Ese mismo día, en la noche. Tome dos vasos de leche, me acomodé en el suelo, di vueltas pero el examen me tenía atormentado. Mamá hablo para animarme, papá también a pesar que vendrían a recogerme para que no llegue tarde a la secundaria que se me asignó a presentar el examen.
En internet y, sobre todo en muchos lugares, se podía visualizar cualquier tipo de carteles animados con colores y letras gruesas animando a los estudiantes que presentamos el examen. Dormí cuatro horas, no fue mucho pero al menos no tenía dolor de cabeza. Prepare dos sandwiches-solo con queso y jamón-, un jugo de manzana artificial y en menos de veinte mini ya estaba listo y cambiado subiéndome al carro de mis padres. Como era de esperarse, habían reporteros tomando video para cubrir nota ya que como cada año, todos a nivel nacional competimos para lograr tener un lugar en las mejores universidades qué hay.
Antes de llegar, mamá me obligo a comer almendras, me abrazo, dijo lo orgullosa que estaba de mi y después de algunos minutos, al fin me dejó ir. Me cubrí el rostro con mi abrigo carmesí ante las cámaras, la empresa de papá estos últimos días ha tenido buena reputación y se está haciendo más conocida. Papá salió en varios periódicos locales y, bueno, somos algo parecidos, tal vez presente algo de paranoia, pero me siento más cómodo cubriéndome.
Me formé, me dieron una tarjeta, entre y a todos los estudiantes nos indicaron por donde ir. Nos animaron, dijeron palabras animadoras y reconfortantes-según ellos- cuando nos sentamos, pasaron con una caja de plástico a despojarnos de nuestras pertenencias. Nada de teléfonos, relojes, mochila ni suéteres. Hubo tres chicos que fueron sacados por tener una pequeña guía en sus mangas con las posibles respuestas. Cuatro horas de examen no fueron fáciles pese a que podría ser mucho tiempo pero la verdad no duraba tanto como aparenta, muchas preguntas supe contestarlas.
Inglés, tal vez repruebe esa parte.
No diré que fue fácil pero tampoco difícil. Solo que si no paso el examen, papá no quiere que su último hijo tenga la vida hecha una mierda cuando lo importante es salir de una buena universidad, por lo que si fallo, tendré que irme al extranjero donde es más difícil porque no se inglés.
Al término del examen pedí as mis cosas y salí de la secundaria-que era el lugar donde generalmente se presentan los exámenes-ví de lejos a mis Hyungs buscando a sus padres a si que bueno, no me reuní con ellos ya que no me gustarían que pensaran que mi familia no me
Quiere-no vinieron por mi, yo les dije que podía regresar solo-.—Vámonos a casa, Kook—me quede tal vez unos treinta segundos observando a la pelirroja con una coleta alta y cabello planchado—¿o no quieres ir a casa?
Simple, linda, linda. Dae se ve más que linda.
—¿Quieres que te lleve a tu casa?
—No, me refiero a que vámonos a casa. Ósea la tuya.
—¿Te sientes bien?—ah, quiero apachurras sus mejillas.
—Solo camina. ¿Tampoco vinieron por ti?—asentí—bien, podemos relajarnos, no los merecemos. Ah por cierto, ¿qué autobús tomamos?.
Me gustó la idea y solo me dediqué a seguirla. Enrollo nuestros brazos y caminamos al par. Había gente, bastante pero pudimos salir de todo el caos y mejor tomamos el metro, estaba más vacío. Allí, sentados esperando la bajada nos soltamos pero al salir volvió a repetir la misma acción. Me di cuenta que aprendió donde vivía yo.
—¿Tienes ramen?, puedo cocinar un poco para ti.
Sus palabras fueron como una apuñalada, un Dejavú. Las ocasiones en las que veía a Dael cocinar nunca las aproveché, nunca aproveché nada. Subimos las escaleras, llegamos a mi depto y abrí la puerta, en seguida ella se quitó sus zapatos y robo mis pantuflas, aventó su mochila y fue a la cocina.
Cerré la puerta e igual me quite mis zapatos y los remplace por otras pantuflas prácticamente idénticas. Camine por su mochila y la deje en otro espacio que no quedase en el pasillo.
—¿Haces esto por la foto? Piensas qué tal ves tu y yo tuvimos...
—Solo cállate, estoy intentando ser buena.
—¿Buena en qué?—cuestione.
—¿Quieres ramen?, o puedo hacer otra cosa. Soy hábil con la cocina.
No le creo nada—Yoon.
—No me digas Yoon, no me gusta.
—Tampoco me gusta el ramen.
—Ok, entonces muerete de hambre—Rodó los ojos, salió de la cocina directo a tomar su mochila.
—¿Qué tramas?
—Nada.
—Hey. Si intentas burlarte, no me causará nada de gracia—Intenté ponerme intimidante. Pero supongo que me salió como una mueca amable ya.
Pero ella intentó algo mejor. Algo mejor que ponerse intimidante y controladora.
Como dije, fue directo a tomar su mochila pero retrocedió.
Un beso.
Vi que se aproximó pero no me inmuté hasta que sus labios fueron directo a los míos. Se esforzó en alcanzarme, solo nos llevamos unos centímetros, es alta para ser mujer. En ese momento no me importó más que una cosa, poner mis brazos en su cintura y disfrutar del beso.
Del momento en si.
Sus manos estaban en mi mejilla, acariciandome, era un beso lento con sentimiento; llegamos a profundizar el beso y eso le dio más comodidad y dejo de estar en puntillas.
—Tengo curiosidad. ¿Porque siento que te conozco?—terminamos el beso y ahora acariciaba mi flequillo. En ese momento, sentí que había recordado algo a si que le di- de mi parte-un beso. Creo que en lo profundo, algo le dice que somos cercanos—oye, ¿preparo de comer, o planear mirarme con esos ojos llenos de felicidad por varios minutos más?
Recordaré este día. El primer día después de bastante tiempo. Primer beso, primer acercamiento cariñoso.
Puedo enamorarme un millón de veces de esta mujer aunque nuestra historia se modifique. Incluso si yo la olvidara a ella, me volvería a enamorar de su ser.
...
Volvemos cada miércoles y sábado con actualizaciones + nuevas historias

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WIFE | JEON JUNGKOOK
Romance«CONTINUACIÓN DE HUSBAND» ... Siendo sincero, son iguales. Aún que ciertas cosas cambian, tienen la misma actitud. Solo fue cuestión de tiempo que se soltara y comenzara a ser ella misma. Estando a su lado es bueno. En algún punto, si todo sigue cóm...