cincuenta y uno

1.2K 126 54
                                    

CAPÍTULO FINAL



Me sentía bastante adolorido de la espalda, como si me dieran un pellizco constante. Mi madre estaba a mi lado, me había reprendido por tomar decisiones sin consultarle, pero le alegraba saber que ella estaba bien.

- ¿Donde está? -fue lo primero que pronunciar.

- En el cuarto de alado -dijo Maya. Me moví un poco y me sentí muy adolorido, suspiré-. ¿Cuanto tiempo ha pasado? -pregunté.

- Dos días -respondió mamá- ¿Cómo te sientes?

- Adolorido -mencioné moviéndome incómodo para volver a mi misma posición de alivio.

- Sólo porque en 1 semana cumples 18 años, ¿ya crees que puedes tomar tus decisiones solo o qué? -dijo regañando, aunque sabía que le alegraba que hubiese hecho esto.

- Lo sé mamá -respondí y ella suspiró algo aflijida- ¿Estás orgullosa?

- No -respondió y suspiró- tal vez... no sé -dijo desviando la mirada.

¿Me perdonas? -pregunté tomando su mano. Ella me miró de reojo-. Era de vida o muerte -hice puchero.

- Lo sé, por eso me preocupe Bogdan -regañó, solo me llamaba así cuando estaba enojada.

- ¿Mamá?

- Ya pues -dijo ella besándome los nudillos-. Solo porque no puedo nalguearte ahora.

Reí-. Te quiero mamá.

- Yo también hijo -mencionó acomodando mis cabello.

- ¿Como está ella? -pregunté mirando hacia la puerta.

- Está bien, aún no ha despertado -respondió ella misma- pero en cuanto sepamos más sobre ella te lo diremos.

Además, los doctores dicen que se recuperará.

- Eso espero -mencioné.

(.....)

[ Narra _______ ]

- Ya despertó su donador -mencionó el médico.

- ¿Enserio? ¡Lléveme! -pedí.

- Necesitamos hacerle algunas pruebas de esfuerzo -inició.

Comenzaron a moverme y me hicieron decir un montón de cosas, si me dolía, si podía mover, si sentía algún estiramiento. Si la anestesia se me había pasado. Al final, dijeron que podría levantarme, pero no caminar, por lo que me llevaron en una silla de ruedas.

El chico, o la chica, estaba en el cuarto de alado, las cortinas estaban cerradas así que no podía ver quien era. Mamá abrió la puerta y allí estaba Maya, ¿pero qué demonios? ¿Y Bogdan? cada vez que me acercaba más lograba ver mejor a la persona. Pero lo ví allí estaba él recostado, se veía tan debil, tan cansado, así como nunca imaginé verlo. Dios, ¿acaso...?

- Bogdan...- dije con un hilo de voz.

Él levantó la mirada y al verme me sonrió al instante, me le quedé mirando incrédula y tenía ganas inmensas de caminar hacia él y protegerle-. ¿Qué? -ni siquiera podía hablar con claridad-. ¿Que hiciste?

- Sólo quería que estuvieras bien -dijo apenas pudiendo hablar. Su voz se escuchaba más ronca de lo normal.

- Hija, Bog te dió su médula osea -dijo mi mamá y yo abrí la boca sin creerlo.

- ¿Tú...hiciste eso? ¿por...mi? -pregunté.

- No quería perderte y tú sabes que puedo vivir para tí, pero no sin ti... -susurró y se me quedó mirando fijamente-. Haría lo que fuera, daría lo que tuviese y perdería todo lo que tengo por tenerte solo a ti, con vida... conmigo -susurró.

A pesar de todo eres mi princesa || [Bogdan Gnatovich]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora