veinte

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Lo miré y sonreí, Jane tenía razón, yo...¿que le diría?

- Perdón, creo que no debí decir eso...-bajo su cabeza, al notar que no respondí nada.

- Yo...-¿que digo?- hem, gracias.

- Perdón, no debí decirlo, ahora nada será igual, tal vez a ti te agrade otra persona, quizas yo estoy confundido, o tal vez deberíamos conocernos más ¿te agrado? no, es muy rapido no lo creo ¿quieres un abrazo? no soy muy atrevido, mejor me quedare aquí. Pero segura que, ¡Ah callate Bogdan! -reí fuertemente al notar su reacción.

- Todo esta bien, Bog -tomé su mano.

- No, no lo está... es... -no sabía qué decir, sonreí y besé su frente.

- Solo vamos a caminar... -dije y él medio sonrió.

- ¿Cómo supiste donde estaba? -le pregunté y él se encogió de hombros.- ¿lo sospechaste?

- En realidad pensé en el lugar donde no quisiera ser encontrado, y... fue como supe que estarías aquí -dijo apretando mi mano.

- ¡Si, eres inteligente! -dije con sarcasmo.

- No me gusta presumir -rió mientras seguiamos tomados de la mano. Ahora que se lo que siente por mi, debo aceptar que es algo incomodo, aunque sea la chica más felíz por escuchar eso de el, ahora es raro.

- Tonto -lo empujé con mi brazo. Él rió y regresó a mí, me abrazó por la cintura y me dio unas cuantas vueltas en el aire.

- ¡Bájame! -grité riendo, me abrazó más a sí y yo reí ahogada por sus brazos- Moriré... moriré.

- Bien, pero yo moriré contigo...-no pude evitar sonrojarme, tenía ganas de besarlo hasta quedarme sin aire, pero no podía ilusionarlo más.

- Que tierno -sonreí levemente. El paro y se puso enfrente de mi.

- Oye ¿harás algo mañana en la noche? -preguntó.

- ¿Tengo que hacer algo? -lo miré confusa.

- No lo se, es viernes, todos salen -rió.

- No tengo planeado nada -sonreí, mientras seguiamos caminando, pero el de espaldas.

- ¿Te gustaría ir a cenar conmigo? -preguntó.

- Eh -me quedé en blanco, una cena, en viernes por la noche, con él- ¿a solas? -asintió.

"A solas".- Mmm.. creo que le tendré que preguntar a mi mamá -sonreí, definitivamente tenía que pensarlo.

- ¿Crees que te diga que no?

- No, pero así se supone que digan las chicas cuando las invitan a salir -él rió.

- Bien, te llamaré esta noche para confirmar -dijo alegre. Esta sensación es rara, el no saber que sientes en estos momentos.

- La estaré esperando -sonreí.- Oh por cierto, anoche no pude regresar tu mensaje, se acabo mi saldo -dije un poco apenada.

- ¿Quieres que te recarge? -preguntó el.

- ¡No! yo lo haré, tu no te preocupes por eso. Sonreí y él se despidió de mí besandome una mejilla, luego mi nariz y luego se fue.

Yo regresé a mi casillero por mi mochila y esperé mis siguientes clases, en ninguna estaría con él. Todo el día él estuvo rondando mi cabeza, fue horrible. Tenía un pequeño temor, sobre la cena de mañana. Esto en realidad apesta, pensé que me gustaba, que estaba enamorada, pero ahora que me confesó lo que siente, es horrible.

No se porque me siento así, no se porque no dejo de pensar en él y no se porque soy asi ahora. Definitivamente le diré que no, que no lo quiero. ¿A quién engaño? Lo quiero, y desgraciadamente lo deseó, esto es un problema, se supone que no debo enamorarme, yo me tengo que ir del mundo sin esto que siento, sin esto que él siente. Así era antes, así será ahora, y así será cuando me vaya. Mamá y Jane me decían que fuera a mis quimioterapias, pero no. No pienso ir a un lugar donde solo me dañaran más metiendome quimicos que ni siquiera se para que sirven y para quedar como una total ridicula sin cabello, para que se burlen más de mi. Fuí sólo a una, y esa fué la que causó mi falta de cabello, ya dije, no pienso ir nunca más a ese lugar. El lunes tengo cita con el medico, odio ir a ese lugar, todos sabemos cual es el fin de esta enfermedad, mejor en vez de meterme cosas al cuerpo, me dejan disfrutar lo que me queda. Así lo puso el destino, yo no estaba destinada a vivir, ni a casarme, ni a tener hijos, solamente estoy destinada a morir.

Al salir de clases llegué a mi casa donde mi madre y mi tía ya me esperaban con la comida. Mordí mis labios y solo moví la comida de un lugar a otro.

- ¿Pasa algo pequeña? -preguntó mamá.

- Tengo una cita con Bog mañana en la noche... -mencioné y ella sonrió- eso no es bueno mamá. -Automáticamente su sonrisa se desvaneció.

- ¿Qué pasa ______? -preguntó preocupada.

- Todo mamá ¡todo! -golpeé la mesa. Mi tía se exaltó.

- ¿A que te refieres linda? -dijo mi tía.

Me levanté enojada y con mucho enojo retiré el gorro de mi cabeza.

¡Eso pasa! ¡Eso! -dije apuntando mi falta de cabello.- Boggi me declaró lo que siente por mi hoy ¿y saben que fué lo que hice? -ellas me miraron preocupadas.

- ¡Nada! ¡no hice nada!

- Nena, pero pudiste decirle que también lo quieres...-dijo mamá.

- ¿Para qué? ¿Para que cuando se enterara de esto, me dejara? -las lagrimas se apoderaron de mi.

- _____, el no haría eso, es un buen chico y te quiere -dijo mi tía.

- ¡Si claro! ¿Quién quisiera estar con una cancerosa? ¿Con alguien que se va a morir?

- ¡_______! ¡Tu no vas a morir! -gritó mi madre.

- ¡Claro que si lo haré, no lo entiendes! -grité y ella me dio una leve, pero suficiente como para mover mi cara hacia un lado, cachetada en el rostro, haciéndome volver a la racionalidad.

- ¡Dícelo, si él se va entonces no es un buen chico y no te merece! -me gritó.

- ¡Nadie me merece madre! ¡entiendan eso! ¡yo no estaré con nadie, solo lo haré sufrir! -lloraba aun más tocando mi mejilla.

- Ve a tus consultas, a tus terapias...-dijo mi tía.

- Mejor dejenme hacer mi vida como yo quiero -me retiré de ese lugar y subí a mi habitación, cerrandolo con un portazo. Me tiré a la cama y empezé a llorar.- ¿Por qué esto me tubo que pasar a mi?

A pesar de todo eres mi princesa || [Bogdan Gnatovich]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora