Familia Aizawa.

8.3K 840 391
                                    

Mañanas.

El departamento Aizawa en las mañanas era silencioso y habitual.

Katsuki era el primero en despertar de los menores, ya que, bueno, el azabache literalmente no dormitaba durante días si así se lo proponía.

Se olvidaba por completo del tiempo.

Camino hasta la cocina arrastrando sus pies aún algo adormilado, con un pedazo de su cabello plano por la almohada al igual que sus ojos apenas abiertos para ver a dónde iba.

Aún así chocó con una pared.

--- Oh, uh... Esto no estaba aquí antes...--- susurro para si mismo siguiendo su camino.

Shinsou ya estaba despierto desde hace rato, pero prefería estar unos momentos más en la cama, estaba calientito después de todo.

No pudo evitar reírse al escuchar el golpe en la pared junto con el quejido del cenizo.

Katsuki abrió el refrigerador para comenzar a sacar todos los ingredientes para hacer un desayuno delicioso.

--- Mhm...— tallo sus ojos teniendo un puchero ligero en sus labios para después abrir sus orbes carmesíes un poco más.

Pronto, el sonido de aceite junto con varios golpes en madera inundó el lugar, siendo seguido por un aroma exquisito.

--- Katsuki...--- murmuró la peliceleste con su cabello despeinado y con sus ojos semi abiertos, caminando a su lado mientras una sonrisa leve aparecía en sus labios.
--- Huele bien, Katsuki.--- elogio tratando de mirar que tomaba de la barra.

El explosivo sonrió antes sus palabras y tomo un vasito con chocolate caliente que había dejado solo para ella.

Ella sonrió y camino hacia la sala con la taza humeante en sus manos.

El pelimorado fue el último en llegar, acercándose hasta donde estaba el muchacho para tomar una de las papas fritas que el chico había cocinado.

--- ¡Hey!--- refunfuño, soltando un suspiro al ver qué literalmente huyo del lugar.

Después de eso, le dejo un té en la barra para que pudiera tomárselo, quien no tardó en robarse la taza.

--- Eri, aquí está tu plato.--- dejo el objeto que tenía en su interior huevos estrellados con tocino y papas fritas, era muy tradicional pero nunca fallaba.
--- ¡Shinsou!--- exclamó quitándose su delantal.

--- ¡Tu plato ya está aquí!--- los pasos del pelimorado no se hicieron esperar y pronto los tres comían entre risas.

Dejo de nuevo uno de los platos en la mesita para cuándo su tutor se dignara a salir de aquella pocilga que llamaba cuarto.

[...]

Tardes.

Cuando los dos mayores regresaban de la escuela la mayoría de las veces traían consigo a la pequeña debido a sus insistencias de ir a la academia a jugar.

Lo primero que el más grande en tamaño hacia, era tirarse a la cama.

Eri iba a la cocina por una manzana.

Y el rubio se ponía a hacer tarea o trabajos que Aizawa les mandaba, de la misma forma, cuando no había materias que estudiar, iba al gimnasio a hacer ejercicio.

Aunque nunca lo dejaran.

Cómo ahora.

--- Katsuki~--- canturreo la peliceleste estando encima del cuerpo de ambos chicos, aplastando al mayor que intentaba terminar un trabajo que se entregaba hasta el mes que entra.

¿Que podía decir? No le gustaba dejar las cosas para el final.

--- Hngh... ¿No se van a callar?--- cuestionó sabiendo la respuesta.

Hitoshi sonrió, Eri negó y su sentencia fue escrita.

--- Está bien.--- los dos dieron un grito en victoria, levantándose de su pequeño escondite.

El explosivo suspiro tomando los libros y dejándolos por ahí al momento que caminaba hacia su armario y sacaba un poco de ropa para ir al cine.

Admitía que tampoco quería hacer tarea.



















































«- ¡Hola cositas uwu!

Vengo aquí con otra votación jajaja

¿Que final quieren primero?

El KamiBaku

O

El TodoBaku

Jajsjjd

¡Lxs amo!


Fortaleza. [Katsuki Bakugou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora