-O-oigan porque me traen a-aquí- el pequeño chico de 14 años forcejeaba en los brazos de unos hombres muy altos y robustos con trajes blancos completamente.
-¡Mamá! a-ayudame, por por favor- su llanto entrecortaba sus lamentos. A sus espaldas mient...
Rick se encontraba mirando a Scott por la ventanilla de la celda ─Hola─ dijo sin dejar de mirarlo, Scott no dijo nada, solo se mantenía alejado lo mas que podía ─Veo que no quieres hablarme, bueno no me importa, maltrataste a Morty y el ahora esta asustado por tu culpa y sabes, alguien debe pagar por eso─ Acto seguido entro a la celda, en su rostro podía verse una sonrisa casi grotesca, caminaba de manera sigilosa hacia el.
Scott solo sintió un escalofrió, el no quiso hacerle nada a Morty, era su único amigo, comenzó a sollozar levemente ─¡Oh!, pobre niño ¿tienes miedo?─ su risa tomaba fuerza a cada paso ─Eres tan gracioso Scott, de verdad, es una pena que tengas que irte─ fingió una mueca de triste, al llegar donde Scott se encontraba agazapado, se agacho a su lado, alcanzo su rostro y lo atrajo hacia el con tal fuerza que Scott sintió un fuerte dolor en su quijada. ─No, no me hagas daño por favor─ se lamentaba, las lagrimas recorrían sus mejillas y el miedo se apoderaba de su cuerpo.
─Shh, shh, silencio ─acariciaba su mejilla, limpiando sus lagrimas, Rick acerco su rostro para darle un beso en la frente ─No me tengas miedo─ mientras Scott se encontró distraído por el beso que el doctor le dio, este saco una jeringa de su bolsillo con un liquido transparente, la inyecto en el cuello del paciente mientras este se retorcía por el dolor, poco poco dejo de moverse, cuando se encontraba inconsciente, Rick comenzó a arrástralo por el pasillo, llegaron hasta el final del lugar, una puerta sin ventanillas y con un gran letrero con letras rojas "PROHIBIDO EL PASO, SOLO PERSONAL AUTORIZADO".
En el verificador, Rick acerco su ojo, sonó un clic y la puerta de metal comenzó a crujir, dándole el acceso a la habitación, al accionar el interruptor que se encontraba a su derecha, el sonido de muchas maquinas encendiéndose lleno el lugar, en medio del cuarto, una camilla levemente inclinada hacia adelante varios sujetadores la adornaban.
Scott aun se encontraba inconsciente cuando fue alzado y amordazado fuertemente sobre la camilla, en todo momento Rick no dejaba de sonreír, no pensaba en nada ni en nadie, la locura podía verse en su mirada perdida en sus acciones. Había ya desnudado a su paciente, mientras le colocaba unos electrodos en el pecho y su cabeza, estaba tan ocupado e ensimismado en lo que estaba haciendo, que nunca se percato del ente oscuro que se hallaba expectante en una esquina.
Lentamente fue acercándose hasta donde ellos se encontraban, cubriendo a Rick en una bruma semi grisácea que fue inhalada por este, sus movimientos se fueron alentando hasta detenerse en seco, su vista se había nublado, mientras una voz gutural y cabernera a lo lejos le repetía que el se encargaba de todo.
El dolor punzante en su cabeza fue lo que hizo que Scott abriera los ojos y darse cuenta que no podía moverse, miraba al techo con desesperación, se balanceaba de un lado a otro sin éxito ─Veo que ya despertaste, me alegro, me gusta mucho mas cuando gritan y poder ver el miedo en sus ojos, me excita demasiado─ La voz del doctor que estaba a sus pies era muy distinta a la de Rick, aunque ante el se encontraba la misma persona ─¿Q-quien, quien eres?─ preguntaba con gran temor, sentía el pánico recorrer su cuerpo, comenzaba a hiperventilarse, el sonido de la pantalla que se encontraba a su derecha no dejaba de pitar ─ Y eso apenas esta comenzado ─ le dijo, en lo que escogía un bisturí de la mesa de herramientas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola!
Mucho rato sin venir aquí, una enorme disculpa por todo lo que ha acontecido, realmente no ha sido ni mi año ni mi vida, he perdido mucho últimamente, dormimos a mi perrita por una falla renal y precisamente al segundo día de lo ocurrido mi mejor amiga perdió la vida luchando con su falla renal, he estado peleando por no caer en una profunda depresión aunque paso el tiempo deseando no levantarme de mi cama, de no querer saber de nadie y odiarme cada día mas, odio este sentimiento de vacío, cuando la gente me pregunta que si estoy mejor, les tengo que poner buena cara y decirles que "todo bien, aquí resignándome" evitando los comentarios de quédate con los recuerdos bonitos y bla bla bla... se que me la paso aquí quejándome de todo pero a veces no se que hacer, me siento tan perdida, pero quiero seguir escribiendo, aunque una disculpa de ante mano porque probablemente seguiré poniendo largas cuartillas hablando de mi hondo pesar.
No me conocen pero me alegra mucho que lean lo que escribo, se que no es mucho pero llevo toda una vida menospreciando lo que me gusta hacer, es un respiro para mi alma agobiada y atormentada.
