O1: Alianzas y Promesas.

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Sus ojos celestes como el cielo observan por un momento a los niños jugar en su propio mundo. JiMin y Jungkook se conocían desde hace menos de una semana pero ya eran como los mejores amigos. Jeon era el menor con 11 años y JiMin el mayor con 14, aún así se llevaban muy bien desde la primera vez que se vieron.

En ese instante vio como Jungkook dejó de correr al rededor de JiMin porque este lo llamó para que se sentara a su lado en el pasto. Con las mejillas rosadas y la timidez notable obedeció, mirando con admiración al adolescente que se encargaba de ocultar sus ojos gracias a su inusual pero hermosa sonrisa.

Estaban en su propia burbuja de inocencia y cariño.

Sus ojos recorrieron ambos niños, y una pequeña sonrisa de orgullo se instaló en sus labios delgados.

―¿Como planeas detenerlos? Necesitamos actuar rápido.

Volvió su atención a su marido quien hablaba con su masculina voz. La pareja al otro lado de la mesa parecieron pensarlo un momento.

Estaban en su casa, reunidos al rededor de una mesa con té, en una privada e importante reunión mientras los niños jugaban fuera en el patio.

―Tenemos que tener un plan de respaldo para evitar perecer. Somos las dinastías más poderosas de toda Corea del Sur. Ellos se están apoderando del Norte y las amenazas son claras. Quieren una guerra.―Volvió a decir Jeon.

―Es por ello que mi esposa y yo traemos esta oportunidad para una alianza, Jeon. Así paramos de enfrentarnos indirectamente, dejarán de morir nuestros pueblos y seremos los más fuertes de entre todas las dinastías existentes.

Jeon JunHo entrecerró los ojos mientras escuchaba a Park HaeMin hablar con seguridad. Los ojos oscuros del hombre parecían llenos de determinación.

―¿Y qué es esa propuesta, Park?

La mujer de ojos celestes se llamaba Jeon SaNo, esposa de JunHo. Ella escaneó a la señora Park HeeSi, portadora de bellos ojos rojos como la sangre y en sus labios una casi burlona sonrisa que sin duda llamó su atención.

¿Porqué sonreía de esa forma?

Ella cruzó miradas con su esposo, con una mirada que no sabía descifrar y este pareció pensarlo hasta de sonreír ligeramente hacia ellos. HeeSi bajó la mirada luciendo como si fuera un adorno más en la habitación. Callada, casi inmóvil de no ser por el movimiento de su respiración y fuera de la discusión.

―Necesitamos una alianza para juntarnos contra el enemigo, además de que nos beneficiaría a nivel económico y social. Y aunque no me guste admitirlo, nuestro pueblo es el más afectado y necesitamos mejorar las cosas.―Confesó HaeMin con una expresión seria.―Nada mejor que juntar a nuestros hijos.

SaNo se sorprendió como JunHo también lo hizo. Se miraron con los ojos ligeramente más abiertos, pero como siempre sin perder su perfecta postura.

¿Dar en compromiso a su hijo?

Los Park que eran tan conservadores daban como única solución un matrimonio... Era de esperarse, ellos funcionan diferente a los Jeon, que son más revolucionarios.

Había una ligera tensión en el aire.

―¿Comprometer a nuestros hijos en matrimonio?―La voz de JunHo no parecía muy contenta.

―Nuestro único hijo es Jungkook así como el suyo es JiMin.―Intervino con una voz calmada y suave SaNo.―Tiene once años y JiMin catorce. ¿No es muy pronto para pensar en ello? Además ambos son hombres, no habría descendencia.

Los Park habían pedido reunirse, llevaban en el hogar de los Jeon como invitados durante toda una semana. Estaban ahí para arreglar el sufrimiento que sus guerras estaban causando por la rivalidad, ¿Pero era una opción unirse de aquella forma?

Corazón Traicionado | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora