Estúpido viernes, hace frío afuera, sola en casa y nada que ver en televisión, genial. Me levanté del sofá y caminé hacia la cocina, dejé preparando café. Subí a mi habitación por más mantas y un gorro, al entrar pude darme cuenta de que la ventana estaba completamente abierta, mi habitación estaba helando a causa de elllo, me acerqué a la ventana y la cerré, a través de ella pude ver a un chico con un gorro y abrigo en frente de mi casa, tomando su cabeza entre sus manos y respirando exageradamente. Ese chico era Edward, me retiré de la ventana rápidamente y caminé hacia mi armario, de allí saqué un gran abrigo, una manta y un gorro, dispuesta a correr a abrirle a Edward. Bajé las escaleras y me paré enfrente de la puerta. ¿Y si dejo que él timbre primero? Capaz se arrepintió de venir y ahora mismo se está yendo. Fui a la cocina y serví el café listo, me senté en el sofá, me cubrí con la manta y seguí pasando canales completamente aburridos. Hasta que escuché el timbre, me puse el abrigo rápidamente y caminé a la puerta, respiré varias veces y abrí la puerta.
-Alice-me sonrió.
-Edward-le imité-¿no tienes frío allí afuera? Entra-él asintió y camino hacia la sala-¿quieres café?
- Claro, por qué no.
Caminé hacia la cocina y tomé una de las tazas, serví el café que había quedado y volví hacia donde estaba Edward. Le entregué el café y quedamos en un silencio incómodo.
-Así que...¿a qué se debe tu visita?-le pregunté tratando de romper el silencio.
-Pues...yo quería saber si tú...-comenzó a rascar su antebrazo izquierdo-¿tienes algo que hacer mañana?-me miró.
-Nada en realidad, ¿por?-sonreí un poco.
-¿Alguna vez has visitado Nueva York al estilo turista?
-He vivido ya varios años aquí y nope-reí.
-¿Quieres ir mañana? Por el invierno la nieve está en todas partes.
-Me encantaría-le sonreí.
-¡Genial! Nos vemos mañana-habló rápidamente, bebió el café, besó mi mejilla y salió por la puerta ¿qué coño?
La tarde pasó en extremo lenta, supongo que era porque en serio quería estar con Edward todo el día de mañana. Joder, eso de ponerse cursi por pensar en alguien en específico debe ser de las peores cosas, pero sí, mañana sólo estaré con Edward y será simplemente perfecto por el hecho de que él esté allí junto a mí.
-
Alice se quedó dormida, mientras que Edward aún estaba ensayando sus palabras frente al espejo para el siguiente día, se sentía muy nervioso por lo que diría, ya que nunca lo había hecho, (tal vez porque llevaba enamorado de la misma chica casi toda su vida) Luego te repetir lo mismo unas siete veces más, colocó música y se fue a dormir, pensando en Alice, cómo siempre.
Alice despertó con pereza, como cualquier sábado, se quedó acostada unos quince minutos más, quejándose a pesar de que eran las 11:30 am. Se levantó con más pereza aún y caminó hasta el baño, luego de hacer todas las cosas cotidianas de la vida, que en serio no interesan narrar, bajó las escaleras y tomó un desayuno muy básico; cereales y fruta. Se sentó en el sofá de la sala y se quedó viendo My Little Pony, a los veinte minutos le llegó un mensaje, era de Edward.
"Paso por ti a las 16:30, ¿sí?"
Tenía unas cuantas horas todavía, así que decidió seguir viendo televisión, unos cuántos capítulos de My Mad Fat Diary no le vendrían mal, ¿o sí?
En cambio Edward estaba más que alterado, nunca había tenido una cita de verdad y con algo importante que decir, por su cuarto había montones de ropa y zapatos, parecía una jodida tipa. A eso de las 16:00 horas, se encontraba listo en camino a buscar a Alice, hasta que recordó un pequeño detalle, no tiene auto.
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Marginalisert.
Teen FictionHistoria de dos antisociales que se enamoraron a base de miradas.