Laced (Español)

Capitulo 34 - (Chocolate)

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Narra Harry

Pase una mano por mi cabello, dirigiéndome de vuelta a mi habitación. Me volteé hacia mi corredor, con una diminuta sonrisa en mi rostro mientras pensaba en el día de mañana. Mañana sería un día interesante y había estado ensayando mi voz en las canciones que elegí para cada ronda estos días que pasaron.

Mientras me acercaba a mi habitación, mis ojos divisaron a una diminuta figura acurrucada a las afueras de mi puerta, con la cabeza entre sus rodillas y sus piernas abrazadas contra su pecho.

Su cabeza platinada se sobresaltó por el sonido de mis pasos y lucía aliviada.

"¿Perrie?" Pregunté, con mis cejas arrugadas en confusión "¿Qué estás haciendo aquí? ¿No fuiste a la fiesta de anuncio?"

Con ayuda de sus manos, se levantó del piso, poniéndose de pie y parándose derecha. Negó con la cabeza y cuando finalmente levanto la mirada hacia mí, podía ver que su espeso delineado estaba manchado con lágrimas. Usaba sus pantalones de pijama que eran demasiado grandes y su camiseta tampoco se ajustaba bastante a su pequeña figura.

Antes de que le preguntara porque estaba así, decidí probar con otra pregunta.

"¿Sabes que no tienes que esperar para entrar a mi habitación? Simplemente puedes entrar... No me molesta" Dije, rozándola al pasar y empujando mi puerta. Entre a la inmensa habitación, levantando una mano para encender las luces.

"Entra" Le hice un gesto a Perrie con mi mano, después me saque mi chaqueta y la tiré encima de mi cama.

Me siguió dentro, vacilante, hurgándose las yemas de los dedos, nerviosa. Me saque los zapatos negros de vestir que estuve usando, los levante y me encamine al armario para guardarlos. Cuando regrese del armario, Perrie estaba sentada en mi cama, de nuevo con las rodillas arriba contra su pecho.

"Iré a cambiarme y estaré aquí. ¿Estás bien?" Pregunté.

Me mostró una diminuta sonrisa, una dolida. No una que hiciera juego con sus ojos y que hiciera brillar sus ojos azules como lo haría una sonrisa real. Cuando ella no contesto, me volteé para irme de camino a mi armario y cambiarme estos incómodos pantalones.

Cuando regrese, mis ojos buscaron en la habitación a Perrie y me di cuenta que se había ido.

"¿Qué rayos?" Musité para mí, confundido por sus acciones. No había pasado solo una noche desde que la primera vez que ella se quedó en mi habitación, varias veces ella intento quedarse en su habitación, para probarme el punto de que ella no necesitaba a nadie, pero noche tras noche, siempre terminaba en mi habitación, con lágrimas frustradas deslizándose por su rostro.

Rodé mis ojos, sabiendo que ella probablemente regresaría a su habitación debido a que estaba avergonzada, esperando mantener su dignidad... sin embargo sinceramente, no me molestaba. En realidad no pensaba ni un poco en ella. Honestamente no podría culparla.

Rápidamente me dirigí hacia el interruptor de luz, apagándolo y regresando a mi cama. Una vez que coloque los cobertores sobre mí, puse mis brazos detrás de mi cabeza, esperando que Perrie intentara escabullirse sigilosamente de nuevo a mi habitación.

Narra Perrie

Sujete un vaso de agua con mi mano fuertemente, encaminándome lentamente de regreso a la habitación de Harry. Apenas había pocas personas en los corredores, todos lo llamaron como una noche después de un largo día de preparativos para la gran fiesta de mañana. Sinceramente, no vi la necesidad de ir a la fiesta de anuncio esta noche, estuve aquí desde el principio y sabía exactamente lo que nos dirían y que reglas teníamos que seguir. Honestamente, ni siquiera sabía cómo iba a presentarme mañana, cuando lo que en realidad quería hacer era acurrucarme en mi habitación y nunca despertar.