Marginalisert.

7.

The 7 things I hate about you

The 7 things I hate about you

Your things

Your games

You're insecure

You love me

You like her

You made me laugh

You made me cry

I don't know which side to buy

Your friends, they're jerks

When you act like this, just know it hurts

I want to be with the one I know

And the 7 things

I hate the most that you do

You make me love you

Estaba en un supermercado y Miley sonaba a través de mis audifonos, tenía un carrito e iba por la sección de dulces, tomaba todo a mi paso, gomitas, chocolates, masmelos, absolutamente todo. ¿Para qué será tanto dulce? Debe preguntarse la gente que me ve. Bueno, es fin de semana, tengo casa sola -Mis padres cada dos meses van a acampar para "fortalecer" su relación un fin de semana-, ¡Así que será un maratón de series, películas y libros! Será perfecto. Tengo dinero suficiente así que por mí compraría todo el almacén respecto a bocadillos no saludables. Pero, tengo dos listas una es para mí bello fin de semana y el otro es de mis padres para el mes. Llené medio carrito de chatarra y la otra mitad tenía cosas de aseo y frutas y vegetales y bla bla bla. Llegué a la caja y el chico que estaba allí miró raro el carrito gigante que traía, luego me miró a mí y sonrió coquetamente. ¿Es en serio? Lo ignoré y pasé todo lo del carrito, luego le entregué la tarjeta y esperé. Cuando terminó con todo mi carrito volvía a estar lleno pero con los productos dentro de bolsas. Iba saliendo del supermercado arrastrando el gran carrito hasta que alguien me tocó el hombro, giré y era el chico de la caja, sonriéndome.

-¿Quieres que te ayude con eso, linda? No es justo que una chica lleve algo tan pesado-sonrió "fugazmente", qué va, tenía lechuga en sus dientes y era simplemente asqueroso.

-¿Sabes? Creo que tengo bastante y más fuerza que tú en esos brazos débiles y prefiero que vayas a por un poco de hilo dental, pasillo cuatro-lo miré unos segundos y salí de ahí. En serio odio esos "ligues" estúpidos. Me hice en la orrila de la calle y comencé a levantar mi brazo un montón de veces tratando de que un taxi parara. Al sexto intento paró un taxi, que conducía un señor de unos 50 años. Con su ayuda subí todos los paquetes en la parte de atrás y me subí. Le indiqué el camino hacia mi casa y en diez minutos llegamos sin problema, me ayudó de nuevo a dejar todo en la entrada, entré con todos los paquetes dejándolos sobre el comedor. Respiré y subí para tomarme una ducha.

Bajé con una toalla en mano secando mi cabello por las escaleras, llegué a la sala y la televisión estaba encendida, extrañada la apagué y me giré encontrándome con la mejor sorpresa que puede haber.

Peter. Sonriéndome.

Solté la toalla y corrí hacia él lo más rápido que pude y al estar a una buena distancia, salté y caí sobre su torso, con mis piernas rodeando sus caderas, él pasó sus brazos por mi espalda y yo coloqué mi cabeza en su hombro derecho.

-Tú me amas-sentí como sonreía.

-¡Obvio que sí, estúpido!-me bajé de él- ¿Cómo te atreves a desaparecer así, eh? ¡Llevo una semana sola! ¿Qué te crees para dejarme así de fácil? ¡Te lo prohíbo!-dije y volví a abrazarlo-Te extrañé demasiado.

-Lo sé-dijo egocéntrico, me separé de él y lo miré cruzada de brazos-¡Es broma! También yo, mi querida antisocial-besó mi mejilla y yo sonreí.

-¿Dónde te habías metido?

-Dublín, ¿y tú? ¿no se te ocurrió no sé...llamar, un mensaje?-me miró.

-Eh...no se me ocurrió-reí-¿Cómo entraste?

-Bueno, en las películas o novelas siempre hay una llave en la maseta o bajo la alfombra, tu familia no tiene ninguna de las dos así que, usé un alambre que encontré en el jardín-sonrió como un niño pequeño.

-Así que forzaste mi puerta en vez de tocar la puerta como unas persona normal, genial ¿no?

-No sería interesante, ¿para qué tanta chatarra?-preguntó viendo las bolsas a nuestro alrededor.

-Fin de semana, ¿te unes?-dije sonriendo.

-Está bien, ¿con qué iniciamos?

-Busca la película que gustes en ésa estantería de ahí-señalé un mueble que estaba al lado derecho del televisor-y yo sirvo la chatarra-Peter asintió. Caminé a la cocina y saqué dos tazones, volví a la sala y fui hacia el comedor, allí destapé dos paquetes grandes con frituras y los vacié en los tazones, regresé a la sala y le entregué un tazón a Peter, quien estaba sentado en el sofá, me sente junto a él y puso play a la película.

-¡Sí, Toy Story!

-Sí, ahora calla-me metió frituras en la boca y me quedé callada toda la película.

Luego de éso obligué a Peter a ver algunos capítulos de The Vampire Diares, al principio se negó pero luego vio a Elena y ¡BOOM! Disfrutó. El séptimo capítulo estaba por terminar y puse mi brazo alrededor de su cintura y mi cabeza sobre su hombro, él me rodeó con su brazo los hombros. En ésa posición vimos tres capítulos más, cuando se estaba haciendo de noche ya, me levanté e hice sándwiches.

-¿Podemos hacer una casa con sillas y sábanas, Peter?-hablé como niña pequeña.

-¿Y te quejas de que yo a veces soy infantil?-rió.

-¡Por favoor! Nunca hice una cuando era pequeña.

-Ni te imaginas cuántas fueron-susurró para sí mismo.

-Bien, manos a la obra, acomoda las sillas del comedor en la sala yo iré a por mantas y almohadas.

Subí las escaleras y cogí todas las mantas que pude al igual que almohadas. Coloqué una manta gigante sobre el suelo y puse todo lo demás ahí, luego lo cerré e hice un nudo, como si fuera una bolsa. Bajé y vi a Peter moviendo los muebles. Me paré junto a las sillas, deshice mi bolsa de mantas y saqué dos, que puse sobre las cuatro sillas que habían, con el techo ya puesto, me adentré y coloqué otras dos mantas gruesas en el suelo y un montón de almohadas esparcidas por la "casa", tomé los sándwiches e invité a Peter a pasar y sentarse. Me levanté y puse algo de música.

-¿Jugamos a las cartas?

-Claro.

Hubo 26 rondas, yo gané la mayoría de veces. Eran las 11:08 y nos recostamos sobre las mantas y almohadas, puse mi cabeza en su pecho y el apoyó su cabeza en la mía.

-Buenas noches, Peter.

-Buenas noches, linda-besó mi cabeza.

¡He vuelto! Capítulo corto pero, hey, Peter volvió

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