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Una vez más Asgard les recibió con sus aires tan fríos y llenos de recuerdos, mirando la tierra en donde habían peleado y caído una vez la paz y victoria llegó a ellos.
SURT:-Que dicen? Acojedor no es cierto-comienza a caminar-Bueno pues caballeros de Atena bienvenidos a Asgard una vez más, hay que darnos prisa la señorita Hilda debe estar esperando-.
N.Milo:
Habíamos llegado a las grandes tierras heladas, estando a las puertas del gran castillo Valhalla muchos de los recuerdos que había guardado en lo más profundo de mi surgieron haciendo no solo que sentiría una de las peores preciones en el pecho si no también unas ganas de llorar.
CAMUS:-Milo? Estás bien-.
MILO:-Si, tan solo recordaba-su tono de voz cambio demostrando su descontento-.
CAMUS:-Lo entiendo-de manera discreta tomo la mano de su novio-.
SURT:-Mh lamento interrumpír tortolitos, pero estamos a punto de entrar al gran salon-empujando una puerta-.
Una vez la puerta fue abierta por el dios guerrero, una gran sala de trono los esperaba junto a un puñado de gente esparcida por toda la habitación.
HILDA:-Santos de Atena los esperábamos-levantandose de su asiento-.
C.M:Arrodillandose-Señorita Hilda, un placer estar aqui-.
SURT:-Señorita Hilda mi misión aquí a terminado pido permiso para retirarne-.
HILDA:-Puedes irte surt-.
El dios de las llamas salió no sin antes darle una última mirada a los caballos que había traído, caminado por los pasillos queriendo llegar a su cabaña pero antes de poder llegar fue detenido por una voz que le llamaba.
—An venido realmente?—.
SURT:-Si, ahora se encuentran con la señorita Hilda tal parece que ellos se harán cargo de las...-
—No, ellos vienen por otra razón—.
SURT:-Cual razón, hay algo que no sepa?—.
—Atena pidió alojamiento para sus caballeros ya que quiere prevenir una tragedia—.
SURT:-No entiendo, eso que tiene que ver con Milo y camus-.
—Ay surt, tal parece que no estás para nada informado... Tan solo te diré que cuides de cerca a tu amigo y ayudalo a entender sus sentimientos de lo contrario algo muy malo puede pasar—sin decir más comienza a irse por los pasillos—.
||•CON HILDA•||
La representante de Odín y los caballeros de Atena se encontraban ahora en una mesa justo al frente de la gran estatua del dios nórdico, tomaban café y escuchaban atentos a la mujer.
