Fortaleza. [Katsuki Bakugou]

¿Cómo Te Hiciste Todo Esto?

--- Kacchan... ¿Tiene depresión? --- cuestionó el peliverde, todos se encontraban en el cuarto de Iida a petición de este mismo, mientras observaban el objeto en medio de todos.
--- No siempre tratan depresión Midoriya, que se llamen "Antidepresivos" no significa que fueron hechos para curar solamente eso. --- Yaoyorozu tomo la botella, mirándola fijamente.

--- El bote todavía sigue algo lleno, tal vez sea por el estrés de las pru... --- siguió leyendo aún más, acercando el objeto más a su rostro.
--- ¿Que sucede Momo? ---

--- La fecha es de hace 2 años, creo que son rellenables. ---

--- ¿Uh? ---

--- Que va a la farmacia, les da la receta y le ponen las pastillas. --- respondió al ver qué tanto Denki como Sero y Kirishima parecían algo confundidos.
--- A ver, a ver, a ver... --- interrumpió Mina arrebatando las pastillas de la mano contraria.

--- Ustedes tomaron esto de la mochila de Bakugou sin su permiso, énfasis en eso, luego, nos dicen que Bakugou solía meterse a peleas callejeras y descubrieron todo eso, ¿Solo por qué estaban curiosos? --- vaya manera de resumir sus acciones, pero en vez de parecer enojada, parecía preocupada.
--- Pues... Sí. --- respondió el pecoso rascando su mejilla.

Kirishima tallo su rostro, Hanta y Kaminari se miraban mutuamente sorprendidos, Iida seguía pensando, Uraraka, Momo y Jirou estaban igual de preocupadas por su compañero.

--- ¿No deberíamos decirle al profesor Aizawa? --- cuestionó Midoriya, siendo rápidamente observado por todos.

Iida intento hablar, pero callo al instante, pensando lo que diría.
--- Lo mucho que harán será suspenderlo, si acaso lo pondrán en terapia pero estoy segura de que no dirá nada. --- dijo la azabache.

--- ¿Tu punto? ---

Yaoyorozu miro a los demás con un extraño brillo en sus ojos.

--- Nosotros tenemos que ayudarlo. ---

[...]

--- ¡Bakugou~! --- grito el rubio eléctrico fuera de su dormitorio, tocando la puerta de manera insistente.
--- ¡Te traje la ce-

--- ¡No quiero, largo! --- soltó un suspiro, colocando su frente en la puerta del cuarto.

Dejo la bolsita afuera de su cuarto y se fue con una ligera sonrisa.

Rogaba porque esas pastillas no signifiquen nada, que solo sean unas estupideces de ellos y ya, no podía soportar el enterarse de que algo o alguien haya herido así a su amigo. Le dolía no saber nada sobre Bakugou, solo las cosas superficiales que cualquiera puede saber.

Hablando del chico, este se encontraba desesperado.

--- ¿Dónde están? --- gruñó por lo bajo, buscando sus pastillas sumamente preocupado.

No es que las hubiera tomado en las últimas semanas gracias al cambio de rutina que su vida había dado, pues ya no las necesitaba a menos que sea algo muy fuerte.

--- No, no, no, no, maldición... --- tiro las cosas que estaban arriba de sus muebles, él recuerda hablaras puesto dentro de su mochila.

Si no estaban ahí, significa que alguien las tomo.

--- Voy a matarlo. --- maldijo al aire, sintiendo su corazón latir muy pesadamente, con cuidado, se dejó caer en la cama colocando su mano en su pecho, cerró sus ojos para calmar de a poco su respiración para después ponerse a pensar.

¿Quién habrá sido el idiota que las tomo?

[...]

--- ¿Como creen que podríamos ayudarlo? --- cuestionó el pecoso caminando al lado de Momo y Kaminari.
--- Aún no tengo idea... --- dio un suspiro llegando a las puertas de la academia.

--- Midoriya, Yaoyorozu, Kaminari. Buenos días. --- saludo Iida levantándose de su lugar al verlos entrar al aula.
--- Buenos días Iida. --- saludaron los demás, sentándose en sus respectivos lugares, poco a poco el salón comenzó a llenarse dando a notar a cierto rubio cenizo junto con el pelirrojo.

--- ¡Hombre! ¡Es genial! ¿Cómo lo haces? --- halagaba Kirishima tratando de evitar que escuchará las conversaciones de sus amigos.

--- Parece igual... --- dijo Ochako mirando a su compañero disimuladamente.
--- Sí... --- concordó Momo colocando su mejilla en la palma de su mano.
--- ¿Cómo podremos saber que es lo que le ocurre? Quiero decir, nunca nos dice nada, y para que no le haya dicho ni siquiera a Midoriya o a Kirishima es algo muy oculto. --- pronunció Iida, Todoroki, quien se había mantenido al margen de todo esto, se puso a pensar.

--- Tal vez si lo llevamos de incógnito con un psicólogo... --- alentó Mina.

--- Kacchan es muy observador, se dará cuenta de que algo está mal. ---

--- ¿Y si buscamos una persona con un Quirk que nos ayude? --- opino está vez Uraraka.
--- Lo notará, estoy seguro. --- Iida movió sus manos de un lado a otro.

--- ¿Preguntarle hasta que lo diga? ---

--- Hostigarlo no es una opción, Jirou. ---

--- Tal vez solo deberíamos ir a la fuente del problema. --- todos callaron cuando Shoto hablo.
--- ¿Eh? ¿A qué te refieres Todoroki? --- le pregunto Izuku en un susurro bastante audible para ellos.

--- Si le ocurrió algún problema o algo parecido, siempre hay alguien que sabe. --- ya sabían por dónde venía esto.

--- Ir con sus padres sería una opción. ---

[...]

Aizawa soltó un chasquido mientras tiraba las hojas en su escritorio, llegaría tarde a la academia pero esto era más importante.

“Hematomas severos, rasguños, quemaduras [primer grado], huesos fisurados, golpes en su rostro, etc...”

Nunca se había detenido a leer sus documentos completamente, confiaba en el hecho de que el pasado era pasado y solo importaba lo que eres ahora.

--- ¿Cómo te hiciste todo esto? --- se dijo a si mismo mirando una foto del chico con ligeras heridas en su cuerpo, a causa de las peleas que tenía.

Empezaba a dudar que eran un simple producto de ello.

¿Que acaso usaban cuchillos o que?

Pero teniendo en cuenta la actitud del chico era posible.

Y a la vez no.

Pues conocía a sus alumnos bastante bien (aunque sea superficial), gracias a ello, sabía que Bakugou lidiaba sus peleas gracias a su Quirk.

--- Hmn... --- suspiro tomando las hojas y guardando estás en su portafolio.

Si algo quedaba claro, era que el secreto que Katsuki intentaba ocultar, iba a ser descubierto tarde o temprano.