Cuarentena & coronavirus.

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1) La cuarentena es para los enfermos, no para los sanos.

2) La gente asintomática no es gente enferma; todos los días nuestro cuerpo enfrenta multitud de patógenos, y nuestro sistema inmune los neutraliza.

3) La letalidad del nuevo coronavirus es más comparable a una gripe estacional severa que a la peste bubónica.

4) Se conocen cuales son los grupos de alto riesgo: personas mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas; el cuidado intensivo debería de enfocarse en ellos.

5) Los sanos y personas que no están en estos grupos de alto riesgo tienen que seguir funcionando normalmente, pues solo de esta forma la población podría desarrollar inmunidad colectiva, la única salida de esta pandemia por ahora.

6) Los niños corren un mayor riesgo de enfermarse y/o morir por la gripe común que por COVID. Además, los niños no son transmisores virales significativos de esta enfermedad.

7) Los confinamientos generalizados y prolongados provocaron el debilitamiento del sistema inmune de muchos, ya que al quedarse en casa, la mayoría pasa inactivo, comiendo en exceso y frente a un televisor alimentándose de miedo y terror todos los días.

8) Las mascarillas son de gran utilidad dentro de entornos clínicos y quirúrgicos. Sin embargo, en lugares públicos, no existe ningún estudio serio, doble ciego, o aleatorio, que demuestre que son útiles para detener enfermedades respiratorias como el coronavirus. Y de hecho, existen estudios que demuestran que mascarillas de tela no-quirúrgicas pueden incrementar la tasa de infección, puesto que sirven como depositarios húmedos de patógenos.

9) Para que una vacuna sea segura y efectiva, se demora años, en la mayoría de casos, décadas para desarrollarse, y pasar todos los ensayos clínicos y medidas de seguridad necesarios. Además, una vacuna para el nuevo coronavirus no es garantía de nada: ya tenemos una vacuna para la gripe, que 1) muchos que la reciben de todos modos enferman de la gripe y 2) cada año se tiene que hacer una nueva, de manera no especificada, pues los virus mutan. Por eso, la inmunidad colectiva natural, casi siempre en el caso de un virus con baja letalidad, es una mejor estrategia de inmunización.

10) Los protocolos establecidos tempranos por la OMS contribuyeron al empeoramiento: al decidir no hacer autopsias y cremar los cuerpos de muertos, a rápidamente poner en ventiladores a los que llegaban a los hospitales y complemente separarlos de sus familias sin considerar la voluntad de ellos, estas cosas causaron altas tasas de mortalidad en lugares como Italia y España. Y no fue hasta mediados de mayo, cuando los mismos médicos se dieron cuenta de estos terribles protocolos y cambiaron el tratamiento, ahí fue cuando esas tasas comenzaron a bajar drásticamente.

11) No todo el que muere con COVID muere por COVID. En la gran mayoría de casos, las personas que han muerto con COVID, son personas o ya ancianas, cerca de la expectativa de vida, o personas con enfermedades crónicas. Además, debido a la fijación en tratar con COVID por decretos gubernamentales, se ha descuidado y mal atendido muchas otras enfermedades que matan en mayor número ( por ejemplo, cáncer ), causando un exceso de muerte por estas causas, que a la larga, cobrará más que el virus mismo.

12) Confinarse en casa por tiempos prolongados, no hacer suficiente ejercicio, no exponerse suficiente al sol para esa necesaria vitamina D ( que de hecho, más del 90% de personas que han muerto con COVID sufren de una insuficiencia de dicha vitamina ), usar mascarillas todo el día y muchas veces sin lavarse, comer mal, vivir bajo estrés al tener economías colapsadas, negocios cerrados y desempleo masivo, vivir bajo constante miedo y ansiedad propagado por los medios masivos de comunicación y la clase política, esperando como animales de granja por esa vacuna milagrosa que supuestamente está a la vuelta de la esquina, lo único que todo esto en suma está haciendo es preparando el terreno para una segunda y mucho peor ola de muerte por enfermedades respiratorias en la próxima estación de gripe, que de hecho, está a la vuelta, ya pronto entraremos de nuevo a la temporada de gripe en noviembre.

❶. 𝐏𝐎𝐋Í𝐓𝐈𝐂𝐀 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓𝐈𝐍𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora