés, es porque es demasiado cara. Para hacerles una idea, la matrícula de este colegio vale más que los carros y casas de algunas personas de la clase media; me imagino que por todo eso ya han podido intuir que mi estatus social es demasiado alto. Mis padres son dueños de una enorme fortuna por lo que vivimos en uno de los lugares más lujosos de la ciudad. Todo esto me parece excelente, me encanta vivir siendo hijo de uno de los empresarios más ricos, famosos y cotizados del mundo, cualquiera quisiese estar en mi lugar, claro han habido momento difíciles ya que mis padres, por estar trabajando, han faltado a varios eventos en los que he participado como por ejemplo: mis juegos de fútbol, día del padre en la escuela e incluso a algunas celebraciones de mi cumpleaños; pero se puede decir que no me ha afectado tanto, es más me ha ayudado a ser independiente. Pero, la única cosa que me ha perjudicado de manera directa y que me ha traído consecuencias, son los medios de comunicación, puesto que la prensa siempre está tratando de sacar una exclusiva de mi familia. En estos últimos meses todos los periodistas se han vuelto más intensos que nunca, en especial por la situación relacionada con mi novia, la cual como ya les había dicho antes, no existe. Todas las revistas tanto físicas como digitales, están empezando a especular varias razones por las cuales no tengo a una chica a mi lado. Es normal ver que los jóvenes como yo estén saliendo con las hijas de otros ricos empresarios, puesto que eso trae oportunidades de negocios para la familia, pero yo no tengo a nadie. Mucha gente está en contra de mi papá y quieren verlo destruido, desean acabar con su imagen, por lo que hace poco una de estas personas hizo publicar en una revista un artículo en el cuál mencionaban que yo no poseía a una chica porque, según ellos, soy homosexual; mi padre al leer eso mandó a quitar esa página de la revista e impuso una demanda por difamación. En mi opinión, no entiendo como la gente me puede llegar a confundir con una bazofia como los son los estúpidos gais, es decir no tengo novia, pero yo actúo como un hombre, si fuese maricón de seguro anduviese con las uñas pintadas, el cuerpo depilado, ocupando ropa de mujer y actuando afeminado, pero no es así. Al igual que mi padre, me enojé mucho cuando se publicó eso en la revista, puesto que estaban cuestionando mi hombría, no puedo ni imaginar por cerca que a las personas se les ocurra tal barbaridad sobre mí, yo soy un macho y jamás dejaré de serlo. Después de todo eso, mi familia ha comenzada a insinuar en todo momento que ya es hora que tenga una pareja a mi lado; por suerte, los he podido calmar con el pretexto que me estoy enfocando en mis estudios y que de seguro si tuviese una responsabilidad como una novia, mis calificaciones bajarían aún más, pero sé que muy pronto esa excusa va a dejar de servir y más con el hecho que soy el único chico en mi grupo de amigos que no es novio de ninguna mujer en la escuela. Nada de eso es mi culpa, tan solo no me encuentro atraído hacia ninguna chica, no me gusta nadie y no me imagino acostándome con ninguna de ellas. Tanto Marvin como los demás del grupo siempre se emocionan cuando ven que alguna de las muchachas viene a estudiar en minifalda o se agacha para recoger algo, ellos sienten un gran placer al ver eso, pero yo no, a mí esas cosas me provocan indiferencia. Hasta el momento la única explicación que tengo es que la indicada aún no ha llegado y que mi destino va más allá de salir con mujeres por placer, más bien creo que la vida me prepara para algo mejor.

Mientras reflexiono sobre todas estas cosas, camino por los pasillos de la escuela, no soy tan despistado como para no darme cuenta que muchas chicas me observan, sé que a varias de ellas les gusto y sé que quieren estar conmigo. Sólo esta semana me han llegado cinco tarjetas de admiradoras secretas, la verdad es que me siento muy mal por ellas, pero es que ninguna es suficiente para mí, ninguna me hace despertar el sentimiento de deseo, pero estoy seguro que muy pronto conoceré a la indicada.

Llego a los vestidores de los chicos. En esta secundaria sólo son dos los deportes que se practican: el fútbol y el baloncesto; claro se tienen piscinas para hacer natación, canchas para jugar tenis y mesas para ping-pong, pero en realidad los que ya mencioné son los que se imponen ante los demás. Para entrar a alguno de los equipos de estos deportes, tienes que pasar muchas pruebas, no cualquiera puede formar parte de ellos, la escuela se lo toma muy enserio ya que por años siempre hemos sido campeones de fútbol y baloncesto. Por lo que, los que logramos entrar, somos considerados casi como deidades en esta institución, somos los más populares, somos como la élite del lugar. Todos quieren estar con nosotros y cualquiera diera lo que fuese por entrar a nuestro grupo, los chicos deportistas somos los mejores de todo el lugar. También existen equipos femeninos, pero la verdad es que nadie les pone atención, todos creemos que si una mujer juega al fútbol es porque es lesbiana, la verdad es que no me sorprende que Norah esté en ese equipo. Nadie va a ver los partidos de las muchachas, pero en cambio los de nosotros se llenan tanto que mucha gente se queda sin boleto. Por todo eso es que los vestidores y las canchas son lugares de suma exclusividad, nadie puede entrar ahí sin formar parte del equipo. Por eso al momento de entrar en el sitio, te sientes importante y sobre todo superior a los demás.