Capítulo 10

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Morty poco a poco comenzó a recuperar la consciencia ─murmullo─ lleva su mano a la su sien, siente que su cabeza retumba de dolor y todo esta lleno de ruidosas voces que no logra descifrar que dicen ─más murmullos─ van y vienen, como si se tratara de un mercado, cada vez mas alto ─¡Mátalos!─ por fin pudo escucharlos claramente cuando logro sentarse en su cama ─¡Mátalos!, ¡Ahorcarlos!, ¡Desgarralos a todos¡─ mas y mas fuerte podía escuchar las voces en su cabeza, llevo sus manos a los oídos y presionaba para dejar de escuchar ─¡MÁTALOS A TODOS!, ¡DESMIEMBRALOS!,¡MATAR! ─ movía frenéticamente su cabeza ─¡ENTONCES MÁTATE!─ Morty se detuvo en seco, las voces cesaron, miro a su alrededor, no miraba a nadie, nuevamente comenzó a llorar, asustado, sintiéndose abandonado por completo. 

Eran las 8 de la mañana cuando tocaron repetidamente a la puerta de Morty ─Arriba, es hora del desayuno─ algo confundido, se levando para dirigirse al lavabo, observo detenidamente su reflejo; profundas ojeras estaban marcadas en su infantil rostro, casi moradas, su mirada denotaba cansancio,  las lagrimas brotaban como si no pudiese detenerlo, se limpio con su antebrazo solo para percatarse que sobresalía la marca de una mano en su blanca piel, miro nuevamente al espejo. ─Pareces agotado─ ahora su reflejo se movía, Morty al momento quedo paralizado al verle ─Yo, podría tomar el control de esta situación, si tan solo tu, me lo permitieses─ dijo ente en el espejo. ─VETE AL DIABLO─ grito Morty mientras salia del lugar casi corriendo. Al salir de la habitación casi tropezó con Melannie ─Oye, fíjate por donde vas─ le recrimino con voz fuerte, casi sin atisbo de la dulce voz con la que le había recibido al inicio de su llegada, el confundido solo agacho la cabeza, mientras ella seguía su camino. 

Morty se dirigió entonces al comedor, donde su ya amigo Scott le esperaba ─¡Hey!, muchacho, no te había desde ayer ¿cómo estas?─ le gritaba mientras alzaba su mano derecha y le saludaba, el pequeño sonrojado le devolvió el saludo mientras se sentaba frente a el ─H-hola Scott─ su voz se escuchaba mas calmada ─Oí que estuviste con el doctor─ Morty nuevamente agacho su cabeza en señal de vergüenza ─ No, no quiero hablar se eso─ dijo, Scott solo se le quedo viendo mientras comía un pan tostado ─Bueno, muy tu problema ─ la voz de Scott había cambiando de tono ─Como siempre, dejándome a un puto lado ─ poco a poco se iba alterando ─Bueno, para que sepas que me vale mierda lo que te pase ─ sus puños golpearon la mesa haciendo que esta retumbara, captando la atención de los enfermeros en guardia. Morty sorprendido se levanto de la mesa, el nerviosismo que sentía hacia que su cuerpo temblara, su único amigo estaba siendo malo con el y el no comprendía que estaba pasando ─¡Lo, lo siento Scott, no te enojes conmigo!¡Te lo ruego!─ se alejaba de el mientras dos enfermeros lo sujetaban de los hombros. ─¡ Con un demonio Morty!, no te quiero ver─ el tono cabreado de Scott lo alerto, cerro sus ojos y se puso de cuclillas mientras todo daba vueltas nuevamente. Morty de nuevo cae desmayado mientras que Scott estaba teniendo un ataque de histeria, por lo que fue llevado casi a rastras a su dormitorio para sedarlo. Rick que observaban atento la situación desde una esquina del comedor, se levanto sin decir una palabra y se acerco a Morty, cargándolo en sus brazos y llevándoselo a su dormitorio.

Rick parecía tener algún tipo de compasión por el paciente entre sus brazos, lo recostó suavemente en su cama y cuando procedía a ponerle la manta encima, pudo notar la marca en su brazo, al desconcertado miro fijamente mientras sostenía su mano, poco a poco la rabia se apodero de el, ese paciente idiota con bipolaridad había dañado la delicada piel del pequeño ─Hijo de perra, lo va pagar con sangre─ dijo apretando los dientes y dejando a Morty atrás. 

Sus pasos retumbaban por todo el ala este del lugar, buscando la habitación de Scott. Al ya estar enfrente del cuarto, giro lentamente la perilla y empujo la puerta, Scott estaba completamente sedado por lo que no se entero cuando Rick ordeno a los guardias llevárselo al subterráneo, tampoco se entero de la mirada de odio que el doctor le dirigía. 

Espero les guste, dios tengo tantas ideas en mente, que apenas les estoy poniendo orden

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Espero les guste, dios tengo tantas ideas en mente, que apenas les estoy poniendo orden. 

La  semana que sigue les traeré mas capítulos.  

De todo corazón cuídense mucho  del coronavirus, espero que ni ustedes ni nadie cercano suyo llegue a contagiarse, es bastante duro ver como varios de mis amigos han perdido a sus parientes y yo sin poder siquiera abrazarlos. 

En el Psiquiátrico te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora