Te amo Mary; te amo nunca me dejes.

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Mi corazón latía fuerte contra mi pecho, allí venia la había encontrado, al fin esta pesadilla habría terminado, me la llevaría lejos de todo este lugar, de todo el daño que le habían hecho, solo esperaba ver su rostro y poder besarla hasta saciarme de su piel, aunque estaba seguro que nunca seria suficiente.

La puerta finalmente se abrió.

-Mary, donde estabas te he buscado como loco- levante la mirada.

-disculpe señor, la señorita que ocupaba la habitación se ha ido hace un rato justo cuando usted subía.

Grite desesperado, golpee la pared repetidas veces.

-¿hace cuanto se fue?-

-como quince minutos, no hace mucho-

-debe estar cerca, disculpe y gracias-

Baje a toda carrera por las escaleras, la tenia tan cerca y se me escapo, ¿Cómo supo que estaba allí? ¿Por qué huía de mí? Solo quería amarla ya los lazos que me ataban a Lucí no existían, tome mi móvil revise los mensajes estaban marcados como leídos, lo sabia y aun así se alejaba, las dudas comenzaron a recorrer mi mente, ¿seria mejor dejarla tranquila? Pues no estaba dispuesto; la buscaría hasta el fin del mundo si fuera necesario.

Ya lo sabían todo como dicen ¡entre cielo y tierra no hay nada oculto!, aun así mi posición de alejarme de todos y de todo era irreversible, me iría no había vuelta atrás, un sentimiento de nostalgia me invadió necesitaba aire fresco me asome a la ventana, mis ojos se abrieron sin creer lo que veían, ese era Alfredo entrando al motel, me había encontrado ¿pero como?

Tome lo que pude y pedí a Dios ayuda debía salir de allí no quería hablar con el, no volvería a caer en ese circulo vicioso que tanto daño me había hecho, abrí la puerta y salí de allí baje lentamente por las escaleras rogando que usara el ascensor, cuando llegue a la recepción ya mas que podía.

Me detuve a tomar aire, no podía seguir corriendo y con la maleta a cuestas se me hacía más difícil, dije su nombre en silencio, porque me había alejado si en realidad moría por perderme en sus brazos, por un momento quise volver y dejarme llevar por ese sentimiento que me carcomía el alma, el eco de mi desengaño volvía como un fantasma a llevarme a otro plano, como era capaz de amarlo de esa manera al punto de desear por encima de todas las cosas que me amara y nunca se separara de mi, será que tanto amor esta prohibido, seguí caminando como en una cuerda floja, me sentía algo mareada por el esfuerzo, definitivamente  era culpable de mi propia suerte y ahora solo me quedaba esperar que si la rencarnación era cierta en nuestra próxima vida nos amaramos.

Después de hablar con mi madre estaba claro lo que debía hacer debía entregarme a las autoridades, camine hacia el estacionamiento si solo pudiera hablar con Mary una ultima vez podría explicarle lo que paso, y que en realidad yo no tuve nada que ver en lo que planearon Lucí y Robert, pero la había encubierto sabia todo y no había hecho nada para detenerla, encendí la camioneta maneje sin apuro, pensando en lo cruel que era el destino, cuantas veces  quise revelarle a Mary a lo largo de estos años lo mucho que me gustaba, ¿si la fuera hecho mía en el lago? , y pensar que ella me lo pidió; si solo hubiera aprovechado esa oportunidad para ser su primer hombre y su amor.

Estaba seguro de que toda esta historia seria distinta, pero ya no había remedio el destino había jugado y todos habíamos sido perdedores, ya me acercaba a la comisaria cuando la vi, frote mis ojos como quien ve una visión, si era ella allí estaba sentada sobre su maleta, ¿Qué hacia allí en medio de la noche?, agradecí la oportunidad apague las luces y me detuve lentamente.

INDECISIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora