treinta y ocho

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- Mamá me iré una semana a Paris -dije, ella al instante se exaltó.

- ¡Por su puesto que no Bogdan! -me llamó, solo me decía así cuando estaba asustada, preocupada o enojada.

- Vamos mamá, no soy tan pequeño además...

- ¡He dicho que no! -dijo rápidamente caminando de un lugar a otro, de una esquina a otra en la misma habitación, pareciendo que dejaría hoyos en la alfombra.

- No te estoy pidiendo permiso mamá... te he dicho que me iré -dije y ella me miró fijamente.

- ¿De que estas hablando? -me miró. Saqué de mi pantalón los boletos y los levanté.

- ¿Que... qué es esto BOGDAN!? -dijo tomándolos.

- Te dije que me iría -dije.

- ¿Estas loco? ¡eres menor de edad! ¿Qué tal si te roban? ¿o te hacen otras cosas eh? -dijo ella.

- Mamá en menos de un mes cumplo los 18 -dije.

- ¡Así tengas 60 años mientras vivas en mi casa y sigas siendo mi hijo yo te mandaré y te castigaré! -me gritó.

- Mamá, me castigarás cuando llegue -respondí mientras metía de nuevo los boletos de nuevo en la bolsa de mis jeans.

- ¿Por qué estás haciendo esto? -preguntó.

- Por _______ -respondí.

- Ah, hubieras empezado por allí -dijo rodando los ojos.

- Mamá sabes que ella...no tiene la mejor vida y mientras no tome ninguna terapia o se controle todo se irá restando...-dije agachando la cabeza.- en unos días será su cumpleaños y su sueño es ir a París.

- ¿La amas cierto? -preguntó.

- Más de lo que crees mamá -dije.

- ¿Ya hablaste con Linette? -lo olvidé.

- No, pero se que la dejará ir -dije sonriendo.

- ¿Cómo estas tan seguro de eso?

- Porque sé que le gustaría ver a su hija feliz, y sé que confía en mí -repuse rápidamente.

- Te dejare ir -dijo.

- Gracias mamá -yo rápidamente la abracé y ella me separó.

- Pero...tienes que prometerme algo -dijo.

- ¿Qué cosa? -me senté.

- Que no me vas a dar un nieto ahora -pidió y sentí cómo las mejillas se me tiñeron de un rojo descarado.

- Mamá... yo... no creo que... -no me había puesto a pensar en eso aunque honestamente, ahora lo que quería era que _______ me perdonara, no que me satisficiera ciertas necesidades- basta mamá.

- ¿Ósea que pensabas hacerlo? -dijo ella poniendo sus manos en su cintura.

- No, bueno no te mentiré, lo había pensado pero sólo eso, además _______ no lo haría -dije.

- Confió en ti -dijo ella besando mi mejilla.

- Gracias, mañana iré a hablar con Linette -dije saliendo por la puerta.

Entré a mi habitación y puse los boletos en el escritorio, me recosté en la cama poniendo mis brazos detrás de mi nuca y suspiré marcadamente. "Solo espero que esto salga bien" -pensaba para mí.

[ Narra _______ ]

Jane ya se había ido, estaba en mi cama acostada pensando. No sabía que debía de hacer, ¿y si le doy otra oportunidad? ¿y si se la doy pero todo este tiempo mintió? después me puse a pensar en sus ojos, en la manera en que me miraba el día de las canchas, sus lagrimas decían muchas cosas, me sentía culpable de alguna manera. Mordí mis labios pensando en ese beso amargo que me dio, en lo desesperado que estaba porque yo lo perdonara, en lo que me decía, en la vena que se le marcaba en el cuello de tanto coraje que tenía. Suspiré y abracé una almohada. Como quisiera que él volviera. Me quedé pensando sobre su mensaje, en 3 días sería mi cumpleaños y él me daría una sorpresa. ¿Qué clase de sorpresa? quizás me compre un gato o me lleve a cenar o quizás sólo me regalaría un gorrito más. No sabía que esperar en realidad, es que él es tan detallista y tan tierno y simplemente me vuelve loca. ¿Por qué no lo llamo ahora? ¿Y si rompo mi orgullo siquiera una vez y me atrevo a llamarlo? ¿no sería demasiado? Mordí mis labios y apreté más la almohada-. No puedo hacerlo -susurré cerrando los ojos. El orgullo me gana, no puedo evitarlo, algún día tendré que tragármelo, pero no era el momento ¿o será eso lo que me hace sentirme así?.

Ahogada en mis sentimientos caí en un profundo sueño, el cual unas horas después, un despertador lo interrumpió. Me levanté, tenía que ir a la escuela. Después de haberme duchado y preparado, tomé el primer gorrito que encontré y bajé las escaleras, para mi sorpresa, en la mesa no estaba solo mi madre y mi tía, sino un inquilino más.

- ¿Qué haces aquí? -pregunté. No podía creer que estaba en casa.

- Buenos días, estoy bien ¿tu? -dijo sarcástico.

- Hice una pregunta -dije fría, mientras bajaba las escaleras.

- Vine por ti, para irnos juntos a la escuela -sonrió y mire a mi mamá.

- Paso -dije y tomé una manzana.

- Bien -dijo Bogdan y se levantó de la mesa- ¿Quedamos así Linette? -preguntó y mi mamá asintió con media sonrisa.

- Te veo en clases -dijo para mí y se fue. ¿Qué hago? Lo detengo, ¿Qué trato tiene con mi madre? Miré a mi mamá y ella solo se encogió de hombros.

- Yo no te diré -me advirtió caminando hacia la sala.

- Bien, al cabo no quería saber -dije y salí por la puerta. Pero...oh que estúpida, igual tomaría el mismo camino con Bogdan, él también toma el autobús.- Chico listo -susurré. Me fui acercando un poco más a la parada y ahí estaba él, me puse un poco distanciada, podía notar su mirada.- ¿Qué tanto me miras?

- Lo hermosa que eres aún cuando te portas tan grosera conmigo -dijo desviando la mirada. 

Apreté los labios, ¿enserio se merecía que yo fuera así? Sí.

- ¿Qué querías? ¿Qué me portara lo más linda y amable posible? -pregunté y el se encogió de hombros.

- No sé quizá podrías hacer el intento -dijo.

- ¿Crees que lo mereces? -pregunté.

- Si -dijo el muy seguro.

- ¡Eres increíble! -le grité enojada.

- Me he portado bien contigo, te he dicho la verdad -dijo también molesto- ¿por qué demonios no confías en mí? -preguntó.

- Porque... -ni siquiera yo sabía si confiaba en mi misma, menos en él.

- Dime que no me amas como lo dijiste y jamás volveré a acercarme a ti -dijo extendiendo las manos. Sólo me quedé en silencio por un momento.- ________, dime que no me amas...-dijo acercándose a mi y mirándome fijo.

- Bogdan...

A pesar de todo eres mi princesa || [Bogdan Gnatovich]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora