Romeo y Julieta. No sé mucho sobre de qué va ese libro, pero supongo por ciertas cosas que he escuchado de las personas, que es una historia de amor ¡qué aburrido! ¿Cómo es posible que la profesora nos deje leer eso? La literatura no trae nada provechoso para nuestra vida como estudiantes, no se aprende nada de algo que no existe, no puedes obtener lecciones de historias falsas, todo eso tan solo es puro entretenimiento, aunque la verdad tampoco comprendo cómo la gente se puede divertir con un montón de letras en un papel. ¡Es ridículo!
Con mi actual forma de pensar, no creo que leer el libro para la clase de lengua sea un proceso muy fácil. El tonto del becado nada más me ha dado dos semanas para hacerlo, pero yo jamás me he leído ni una sola obra literaria; a pesar que mis padres difieren por completo de esto ya que son fiel creyentes en los beneficios de la lectura y terminan al menos dos libros al mes, pero yo jamás les aprendí ese hábito.
Veo mi celular mientras el conductor lleva el carro camino a casa. No necesito que alguien me lleve, yo sé manejar y mis padres me compraron un coche muy costoso hace algunos meses, pero después que me escapara con el equipo de fútbol para ir a una fiesta que se realizaba a las tres de la mañana en casa de un amigo, me han castigado y ahora me toca que Ramón, el chófer, me lleve a todos lados. Él es un empleado que ha estado en nuestra familia durante más de veinte años, por eso es de total confianza de mi padre y jamás se dejaría sobornar por mí para que me llevase a un lugar que no sea la casa.
El automóvil da la vuelta en una esquina y entramos al barrio más lujoso de toda la ciudad. La diferencia entre las casas de las distintas clases sociales es abismal, mientras nosotros vivimos en viviendas enormes y llenas de decoraciones de los más exquisitos artistas, los más pobres residen en lugares más humildes, de apenas un piso y con fachadas de lo más horrendas.
Me bajo del coche cuando éste se estaciona justo enfrente de la mansión de tres pisos en la que habito. Abro la puerta y me encuentro con las sirvientas haciendo la limpieza, las saludo. Es muy normal que mis progenitores no estén en casa durante el día sino que llegan hasta la noche, por eso no me sorprende el hecho de no verlos por ningún sitio. Subo hacia mi habitación, cierro la puerta con seguro y admiro que el enorme desorden que dejé por la mañana se ha convertido en limpieza total. Me acuesto en mi cama y tiro la mochila al piso. Resoplo y pienso en todas las cosas que tengo que hacer: me han dejado deberes de biología y química, claro que no tengo ni la menor intención de hacer alguno de ellos, prefiero descansar antes que realizar tareas. Tal vez pida copia mañana u obligue a un nerd a hacerlas por mí. Estar en la cima de la cadena alimenticia del instituto tiene ventajas enormes.
Enciendo mi televisión y coloco la serie en mi plataforma de streaming. El programa que estoy viendo, es el más cotizado del momento; es uno de investigación policíaca. Todo el mundo está obsesionado con esa serie, se ha creado un alboroto general y no hay persona alguna no quiere descubrir quién es el asesino, incluyéndome.
Transcurren algunas escenas de tensión que me mantienen al borde del colapso hasta que de pronto aparece una imagen que me disgusta. « ¡Pero que porquería! ¿Cómo se atreven a poner esto en una serie?» pienso. En pantalla hay un recuadro de dos hombres besándose. Es lo más horrible que he visto en mi vida puesto que es repulsivo. No entiendo porque se empeñan en mostrar estas cosas. En la actualidad ya no puedes ver un show tranquilo porque te tienen que poner a dos jotitos besándose, es increíble cómo está de enferma esta sociedad. Además no deberían mostrar eso porque un niño lo podría ver y va a querer copiar lo que observa, están haciendo que las nuevas generaciones se hagan homosexuales. Adelanto la escena y espero no volver a ver algo parecido ya que de ser así, voy a tener que dejar de lado el programa.
Después observar unos cuantos capítulos más, en los cuáles por suerte no aparecieron escenas de dos hombres enfermos dándose un beso, me recuesto por completo en mi cama y me duermo. Dos horas después me levanto y por las ventanas ya se empieza deslumbrar la luz de la luna. Bajo las escaleras hacia la sala central y encuentro ahí a mi padre que está revisando su teléfono y a la par a mi madre quién admira con detenimiento una revista de moda. Si pudiera describir a mis papás, yo diría que son, al igual que la mayoría de personas de esta ciudad, gente conservadora, con tradiciones muy arraigadas y comportamientos que no salen de lo estipulado.
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Amarte En Mil Colores
Teen FictionOliver es un chico que ha sido criado en una familia liderada por el machismo. Su padre es alguien que aún cree en la inferioridad de la mujer ante el hombre y su madre, por su lado, ha dedicado toda su vida a servir a su marido, puesto que piensa q...