cuarenta y tres

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- ¿Y lo de engañarme?

- ¿Ya viste lo de los chocolates en las máquinas expendedoras? -dijo y comenzó a correr.

- ¡JANE REGRESA! -le grité y empecé a correr, pero se tuvo que atravesar en mi camino.

- Hola -dijo con su bella sonrisa.

- Ah, hola -dije.

- ¿Qué hacías? -preguntó.

- Perseguía a Jane.

- Mm... interesante -dijo.

- ¿A que viene todo esto? -pregunté, estaba demasiado raro.

- ¿Qué cosa? -preguntó él mientras tomaba mi mano y yo por raro que parezca no la alejaba.

- Esto de... tanto misterio -dije caminando.

- Deliras, ya sabes cómo es Jan -dijo como si nada pasara.

- Tienes razón -dije. Aún no soltaba su mano, empezamos a caminar.

- ¿Harás algo mañana? -preguntó.

- Iré con Jane por sus abuelos al aeropuerto -dije.

- Excelente -sonrió.

- ¿Por qué? -pregunté levantando una ceja curiosa.

- Porque haces una buena obra -dijo- ayudar a los ancianos abuelos de Jan, que buena niña eres -sonrió.

- Hem... Gracias -dije aún confundida.

- ¿Harás algo en tu cumpleaños? -preguntó.

- ¿Lo dices por tu sorpresa?

- Algo así -admitió.

- Mi mamá quiere que me vaya a Doncaster unos días, así que tendrás que guardarme tu sorpresa -dije.

- Pensé que no te gustaban -rio.

- No me gustan -admití- pero dijiste que ya la tenías.

- La guardaré porque sé que la quieres -susurró.

- Tu cumplirás años también-sonreí.

- En 20 días -sonrió.

- ¿Los tienes contados? -pregunté.

- Sí -respondió con naturalidad- me gusta mi cumpleaños.

- ¿Por qué? -pregunté.

- Porque me prestan más atención -admitió.

- Igual siempre te la prestan, ¿has visto como te miran?

- A mi sólo me importa una mirada.

- Todas las chicas te miran -dije.

- ¿Son celos? -preguntó. ¿Celosa yo? sí claro.

- No, solo es información -respondí mientras veía hacia otros lados.

- Sé que te pones celosa cuando las chicas me miran con ganas de violarme -dijo.

- Te equivocas -dije con tranquilidad.

- No soportas que otras que no sean tú, imaginen a tu bomba sexual desnudo -dijo.

- Nunca te he imaginado desnudo -reí.

- Sé que lo estas haciendo ahora -¿acaso era mago? era inevitable, mis mejillas se coloraron-. ¿Lo ves? -dijo y yo apreté mis labios.

- No te imagino desnudo -confesé- pero sí, sin camisa... ¿recuerdas cuando..? -dije y puse la mano en su cintura mientras metía ligeramente mis dedos en su abdomen. Él se sonrojó y yo reí.

A pesar de todo eres mi princesa || [Bogdan Gnatovich]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora