SuperDads [TodoDeku Mpreg]

2

El día de Izuku comenzaba con caricias de su esposo, el hombre más deseado del país. Recorría la espalda del peliverde con su dedo índice. Ese recorrido en su espalda era diario. Pasaba delicadamente las yemas en todas sus cicatrices, rasguños y una piel muy exfoliada.

Luego empezaba a acariciar con su mano toda su espalda, entibiando el cuerpo de Izuku, rodeando su cintura y apegándose a él pidiendo que despertara.

Esa rutina corta de caricias se hacía todos los días de semana, durante 5 años. Pero las favoritas de ellos son las del fin de semana, podían pasarse horas en la cama con caricias delicadas y dulces.

— Mmm~... ¿Qué hora es...? — Izuku se giró para contemplar los ojos del bicolor, quedándose enamorado de su mirada. Posó su mano en su mejilla izquierda. Lo cual hizo sonreír a Shoto.

— Las... 7:15 — Izuku al escuchar eso, se extrañó. Casi siempre los domingos lo despertaba a las 9.

— ¿7:15? ¿Por qué tan madrugador, amor? — el bicolor hundió su cara en el cuello de Izuku, acercándole a su cuerpo.

— Aizawa fue a buscar a Eri a las 7 por un viaje, así que le preparé algo de comer. Y... quiero tener sexo matutino contigo. — Izuku quedó estupefacto.

Algunas veces le sorprendía lo directo que era su esposo.

— ¿Con el estómago vacío? — Izuku recibió un puchero del bicolor. Cerró sus ojos al sentir una sutil mordida en su hélix. Suspiró. — Claro que sí, cumpleañero~

Ya eran la 1 de la tarde y Shoto e Izuku limpiaban su cálido hogar para recibir a a sus amigos. Parecía una escena verdaderamente cómoda y romántica, familiar.

Error. Shoto conocía a Izuku como la palma de su mano. Y él le estaba guardando algo. Está felizmente sospechoso.

— A ver pequeño, ¿Qué tramas? — Shoto se cruzó de brazos. El peliverde giró para mirarlo y puso una mano en su pecho, mostrándose dramáticamente ofendido.

— ¿D-de qué hablas? ¿Por qué crees eso? — río nerviosamente.

— Porque: 1. Estás demasiado feliz y callado por alguna razón, 2. No has hablado mucho, 3. No estuviste tan meloso después del sexo, algo que es sumamente inusual y... te conozco mejor que nadie, pequeño mentiroso. Escúpelo.

Izuku se sentía expuesto, desnudo. Habían pasado 3 días después de que ese test diera positivo. Lo pensó un día y medio que se lo iba a decir en su cumpleaños, pero como dijo Shoto: no sabe guardar un secreto.

"Escapa de esto, Izuku. ¡Cambia el tema, cambia el tema!"

— Eh... Ahora que recuerdo... no te dije... ¡Fe-feliz Cumpleaños! Jeje...— Shoto enarcó una ceja. Izuku caminaba hacia la cocina lentamente. — Entonces... ¡Feliz Cumpleaños, amor!

— ¿Gracias...? — Shoto río embobado. Tal vez Izuku solo le quiere dar un regalo sorpresa. Sabía que su pequeño le mentía muy mal. Abrió la puerta del baño. No había papel — Amor, voy a buscar papel en el baño de arriba, ¿Esta en el mueble?

Izuku que estaba leyendo la receta de los champiñones rellenos, no presto mucha importancia a la pregunta del bicolor.

— Ehh... 250 gramos... Sí, Shoto. Está en el mueble del ba...ño — Izuku dio un grito ahogado. ¡Dejo la prueba a la vista como si nada! ¿Quién iba a pensar que Shoto, que nunca abre ese tocador, lo iba a abrir? Se quería morir.

Corrió como su vida dependiera de ello. Su ex profesor hubiera quedado sorprendido. Llegó al segundo piso cuando Shoto caminaba hacia la puerta de la pieza. ¡A la mierda el amor! Empujo a Shoto de su camino hacia la cama y se encerró en el baño.

Traicionero, así se sentía. Empujar a su novio a la cama de una forma no erótica no era bonito. Se sentó en el suelo frío, pensando en que dejó los champiñones en el horno. <<Probablemente Shoto apagó el horno>> infirió por los pasos en la escalera.

— ¿Amor? ¿Pasó algo? — Shoto estaba detrás de la puerta. 

¿Cómo iba a escapar de esto?

¡Hola Hola!

Dejé que este capítulo hasta aquí porque 630 palabras, creo yo, son demasiadas. Como siempre si hay algún error gramatical, sugerencia o algo por el estilo, escríbanlo.

¡Gracias por leer!

Adieu!