Daremanio

Prólogo

He sido lo que se podría llamar un brujo por muchos años, incluso más de lo que le es natural vivir a un hombre común. A pesar de que conozco muchas formas de alargar la vida, he decidido no hacerlo, porque el costo de esos hechizos es demasiado alto para el cuerpo y el alma. Ahora estoy viejo y cansado, por lo que he decidido recopilar todas las historias que conozco en un libro.

Para cuando estes leyendo este libro, mi Daremanio, que es como he decidido llamarlo, yo ya habré muerto, asi que no podré responderte ninguna duda o pregunta que tengas.

Posiblemente te preguntes el por que dejo tan vastos y terribles conocimientos al alcanze de todos; la verdad es que no lo se, tan solo sentía que todos deberían de conocer los inmensos peligros y secretos que acechan el mundo. No estoy seguro de que la humanidad esté preparado para esto.

Ahora te dejo una advertencia. Hay algunos individuos que son más capaces para la magia que otros. Sin embargo, las mentes de algunas de estas personas no pueden tolerar el misticismo y suelen enloquecer irremediablemente. Estas personas en ocasiones sienten picores en el cuerpo sin explicación aparente, tienen gusto por hablar solos y se obsesionan repentinamente con cosas mundanas al poco tiempo de descubrir su existencia. Si encajas en la descripción, aunque sea solo un poco, te suplico encarecidamente que dejes de leer y olvides este libro. No pienses en el ni un poco, porque tu cordura peligra y no me gustaría tener que lidiar con tu espíritu demente una vez que mueras también.

Seguramente seguiste leyendo a pesar de las advertencias. Ahora corres bajo tu propio riesgo; cuando comienzes a tener dolores de cabeza inexplicables te arrepentirás.

De todos modos, si no estás entre las personas de riesgo y te sientes nervioso, te recomiendo que también te alejes, puede que también enloquezcas, porque los relatos que verás a continuación no son cosas de mortales y de leyes naturales, sino de un mundo de dioses totalmente ajeno al nuestro pero a la vez muy cercano.

Y por último, te aclaro que yo no inventé ninguna de las siguiemtes historias. Durante mis viajes por el mundo las hallé en diferentes lugares; he de suponer que los narradores de estos increíbles sucesos murieron horrorosamente, asi que te recomiendo que no imites ninguna de sus acciones.