10. La Primera Snich

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—Harry, te quedas en el equipo —el capitán mencionó apenas estuvieron todos a su alrededor. Procedió a hablar con desición—. Pero debo decirte que eres un cazador horrible, Por tu agilidad y tamaño te quedarás como el nuevo buscador. En cuanto a los otros, les ha faltado motivación, y tú Ron, estas más tieso que una rata muerta, pero espero verte el próximo año.

Regresaron con Hermione a su sala común. El sol se estaba poniendo frente a la sonrisa de Harry y la seriedad de Ron mientras caminaban hacia el interior del castillo.

—Les ha ido genial chicos —les tomó la palabra con voz notable.

—Mejor de lo que pensé —se echó al hombro la mochila en la que cargaba la protección y los guantes de quidditch, sin nada por lo qué estar triste, en realidad.

—Felicidades Harry, tu padre estaría orgulloso, supongo.

—¿Desde cuando eres tan bueno Harry? —se preguntó de pronto el pelirrojo y con suma curiosidad—. Madame Hooch no nos permite volar.

—Hum... Draco me enseñó. El tenía una buena escoba... ¿Recuerdan que mis padres se fueron de viaje y me abandonaron? —añadió con confianza—. Las prácticas fueron más fáciles después.

—Eso explica mucho —respondió Hermione, imaginándose.

—¿Recuerdas lo que te escribí en la carta? —la miró de soslayo.

—Tú tienes mucha suerte, mi tío jamás me regalaría una escoba que valga lo mismo que todos sus zapatos —Ron dijo sin poder sacarlo de su cabeza, pensando en la correspondencia que se enviaban.

—Tú no tienes tío.

—Lo sé Hermione, ¿por qué no usas la imaginación a veces? —Hermione lo miró ofendida, aguantando la risa.

—Tú y Malfoy sí que se llevan bien últimamente, me alegro —Harry intentó hablar antes de que Hermione siguiera, sin ser escuchado—.Quiero decir que me alegra que no se lo haya tomado mal y sigan siendo amigos a pesar de que lo rechazaste... creo que era lo correcto, él en realidad no estaba enamorado, ¿No es cierto?

—No... les he dicho algo —dejó de caminar justo cuando estaban por llegar a la entrada, haciendo que sus amigos pararan—. El contrato ni siquiera se atajó. Existía una copia, y en cualquier caso, no creo que mis padres se hubieran quedado sin hacer nada. Es como un “orgullo” mantener a la familia en alto. Y saben que no estoy de acuerdo con los compromisos.

Ron y Hermione quisieron una explicación ante todas las cosas en desorden que había dicho Harry, por suerte Harry no quería guardar ni un secreto a sus amigos.

—¿Así que te vas casar con alguien que no deseas? —le reclamó Hermione.

—Creo que me gusta Draco —farfulló en voz baja y atropellada.

Lo miraron sin decir nada. Tan solo unos segundos después, Ron y Hermione se volvieron cómplices de una sonrisa, que vino con una risa extraña y corta que fue aumentando. Harry se desorientó ante su repentina reacción y parecía que él era el único desubicado.

—Me alegra no haber apostado —se llevó las manos a la cintura y negó, mientras continuaba la ruta que habían perdido—. Ron me habría ganado.

—Acéptalo, te gané Hermione —Ron cruzó los brazos orgulloso, sin olvidar que Harry los seguía detrás, sin alguna oportunidad de opinar—. Creímos que Malfoy sentía algo por ti, pero Hermione estaba muy segura de que lo ibas a rechazar, y al menos así fue hasta hoy —se regordeó.

—¿Qué...? —entrecerró los ojos, mirándolos acusadoramente.

Su charla culminó inconcreta, con una frase muy clara de Hermione: “Está bien Harry, pero no olvides que es muy pronto para una boda”. Una frase que lo dejó alborotado y tenuemente enrojecido, haciendo que olvidara su confusión.

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