INDECISIÓN.

¿no me amas verdad?.

Llegue a la estación mas pronto de lo que imagine, no había boletos a Buenos Aires hasta mañana, mi mala suerte continuaba busque el dije en mi cuello, no estaba no lo recordaba pero se lo había dado a Lucí antes de la boda; hasta con eso se quedo, pensé amargamente ojala que le traiga más suerte que a mí, aunque seguro con sus artimañas no la necesitara.

-no me queda de otra tendré que buscar donde quedarme esta noche-

Comencé a buscar hospedaje cerca de la estación, conseguí un modesto motel atendido por una señora mayor y su hija.

-buenas tardes-

-buenas tardes señorita ¿en que la puedo ayudar?

- busco hospedaje hasta mañana-

- muy bien, tengo varias habitaciones disponibles-

-acompáñala Raquel-

-una cosa más, si vienen preguntando por mí por favor no de información-

-por supuesto, descanse tenemos servicio a la habitación por si desea comer algo más tarde-

-gracias, le avisare si me apetece-

Me entrego las llaves, pague por adelantado, al llegar retire todo el maquillaje de mi rostro, dure en la tina no se cuanto tiempo buscando que el agua y el jabón se llevaran consigo todas mis penas.

Cuando estuve lista para salir, tome la toalla y rodee mi cuerpo, me sentía tan cansada necesitaba una siesta, ¿Qué estaría pensando Arnaldo?, ¿me buscaría? Ya no importaba tenia que reunir fuerzas para dejar este capitulo de mi vida atrás y seguir adelante.

Me recosté en la cama, tome mi móvil lo apague, después tendría tiempo de explicar mi partida, cerré mis ojos necesitaba dormir una dulce sensación de alivio me recorrió había terminado.

Di varias vueltas buscando a Mary, ¿Qué se habría hecho?, mi corazón me decía que no estaba bien, sentí que mis palabras fueron muy duras en el fondo sabia que sería incapaz de hacerme daño, pero entonces ¿Qué hacia Lucí allí?, tenia que saberlo de verdad habría ido hasta allá en busca de un momento a solas y yo de imbécil la culpe de todo, ahora la había perdido para siempre.

Sin llamar la atención me introduje en la casa, tenia que estar en su cuarto, toque levemente la puerta, sin respuesta gire el picaporte; nada no se encontraba allí parecía que había salido rápido; urge entre sus cosas, solo había unas cuantas esparcidas por la habitación, se había ido había perdido la ultima oportunidad de estar a su lado, ni siquiera se despidió de mi, no medio la oportunidad de darle un ultimo beso.

Afloje el corbatín, casi al mismo tiempo golpee la pared varias veces, no podía ser la había perdido, tome mi móvil, intente llamarla varias veces, solo pude apreciar el dulce sonido de su voz a través del mensaje de la contestadora, deje varios mensajes esperando que escuchara alguno y se comunicara.

Desesperado, me senté en la que había sido su cama tome su almohada y aspire su dulce aroma, pase las manos por mi cabello como si eso me fuera a dar una respuesta, algo sobre la mesita de noche llamo mi atención, era una grabadora, será posible que haya dejado un mensaje de despedida, retrocedí la cinta para escuchar la grabación.

Sentí que la puerta se abría, voltee a ver quien era, Arnaldo lo que me faltaba, guarde la grabadora en uno de mis bolsillos tendría que esperar.